jueves, 22 de mayo de 2014

Chapter twenty four.



*Louis Tomlinson*

Por fin era viernes y me sentí realmente feliz. No porque era el último día antes del fin de semana, aunque también; si no porque hoy era mi cita con Phoebe. Estaba que temblaba de la emoción, lo juro. Había sido un idiota y me olvidé completamente de llamarla y decirle algo sobre la cita, pero por suerte hoy la vería. Una tonta sonrisa se formó en mis labios al pensarlo. Bajé a desayunar las ricas tostadas con nutella que Lottie nos estaba preparando y la saludé con una beso en la mejilla después de coger una del plato. Las pequeñas, ya sentadas en la mesa, devoraban un par de tostadas cada una. Besé sus mejillas y me senté al lado de Daisy. A los pocos minutos bajó Fizzie, quien besó mi mejilla antes de sentarse a mi lado. Éramos unos cariñosos, pero solo por la mañana; por la tarde me dedicaba a chincharlas.
-Lou, mamá dijo que hoy tienes que llevar a Phoebe y Daisy al colegio ya que ella no puede- me avisó Lottie antes de meterse la tostada en la boca. Rodé los ojos, fastidiado. Siempre que tenía que llevarlas al colegio, yo llegaba tarde. Igualmente acepté. Los tres fuimos a buscar nuestras mochilas a nuestros cuartos y al bajar, ayudé a mis hermanas a ponerse las chaquetas a juego que tenían. Se veían adorables. Me despedí de Fizzie y Lottie, y agarrando una mano a cada una de las gemelas, fuimos rumbo a su colegio. Después de caminar por lo menos quince minutos, finalmente llegamos. Me puse de cuclillas enfrente de ellas.
-Portaros bien chicas- las dos pequeñas asintieron-. Y si algún niño tonto os molesta no olvidéis lo que os he enseñado- les guiñé un ojo, haciéndolas reir. Las dos a la vez me abrazaron fuertemente.
-Adiós Lou- se despidió Phoebe, y cogiendo la mano de su hermana corrieron a juntarse con sus amigas. Me levanté y cuando comprobé que las dos habían entrado sanas y salvas dentro del colegio, me giré dispuesto a irme al instituto, pero me asusté al ver quien tenía detrás de mí. Phoebe se rió de mi cara y cuando calmó su risa, besó mi mejilla.
-Buenos días Louis- saludó alegremente, enamorándome un poco más con su dulce sonrisa.
-Hola Phoebe, ¿Qué haces aquí?- pregunté curioso. Echamos a andar para evitar llegar tarde a nuestra primera clase.
-Acompañé a mi hermanito porque mi madre no podía- hizo una mueca-. ¿Y tú?- rió.
-Lo mismo- reí con ella-. Bueno, yo vine a dejar a mis hermanas pero igual porque mi madre no podía- me encogí de hombros.
-Tus hermanas son adorables- sonrió tiernamente-. Oye Lou, no me llamaste- hizo un puchero con los labios. Me metí las manos en los bolsillos.
-Lo siento, me olvidé completamente- confesé apenado-, ¿Pero la cita sigue en pie, verdad?
-¡Claro!- exclamó-. ¿Pero dónde iremos?- preguntó con una sonrisa inocente.
-Pensaba ir al cine, ¿Te apetece?
-Perfecto- aplaudió, haciéndome reir-. ¿Vamos después de comer?
-Te pasaré a buscar- sonreí. Me besó en la mejilla cuando nos detuvimos en la entrada del instituto. El camino se me había hecho muy corto.
-Genial, luego te veo- me guiñó un ojo y corriendo se perdió entre los estudiantes que todavía vagaban por el pasillo. Suspirando fui a mi taquilla, cogí el libro de historia y me dirigí a clase.

