lunes, 13 de octubre de 2014

Chapter thirty seven.




*Zayn Malik*

-Zayn- suspiró la directora. Un suspiro largo, cansado-. ¿Por qué lo has hecho? ¿Por qué pegaste a Cameron?- apoyó los codos sobre la mesa, inclinándose para escucharme mejor. Se había pasado diez minutos dándome un discursito hasta que se cansó y se sentó. Y la verdad, ya me estaba pareciendo un poco raro que no estuviese llamando a mi madre en este mismo instante. Aunque mejor no molestarla. Imitando a la directora, largué un suspiro, con un sabor amargo en la boca por las palabras que iba a pronunciar.
-Me llamó terrorista en la cara; y eso, indirectamente, también es insultar a mi familia, cosa que no tolero- fruncí el ceño, bajando la mirada a mis manos que reposaban en mi regazo.
-Te diré una cosa Zayn- después de unos cortos minutos, la directora habló, así que levanté la mirada-. Esto no está bien que lo diga, pero se merecía ese golpe- quedé totalmente impresionado por sus palabras, y ella rió por mi cara de pasmado-. No se lo digas a nadie, ¿Está bien?- asentí rápidamente-. Cameron recibirá un castigo en tu lugar, y si vuelve a decir algo por el estilo, dímelo Zayn. No podemos permitir esto- bajé la cabeza, otra vez contemplando mis manos-. Pero intenta controlar tus impulsos violentos, ¿De acuerdo?- le enseñé mi pulgar, no queriendo prometer algo que sabía que realmente no conseguiría-. Está bien- sonrió, empujando sus gafas por el puente de la nariz hasta que volvieron a su posición correcta-, puedes irte.
-¿No llamará a mi madre o- me interrumpió, riendo suavemente. Me levanté de mi asiento.
-No por esta vez, pero si se vuelve a repetir tendré que avisarla, Zayn- aparté mi mirada y asentí con la cabeza. Sacudí mi mano, y salí de su despacho, sin siquiera volver a mirar atrás.
Como solo quedaban pocos minutos para que sonase el timbre, me escabullí dentro de la vacía sala de arte. Encendí las luces, cerrando la puerta cuidadosamente detrás de mí. No quería que nadie se enterase que había venido. Hacía mucho que no lo hacía, la verdad.
Encontré hojas blancas escondidas entre dibujos que el profesor guardaba durante el año, y saqué un lápiz y una goma de una cajita metálica con otros utensilios de dibujo. Y sí, me gustaba dibujar cuando solamente quería estar solo, o simplemente pensar. Me senté en una de las mesas del fondo, escondido tras una estúpida planta de plástico que nadie sabía por qué la habían puesto allí. O quizás fue para dibujarla, así que eso mismo hice. Necesitaba más que nada este pequeño momento de paz para aclarar mis ideas y poco a poco, quitar ese mal sabor de boca que todavía me perduraba con las palabras de Cameron. Nunca odié tanto a ese niño pijo hasta ahora. No entendía qué demonios le había cogido conmigo, pero desde séptimo grado que no me dejaba los nervios tranquilos. Nunca me metí con él, ni siquiera nos conocíamos realmente bien, pero de un día para el otro se convirtió en un incordio. Como esas moscas que te zumban en la oreja hasta que te vuelves para darles un manotazo. No habría podido describir mejor la situación. Cameron era la maldita mosca, y éste, por fin, había sido el manotazo que tanto se merecía. Puñetazo, para ser exactos. Realmente nunca me peleé con él hasta el punto de pegarle, pero una cosa era meterse conmigo, y otra, muy diferente, meterse con la gente que más quería. Todavía me arrepiento de no haberle dado su merecido cuando empezó a meterse con Annie, así que el golpe de hoy, venía cargado con la rabia contenida de ocasiones anteriores.