*Harry Styles*

Salí medio dormido de la clase que tenía ahora, que para ser honesto no tenía ni idea de cuál era, solo seguí a un chico que veía todos los viernes por la mañana y siempre se metía en la misma clase que yo. En fin, fui caminando a paso lento hasta el jardín donde siempre pasábamos las horas libres y me recosté en la hierba a dormir mientras esperaba a que llegasen mis amigos. Pasaron menos de cinco minutos cuando sentí que alguien se sentó encima de mi estómago. Por el peso de esa persona, adiviné que no era ninguno de los chicos, y al abrir los ojos descubrí que era Annie, riéndose. Lou estaba sentado en el banco de piedra riéndose también. Así que me uní a ellos.
-¿De qué os reís?- pregunté entre mis carcajadas.
-De que estabas durmiendo ricitos- Ann me sacudió los rizos y rápidamente se levantó de mi estómago a refugiarse en el brazo de Louis.
-Tengo mucho sueño- cerré de nuevo los ojos, pero esta vez sin la intención de dormir. Crucé los brazos detrás de mi cabeza.
-¿Y eso por qué?- preguntó un Louis curioso, enarcando una ceja.
-Mi hermana se paso hooooras hablando por teléfono y no me dejó dormir hasta muy tarde- refunfuñé, causando sus risas de nuevo.
-Hoy vamos a tu casa a dormir, ¿Verdad?- Ann recostó la cabeza en el hombro de Lou.
-Claro- sonreí, todavía con los ojos cerrados-. ¿Sabes llegar a mi casa o quieres que pasemos a buscarte?
-Le diré a Zayn- rió divertida. Oh verdad, ellos siempre van juntos a todas partes.
-¿Ya tenéis alguna idea para la canción?- la pregunta de Lou hizo que abriera los ojos. Había estado pensando en lo de la canción y tenía una frase perfecta.
-Yo tengo una frase que me gusta mucho, pero solo eso- sonreí-. Se la puse a Ori en una de las notas- no pude evitar sonrojarme. Ayer dijo que el chico de sus notas era un ángel, y eso enterneció mi corazón.
-¿Cuál es?- interrumpió Annie antes de que la dijese.
-Creo que fue la segunda- anuncié antes de recitarla-. Though I try to get you out of my head, the truth is I got lost without you.
-Aw es una frase preciosa- elogió Annie dulcemente. Susurré un gracias, cerrando los ojos de nuevo.
-¿Tú no querías cantar, verdad Ann?- Annie no contestó pero imaginé que negó con la cabeza como respuesta-. Entonces podríamos pensar en una melodia para una sola guitarra. ¿Qué os parece? Así todos hacemos algo.
-Perfecto- dijimos Ann y yo a la vez, haciéndonos reir fuertemente. Escuché unos pasos que se acercaban y abrí un ojo para ver como Niall se sentaba a mi lado en la hierba, y Liam al lado de Annie.
-Hola chicos- saludó Nialler, animado-. ¿Qué hay?
-Estábamos hablando de vosotros- mintió Louis y ya me imaginaba su sonrisa traviesa aunque tuviese los ojos cerrados de nuevo.
-¿De lo genial que soy, verdad?- bromeó el rubito, divertido.
-En realidad- Lou pausó antes de hablar-; de lo genial que es Liam- el anteriormente mencionado, Ann y Louis se rieron a carcajadas. Abrí los ojos, y ante el tierno puchero de Nialler no me contuve y lo abracé. Si es que cuando se pone adorable te dan ganas de achucharlo.
-Al menos Harry me apoya- me devolvió el abrazo, usando un tono de voz triste y claramente falso-. Gracias Harold, tú sí eres un buen amigo.
-Pasaré por alto el hecho de que me hayas llamado Harold- dije todavía con el duende aprisionado entre mis brazos.
-Suéltame rizos de chocolate, me asfixio- me empujó de los brazos pero yo solo lo apreté más fuerte, haciéndolo reir-. Venga Harry- suplicó y no me quedó de otra que soltarlo.
-Ya te extraño Nialler- acabé por decir después de menos de treinta segundos.
-¡Oh! Ahora que pienso- exclamó Annie, pero antes de que pudiese continuar Louis la interrumpió medio riendo.
-Por una vez que piensas- Ann se rió a carcajadas, pegándole un golpe en el hombro.
-Cállate Tommo- negó con la cabeza, calmando su risa-. Lo que sea. Harry, ¿Tienes una guitarra en tu casa o cojo la mía?- me preguntó.
-Yo traeré la mía- comentó Niall encogiéndose de hombros.
-También puedes traer la tuya- le sonreí a la skater-. Igualmente no tengo guitarra- reí. A lo lejos se escuchó el grito de Zayn llamando a Annie por el apodo que le había puesto el primer día que se conocieron. Mucha gente ya sabía que Zayn llamaba así a Annie, pero eso no evitó que un montón de curiosos se girase a ver al moreno corriendo hacia nosotros con Ori unos cuantos metros detrás caminando tranquilamente e ignorando las miradas de los otros. Empecé a reirme exageradamente, acompañado de Niall y las miradas extrañadas de Lou, Ann y Liam. Lo siento pero la cara de Zayn corriendo siempre me pareció muy graciosa. Llegó al lado de Liam, intentando recuperar el aire perdido. Mientras éste se recuperaba de la larga carrera, Ori llegó y se sentó encima de la mesa de piedra.
-Hola chicos- nos saludó Oriana con una bonita sonrisa. Me quedé como bobo mirándola, preguntándome cuándo podría volver a besar sus labios. Ya los echaba de menos, la verdad. Fingí que miraba las nubes cuando me pareció que volvía la vista hacia mí.
-¿Me estás oyendo Harry?- preguntó Ann a carcajadas. Dejé de mirar las nubes para mirarla a ella, preguntándole con la mirada qué decía-. ¿Puede venir Ori, cierto? A tu casa, me refiero- aclaró.
Fijé la vista en Oriana, quien se mordía el labio inconscientemente. Oh, lo que daría por poder morder sus lab- Harry céntrate. Le sonreí, a lo que me devolvió la sonrisa.
-Claro que sí, puede venir- Annie dio un par de palmadas, emocionada; pero antes de que pudiese decir algo más Ori la interrumpió.
-Me encantaría ir pero creo que os molestaría, ¿No? Tendréis que estar concentrados para escribir vuestra canción y esas cosas- rió suavemente.
-¡Qué cosas dices, mujer! Tú nunca molestas- Louis le guiñó un ojo juguetonamente a Oriana y ella se empezó a reir.
-Está bien, vale; iré- finalmente dijo, y en mi mente no podía parar de saltar de la emoción. Harry, cálmate.