*Annie Stonem*

No vi a Zayn durante toda la hora libre, y aunque le peté el móvil a mensajes (algunos un poquito desagradables, pero siempre con amor), no contestó ninguno. Ni siquiera salía que los hubiese mirado. Así que llegué a la conclusión de que no tenía el móvil encima. Annie para Sherlock, señoras y señores. Igualmente me preocupaba no ver a mi mejor amigo. Quizás la directora lo había mandado a casa, pero estaba segura de que si eso hubiese pasado Zay me había mandado un mensaje para avisarme, o algo. No puede desaparecer así como así. Cuando la hora libre acabó, me colgué del brazo de Harry para ir con todos al taller de música. Una vez llegamos, literalmente corrí a los brazos de Zayn, quien estaba allí sentado en su sitio habitual.
-Hey Ann- rió suavemente, devolviéndome el abrazo.
-¿Dónde estabas?- me separé de él para sentarme a su lado, haciendo un pucherito con los labios.
-Por ahí- se encogió de hombros, por lo que fruncí el ceño ante su respuesta. Zay me sonrió, inocentemente, cuando el profesor Abbot entró en clase.
-Buenos días, chicos- saludó el profesor, sentándose encima de su mesa-. Hoy vamos a tener una pequeña representación de bandas. Quiero decir, vamos a emplear la primera hora para que podáis ensayar una canción, no tiene por qué ser la de la competición de bandas sin embargo, y para la segunda hora, vendréis aquí delante a tocar algo frente al resto de la clase. Y dicho esto, podéis empezar a ensayar.
Como siempre hacíamos, nos sentamos al final de la clase. Niall y yo cogimos dos guitarras para poder, al menos, tener dos instrumentos con los que acompañar la canción. Aunque íbamos a hacer lo mismo, vaya.
-¿Qué canción vamos a cantar, por cierto?- preguntó Harry, despeinándose los rizos con la mano.
-Annie quiere cantar- anunció Zayn, riendo. Lo miré bocabierta, para después pegarle un buen puñetazo en el brazo. Ni siquiera yo había dicho eso; Zayn deliraba.
-No seas capullo, Zay- me crucé de brazos, volviendo a fruncir el ceño. Todavía estaba molesta por haberse hecho el misterioso conmigo.
-Dejad de ser críos de cinco años y centraos- interrumpió Louis cuando el moreno iba a abrir la boca. Ambos le sacamos la lengua, cosa que le hizo reir a carcajadas-. ¿Qué os parece Flaws, de Bastille? Tocamos la versión acústica y ya- sonrió.
-¡Sí!- aplaudí, realmente feliz-. Me encanta esta canción, y creo que todavía me acuerdo de los acordes.
-Genial- sonrió Niall-. ¿Vas a cantar con nosotros, verdad?- me preguntó, pero en seguida negué con la cabeza infinidad de veces-. ¿Por qué no? Cantas muy bien Annie- hizo un tierno puchero que derritió mi corazón. ¿Por qué tenía que ser un duende tan adorable? Finalmente, rodando los ojos, acepté cantar con ellos. Pasamos el resto de la primera hora ensayando para la canción; aunque más bien consistió en un Zayn que no se acababa de aprender la letra y las risitas y bromas constantes de Louis que no nos dejaban practicar en paz. Íbamos a hacer el rídiculo, podía verlo.
-Muchas gracias Snatch- el profesor asintió con la cabeza hacia el grupo de tres chicas que acababan de versionar Umbrella de Rihanna. Volvieron a sus sitios, mientras mentalmente me reía por el nombre que las chicas habían elegido para su banda. Sí, lo siento, me daba risa-. Ahora saldrá- hizo una pausa para mirar en su libreta-: One Direction.
-Mierda- murmuré por lo bajo, causando las risas de Zayn y Niall. A regañadientes me levanté de mi asiento y escondida detrás de mi pelo, hice camino hasta delante de la clase. Encima, como si ya no fuese suficiente, solo había una guitarra disponible y por insistencia de todos, me tocó a mí ser la guitarrista, además de cantante. Sé que ya canté y toqué la otra vez, yo sola, pero esta vez tenía la presión de estar en un grupo. Tenía miedo de cagarla y por conseqüencia, hacer quedar mal a mis amigos. Era el miedo de no ser capaz de estar al mismo nivel que mis talentosos compañeros, y arruinarlo todo. Pero era lo que me tocaba hacer, no tenía otra elección. Me pasé la correa de la guitarra por el hombro, dibujé el primer acorde con mis dedos sobre el mástil y suspirando, empecé a rasguear las cuerdas.
-When all of your flaws and all of my flaws are laid out one by one, a wonderful part of the mess that we made we pick ourselves undone- cantó Liam, y la parte irracional de mi cabeza relacionó esas líneas de la canción con nosotros. Concéntrate, Annie.
-All of your flaws and all of my flaws they lie there hand in hand, ones we've inherited, ones that we learned, they pass from man to man- siguió Louis. Tragué saliva, preparándome mentalmente para cantar el estribillo todos juntos.
-There's a hole in my soul, I can't fill it I can't fill it, there's a hole in my soul, can you fill it? Can you fill it?
-You have always worn your flaws upon your sleeve and I have always buried them deep beneath the ground, dig them up, let's finish what we've started, dig them up, so nothing's left unturned- siguió Niall, sonriendo.
-All of your flaws and all of my flaws, when they have been exhumed, we'll see that we need them to be who we are without them we'd be doomed- sorpresivamente, Zayn no se equivocó con la letra.
-There's a hole in my soul, I can't fill it I can't fill it, there's a hole in my soul, can you fill it? Can you fill it?- volvimos a cantar el estribillo todos juntos, y instintivamente apretando el mástil de la guitarra más fuerte, seguí cantando la parte que ahora me tocaba:-. You have always worn your flaws upon your sleeve and I have always buried them deep beneath the ground, dig them up, let's finish what we've started, dig them up, so nothing's left unturned.
-When all of your flaws and all of my flaws are counted, when all of your flaws and all of my flaws are counted- entonaron Harry y Zayn, juntos.
-You have always worn your flaws upon your sleeve and I have always buried them deep beneath the ground, dig them up, let's finish what we've started, dig them up, so nothing's left unturned- continuó Harry, dando paso al último verso de la canción.
-When all of your flaws and all of my flaws are laid out one by one, a wonderful part of the mess that we made we pick ourselves undone- finalizó Liam, y toda la clase estalló en aplausos. Mis mejillas, a su vez, estallaron en infinitas tonalidades de rojo. Pero lo había hecho, bien, y eso era lo que contaba.