*Liam Payne*

Acabó la hora libre. Por suerte ahora teníamos taller optativo así que los cinco y Annie nos dirigimos hacia allí. Me paré un momento en medio del camino a atar mi zapato, ya que los cordones estaban sueltos y les dije a los chicos que fuesen tirando. Llegué corriendo a donde ellos estaban, ya a punto de entrar en clase y me puse detrás de Ann. Pero justo cuando entrábamos, el profesor Abbot salía de allí. Fijó la vista en nosotros dos, los únicos que todavía no habíamos entrado al aula y sonrió. Oh no.
-Annie, Liam; ¿Podríais hacerme un favor?- suplicó y Ann asintió con la cabeza para que continuase hablando-. Me he dejado unas hojas en la sala de profesores pero si me marcho el caos que hay aquí dentro será peor- señaló dentro de la clase, donde por lo que al menos pude ver, fue a un Louis tocando la guitarra como si fuera un cantante de heavy o algo parecido y a otro par de chicos tocando el triangulo fuertemente-. ¿Os importaría ir a buscarlos por mí? Están en mi mesa, son los únicos papeles que hay allí así que enseguida los veréis. Gracias chicos- nos sonrió para después cerrar la puerta en nuestras narices sin siquiera dejarnos contestar. Entonces recordé que Annie estaba a mi lado. Que iba a pasar tiempo a solas con ella. Los colores subieron rápidamente a mi cara al mismo tiempo que me giraba a verla. Me miraba con una tímida sonrisa en los labios y un leve tono rosa en las mejillas.
-No tengo ni idea de dónde está la sala de profesores- rió tiernamente, haciéndome sonreir por lo adorable que era su risita. Por poco olvidé responder al estar embobado mirando su bello rostro. Madre mía Liam, compórtate.
-Yo sé donde está- sonreí nervioso. Quedé un poco tonto; obviamente tenía que saber dónde estaba. Ella era la nueva, no yo. Me pegué un golpe en la frente mentalmente-. Ven vamos- sin tan solo pensar antes de hacerlo, agarré su mano y tiré de ella por el pasillo. Claro que estaba sorprendida por lo que había hecho, pero más lo estaba yo. Pensé en romper nuestra unión de manos y disculparme, pero cuando me apretó ligeramente la mano me giré a verla; sonreía totalmente ruborizada, mirando al suelo. Así que también sonreí y no separé mi mano de la suya hasta llegar a nuestro destino. De mala gana, solté su mano para llamar a la puerta al mismo tiempo que la abría para sacar mi cabeza por un hueco. No había nadie. Rodé los ojos y abrí la puerta del todo, haciéndole un gesto con la mano a Ann para que pasase ella primero. Murmuró un gracias, más roja que un tomate. Cerré la puerta detrás de nosotros. Ahora el problema es que no sabía dónde estaba la mesa del profesor Abbot. Annie se giró a verme y yo solo me encogí de hombros; a lo que ella se rió. Su risa se cortó de golpe y corriendo hacia donde estaba, me cogió la mano para después empujarme debajo de una mesa y escondernos allí. Fui a decir algo, pero su mano me tapó la boca antes de que un solo sonido saliese de mis labios. Me suplicó con los ojos que no dijese nada. Confundido obedecí. Entonces la puerta se abrió y enseguida se cerró con un portazo. Alguien entró murmurando insultos sin parar. Sus pasos se oían por toda el aula y cuando pasó por delante de nosotros, reconocí el calzado del propietario. Era el profesor de biologia. Del que le había cogido mucha manía después de sacarme dos veces de clase en menos de un mes. Rodé los ojos y giré la cabeza hacia Annie, quien curiosamente me miraba. Noté una chispa de miedo en sus ojos, quizás por el hecho de poder ser descubierta en el aula de profesores junto a un chico y debajo de una mesa. Pero fue su culpa; ella me arrastró ahí. Aunque gracias a ese gesto no tendría que haberme enfrentado al amargado de biologia. Le sonreí, en un intento de que se calmara. Me devolvió la sonrisa, tímidamente. Apoyó su cabeza en mi hombro y hasta ese momento no me di cuenta de que nuestras manos seguían juntas. Y a decir verdad, me sentía muy cómodo. El amargado se marchó después de diez minutos haciendo quién sabe el qué y por fin pudimos salir de nuestro escondite. Salí primero de allí, tendiéndole una mano a Annie para que se levantara una vez ya estaba yo en pie. Buscamos rápidamente con la mirada el escritorio del profesor Abbot, hasta que Annie señaló uno al fondo. Nos acercamos y en un pequeño rectangulo cerca de un libro de música se podía leer Gale Abbot. Así que ése era el suyo. Ann agarró las hojas que nos había dicho el profesor y finalmente abandonamos el lugar, de vuelta al taller de música.