*Oriana Núñez*

Por alguna extraña razón, el universo se había puesto en contra de mí y la señorita White, Diana, me había mandado a pintar decorados mientras ella hacía no-sé-qué con otros alumnos de la clase de teatro. Como por ejemplo, mi suertudo novio. No entendía qué mosca le había picado a Diana, pero cinco minutos después de empezar la clase, nos mandó a mí y a otros nueve alumnos detrás del escenario a pintar decorados inacabados; que encima estaba segura que nunca más se iban a utilizar. Yo solamente quería practicar mi papel y punto. Pero no, el universo en contra de Oriana. Cogí la brocha con más fuerza y acabé de rematar con pintura blanca una medio luna que apareció en mi camino hace media hora.
-Disculpa- una voz femenina llamó mi atención. Levanté la vista, dejando la brocha dentro el bote de pintura-, ¿Sabes dónde podría encontrar pintura blanca?- me reí nerviosa, yo era la que tenía el último bote.
-Yo tengo, aunque era el último que quedaba. Pero podemos compartirlo, si quieres- sonreí, ganándome una linda sonrisa de parte de la castaña que me había hablado.
-Claro- se sentó a mi lado, con un trozo de cartón en las manos-. Me llamo Eleanor- tendió su mano, y volviendo a dejar la brocha dentro del bote de pintura, se la estreché.
-Oriana, un gusto- reí levemente-. ¿Para qué necesitas la pintura blanca, por cierto?- cogí la brocha de nuevo, y ella mojó la suya en la pintura.
-Me han mandado pintar esto de blanco- se encogió de hombros-, pero realmente no sé por qué- carcajeó.
-Yo tampoco sé por qué estoy pintando esta luna, si lo único que quiero hacer es practicar mi papel- resoplé. Eleanor me envió una mirada comprensiva.
-Yo creo que Diana me tiene manía- me contó, hablando bajito, como si fuese un secreto. La miré extrañada, ya que a la profesora White parecía gustarle todos sus alumnos.
-¿Eso crees?- enarqué una ceja, y ella asintió con la cabeza realmente convencida.
-El año pasado, la obra que íbamos a representar, me aprendí el papel de la protagonista de pies a cabeza, y aunque muchos de mis compañeros me dijeron que fui la que sin duda mejor lo hizo, no me escogió. Ni siquiera para un papel secundario. Ala, a montar decorados- elevó las manos al cielo, indignada.
-Qué fuerte- me tapé la boca con mi mano libre. La de cosas que una se entera.
-Así que llegué a la conclusión de que o me odia o me tiene una manía que no se aguanta, y mira que llegué nueva el año pasado- rodó los ojos, esparciendo la pintura blanca por el cartón-. El universo está en contra de mí- no pude evitar reirme; era justo lo que yo había dicho.
-Y eso que has dicho, ¿En serio viniste nueva el año pasado?- asintió con la cabeza-. Perdón que te lo diga, pero hoy es la primera vez que te veo- me mordí el labio, pero para mi sorpresa, Eleanor se rió a carcajadas.
-No pasa nada- sonrió divertida-. En realidad, intenté pasar desapercibida porque no sé, estaba un poco intimidada al llegar a una nueva ciudad y no conocer a nadie, ya sabes- rodó los ojos, riendo ligeramente poco después-; y supongo que conseguí mi objetivo.
-¿Y no hiciste ningún amigo o algo?- pregunté, un poco cortada. No sabía como se iba a tomar mi pregunta, la verdad.
-Nop- recalcó la p, sin ningún rastro de tristeza en la voz. De alguna forma eso me hizo sonreir. No tenía a nadie; pero ahora me tenía a mí, y a otros seis idiotas que seguro que también le caerían bien.
-¿Pues sabes qué?- ella negó con la cabeza, confundida-. Hoy te voy a presentar a mis amigos- volvió a negar con la cabeza, ahora nerviosa.
-No hace falta, Oriana, soy un bicho raro, no quiero asustarles- bajó la mirada al bote de pintura, colocado en medio de nosotras. Me reí a carcajadas.
-Mis amigos son los bichos más raros del universo, no te preocupes por eso Eleanor- me regaló una sonrisa, así que tomé eso como una aceptación a mi invitación anterior.

*Harry Styles*

El profesor Abbot nos dejó salir de clase diez minutos antes del timbre. No teníamos nada mejor que hacer y ya todos los grupos habían cantado sus versiones de canciones, así que por esa razón nos dejó. Ya que Niall y Annie morían de hambre, o al menos eso decían ellos, nos dirigimos todos a la cafetería. No había nadie aún, pero ya podíamos coger nuestro almuerzo. Me cogí un plato de nuggets de pollo (cosa un poco rara porque solo los hacían cuando era un día especial) y un refresco y me senté en mi sitio de siempre al lado del rubio, quien disfrutaba también de unos nuggets con ketchup. Se hacía un poco raro no escuchar el bullicio constante que caracterizaba la cafetería, pero pocos minutos después, cuando sonó el timbre, en seguida se llenó de alumnos.
-¡Hola chicos!- saludó Oriana llegando a nuestro lado, colgada del brazo de una castaña que no había visto nunca-. Os presento a Eleanor- la chica sonrió, agitando la mano en el aire, pero sin mirar a nadie en absoluto.
-Hola Eleanor- saludó Niall, y los demás hicimos lo mismo-. ¿Eres nueva?- añadió, mordiendo después su comida.
-No, bueno, no realmente- se encogió de hombros, sentándose al lado de Ori-. Vine nueva el año pasado, pero supongo que he pasado muy desapercibida. Aunque ése era mi propósito- rió.
-¿Y eso?- pregunté yo, extrañado.
-No lo sé, acababa de llegar de una nueva ciudad y pues estaba un poco asustada- volvió a encogerse de hombros-. Oriana ha sido prácticamente la primera persona que ha establecido una conversación de más de cinco minutos conmigo, en este instituto.
-Pero ahora serás nuestra amiga- intervino Ori, y todos nosotros asentimos con una sonrisa en la cara.
-No te librarás de nosotros tan fácilmente- Louis intentó imitar una risa maligna, pero acabó con él tosiendo sin parar y todos los restantes riendo a más no poder, incluyéndome.
-Oops, tengo ketchup en el dedo- rió Annie y sin decir nada, Niall cogió su dedo e intentó morderlo-. ¡Niall Horan!- chilló ella, apartando el dedo rápidamente. Me dolía la barriga de lo mucho que me estaba riendo-. Si quieres morder algo que sea a tu novia.
-¡Annie!- exclamó el rubio, con las mejillas teñidas de un fuerte color rojo. Juro que no podía dejar de reir, y viendo el panorama que había en la mesa, los otros seguramente tampoco podían.
-Hablando de Lucy- murmuró Liam divertido, y todos giramos la cara para ver a la pelirroja caminando hacia donde estábamos.
-Hola Nialler- se sentó al lado del duende, dándole un beso en la mejilla para después dejar su bandeja en la mesa. Quizás había olvidado comentar el hecho de que Lucy llevaba sentándose con nosotros desde la semana pasada, por insistencia de Niall-. Hola chicos- sonrió, saludando al resto.
-Lucy, ella es Eleanor- comentó su novio, señalando a la castaña. Ésta sonrió y sacudió la mano-. Es nuestra nueva amiga- rió.
-Aw, encantada Eleanor- le sonrió de vuelta.
-¡Hey, Zayn!- exclamó Oriana de golpe, casi interrumpiendo a Lucy-. ¿Cómo te ha ido con la directora?
-Oh, sí Zay, ¿Cómo te ha ido con la directora?- repitió la skater, enarcando una ceja. ¿Qué demonios me he perdido yo aquí?
-¿Qué ha pasado?- preguntó Liam, casi leyéndome el pensamiento.
-Cameron- medio explicó Oriana-. Eso lo resume todo- se encogió de hombros, mordiendo su manzana.
-¿Ese capullo? Dime que no le has pegado, Zayn- Louis se cruzó de brazos, raramente serio.
-Oh, sí que lo ha hecho. Y en medio de clase- intervino Ori, y todos clavamos la mirada en Zayn.
-Mirad chicos, no quiero volver a hablar de esto pero se pasó de la raya, y mucho, y no pude contenerme- jugueteó con las patatas fritas de su bandeja. Ann rodeó sus hombros con el brazo para poder abrazarle, y le susurró algo en el oído que nadie más pudo escuchar.



Ahora mismo debería estar estudiando para un examen pero os he subido capítulo. Lo he acabado hace como diez minutos?? Y no sabía que más poner la verdad ugh y así ha quedado lol. Espero que os haya gustado y si no pues muy mal porque encima de que os escribo capítulo el día antes de un examen, y ni siquiera he estudiado nada. Bien por mí, yep. Anyway, os quiero y nos vemos (lo intentaré) pronto. xx

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