*Annie Stonem*

Suspiré, con el libro de biologia aferrado a mi pecho, y entré en clase a paso lento. No me apetecía para nada ahora hacer biologia, pero era lo que tocaba. Además, ya era la última clase del dia, tenía que resistir. Eché un vistazo a toda la clase y vi que el bueno de Liam me había guardado un sitio a su lado, o eso esperaba. Reí internamente mientras me acercaba.
-¿Puedo sentarme o el sitio está ocupado?- pregunté en un intento de parecer más valiente y menos tímida frente a él; pero fallé. Noté como mis mejillas empezaron a arder, reprochándome mentalmente.
-Te lo estaba reservando, en realidad- rió dulcemente. Asentí con la cabeza, un poco más sonrojada que antes y ocupé el sitio a su lado. Iba a darle las gracias pero el estruendo que hizo el profesor me hizo dar un bote en mi asiento y girarme a verlo. Había dejado los libros en la mesa con un golpe seco, se veía más malhumorado que cuando entró en el aula de profesores insultando al ¿Aire? Este señor está loco, qué miedo. Miré a Liam asustada, haciéndolo reir. Empecé a reir yo también, pero cuando me quise dar cuenta ya teníamos al profesor delante de nosotros dos, con los brazos cruzados sobre el pecho y peor cara que antes, si eso era posible.
-¿Me podríais decir que os hace tanta gracia?- Liam y yo ya habíamos dejado de reir, mirando al profesor realmente asustados esta vez. Le eché una rápida miradita a Liam, pero él no contestaba. Y yo no iba a decir que me estaba riendo porque él estaba loco-. ¿Nada?- sonrió irónico-. Al pasillo, los dos- gritó lleno de furia. Recogimos nuestras cosas y sin rechistar salimos de allí. Caminé un poco lejos de la puerta hasta encontrar un sitio perfecto para sentarme en el suelo y apoyar la espalda en la pared. Dejé el libro a mi lado.
-Ya van tres veces que me manda al pasillo y acabamos de empezar el curso- refunfuñó Liam sentándose a mi lado en el suelo.
-Para mí ya son dos- le saqué la lengua, haciéndolo reir-. Creo que no vendré más a sus clases y solo iré a los exámenes y me pondré al lado de James para copiarle.
-No, yo me pondré al lado de James- entrecerró los ojos, pero estalló en carcajadas poco después.
-Ya veo lo poco que me quieres- antes de que pudiese pensarlo, ya lo había dicho. Liam abrió los ojos, un poco sorprendido y yo no podía con la vergüenza que estaba pasando. Le apareció una media sonrisa en los labios, sonrojándose levemente.
-Claro que te quiero Ann- murmuró tímidamente. Podía jurar que oía fuertemente los latidos de mi corazón acelerarse. Me ardía la cara, más que nunca en mi vida y por un momento pensé que iba a estallar. Decidí no decir nada, simplemente porque las palabras no salían de mi garganta. Apoyé mi cabeza en su hombro justo como había hecho esta mañana.
-No te devolví el jersey- comenté en un murmuro cuando por fin conseguí hablar. Liam se puso a jugar con los dedos de mi mano, distraído.
-No importa Ann, esta tarde me lo devuelves- murmuró de vuelta, concentrado en hacer ondas con mi dedo índice. Reí tiernamente de su adorabilidad, porque él era realmente adorable. Estuvimos un rato más en silencio. Él todavía jugando con mis dedos, y yo mirando como lo hacía. Hasta que me decidí a decirle lo que hacía rato quería decirle.
-Yo también te quiero, Liam- fue más un susurro, pero sé de sobras que me escuchó. Besé su mejilla rápidamente para después volver a la posición de antes, notando una gran sonrisa en su rostro.




Muero de amor aw. Anyway, hola chicas (: Esto ya es un record, es el tercer capítulo que subo en este mes cuando llevaba subiendo los otros uno cada mes, oops. Lo siento por no subir tanto como solía hacerlo con los caps de mi otra novela. Me estoy poniendo las pilas para escribir tan rápido y seguido como hacía antes. Bueno, espero que os haya gustado el capítulo e intentaré subir antes del día 3O. No prometo nada, pero si no entonces subiré más tarde. Sorryyy. Os quiero xx
P.D. Mañana mi amiga y yo iremos a ver The Vamps omg ya que tocan en el Primavera Pop en Barcelona y mi padre nos llevará jiji anyway, bye!

martes, 13 de mayo de 2014

Chapter twenty three.


 
*Oriana Núñez*

Justo cuando entraba para clase de lengua, mi novio salía de ahí con la mochila en el hombro y una nota en la mano. Me besó fugazmente en los labios y mientras caminaba hacia atrás me contó que tenía hora en el médico, así que se saltaba lengua. Entré a clase después de hacer un pequeño mohín y me senté al lado de la ventana. Daba la casualidad que la clase de lengua tenía vistas a la pista de baloncesto, y justo a esa hora Louis tenía clase de educación física. Además, para mi suerte, estaban jugando ahí. En un momento de despiste, Lou me pilló mirándolo y me saludó con la mano; justo en el momento que un chico de pelo largo le pasaba el balón y le rebotaba en el brazo. Intenté aguantarme la risa, ya que estaba en clase y el profesor explicaba algo de lo que para ser sincera, no tenía ni idea de qué era. Me pasé el resto de la clase mirando jugar a Louis; o para ser más exacta, mirando todos los pelotazos que recibía durante el partido que estaban jugando. Acabaron diez minutos antes que nosotros, para que les diese tiempo a cambiarse. Esos diez minutos se me hicieron eternos, ya no tenía algo para entretenerme. Justo sonó el timbre que me levanté de mi asiento como una bala, recogí todas mis cosas y me fui a mi taquilla. Al abrirla noté un papelillo que caía hasta posarse en mi zapato. Guardé mis cosas dentro de la taquilla, y con un leve tono rosa en mis mejillas agarré el papel con los dedos.
"I'm in love with you and all your little things - E"
Todavía no había encontrado quién era mi chico misterioso. Me moría de ganas de saber quién era. Mañana ya me pondría a buscarlo. Suspiré, saqué mi mochila de la taquilla y la cerré cuidadosamente mientras cerraba la nota en mis manos. Me puse a andar y justo cuando fui a girar la esquina, la cabeza rizada de Harry me asustó. Él se llevó una mano al pecho, también asustado.
-Me ha dado un paro cardíaco- dramatizó el chico de rizos chocolate. Rodé los ojos, riendo. No pude evitar morder mi labio-. ¿Qué es eso que llevas en la mano?- señaló la nota de papel entre mis dedos. No sé por qué, por su tono de voz noté que él mismo ya sabía la respuesta, pero lo dejé pasar. Se lo di para que mirase la frase que me había escrito mi chico anónimo.
-¿No es un ángel?- suspiré cuando me devolvió la nota. Abrió sus verdes ojos, levemente sonrojado y lo miré confundida. Apartó la mirada, riendo nerviosamente. ¡Este chico sabía algo y no me lo había dicho!-. ¡Tú sabes quién es!- casi grité señalándolo con el dedo. Enarcó una ceja, pensativo-. Yo sé que lo sabes, anda dime Hazza- supliqué con un mohín en los labios.
-Y-yo no- negó con la cabeza, mordiéndose el labio. Se sacudió el pelo para después volver su mirada en mí-; no sé nada Ori.
Se veía adorable con el pelo revuelto de esa forma y el pequeño hoyuelo de su media sonri- basta Ori, concéntrate. Junté mis manos delante de mi cara, poniendo ojitos de cachorrito. Sonrió tímidamente. Todavía tenía ese leve tono rosa en las mejillas.
-Por favor Harry- supliqué con voz de niña pequeña. Si eso no funcionaba ya no sé qué haría. Harry volvió a negar con la cabeza.
-Lo siento Ori, no puedo ayudarte- se encogió de hombros y fastidiada pataleé una bola de papel que me encontré en el suelo. En un rápido movimiento me besó la mejilla y antes de irse me dijo en el oído:-. Solo te diré que no te comas el coco pensando, quizás la verdad está más cerca de tí de lo que tú crees.
Me quedé mirando como se alejaba por el pasillo casi corriendo, como un niño travieso, mientras llevaba mi mano al lugar donde antes me había besado Harold.
-¿Oriana?- Nialler pasó las manos delante de mi cara varias veces. Me giré a ver a mi amigo-. Acabo de ver a Lucy salir- se mordió una uña, nervioso.
-Entiendo- reí flojamente asintiendo con la cabeza-. Vamos duende, voy contigo- Niall aplaudió felizmente y cogiendo mi brazo me guió hasta su amada. Vamos, hasta Lucy.

*Liam Payne*

Después de comer la deliciosa comida que había preparado mi madre, la ayudé a lavar los platos y seguidamente me fui directo a mi habitación. Me puse a hacer los deberes pendientes de biologia y cuando acabé, no eran más que las cuatro y media de la tarde. No tenía nada por hacer. Decidí encender el ordenador y quizás cotillear un poco a mis compañeros de clase. Así es como me entero de muchas cosas, a parte de las muchas más que ya me cuenta Niall. Todavía no sé como se puede enterar de tantas cosas. Inicié sesión en Facebook y sin saber como, acabé en el perfil de Annie, mirando sus fotos. La foto que tenía de perfil era mi preferida. Estaba como en un bosque, ya que se veían un montón de árboles detrás de ella, y mostraba su bonita sonrisa. La foto tenía una frase escrita en la descripción. ''Everything will be okay in the end. If it's not okay, then it's not the end''. Pasé de foto y durante un buen rato, me puse a mirarlas. Cuando ya me cansé, pasé a darle un vistazo a su muro. La mayoría de cosas eran links de canciones que Annie publicaba, pero me llamó la atención una foto de hará unos seis meses o más. La foto no era suya, sino que la había publicado una tal Sophie. En ella salía Ann con unas cuantas chicas haciendo el tonto. Pero, lo que realmente me había llamado la atención, eran los comentarios. No habían muchos, pero todos se metían con Annie. El primero era de un tal Chris Austin, que lo único que decía era lo patética que se veía Ann. Y todos los otros comentarios solo le daban la razón. Eso no me pareció justo, ya que ella no era la única que salía haciendo tonterías en la foto. Sin pensarlo cliqué sobre el nombre del chico del primer comentario y nada más ver su cara, enseguida lo recordé. Recordé haberlo visto un par de veces junto con otros dos chicos los últimos días fuera del instituto, pero no acercándose. Me preocupé.

*Annie Stonem*

No quería tener que recordar todo lo que había pasado en mi antiguo instituto, pero Zayn esperaba una respuesta por mi parte. No estaba segura de como se iba a poner después de contárselo, porque nada de lo que pasó fue bueno. Nada. Y Zayn lo único que quiere es protegerme. Hay una probabilidad de que todo esto acabe en pelea. Chris, Chase y Trevor son unos idiotas, pero no tienen problema alguno con meterse en una pelea con el primero que se les crucé por el medio, y mucho peor si se mete con ellos. Ya que Zay todavía esperaba mi respuesta, dejé mis pensamientos a un lado para empezar a explicar mi historia.
-Verás, todo empezó cuando- tragué saliva sonoramente, agachando la cabeza. Después de cuatro años me seguía doliendo hablar de ellos- mis padres murieron. Falté al colegio durante aproximadamente un mes, y para cuando regresé, todo el mundo ya se había enterado. No era un chica, digamos, muy popular y apenas tenía amigas, pero mucha gente se acercó a ver como estaba. Para ese entonces, casi ya ni hablaba. Había perdido toda mi alegria y me daba pánico hablar con la gente. Así que muchos de ellos se alejaron de mí y durante un buen tiempo estuve más sola de lo que ya estaba. Después de por lo menos dos meses, empecé a reparar las piezas rotas de mi corazón e intentar salir adelante, y aunque intenté volver a acercarme a las que fueron mis amigas, nada volvió a ser lo mismo. Estaban muy distantes conmigo, pero aún así, aunque me tratasen mal, yo seguía con ellas. Siempre pensé que en el fondo seguían queriéndome. No fue así. Ese año había venido un chico nuevo al colegio, se llamaba Chris, y era un chico muy dulce. Caí enamorada de él desde la primera vez que lo vi sonreir. Como seguía teniendo confianza en mis amigas, se lo conté; pero ellas se lo dijeron a Chris. En menos de dos días ya se había enterado toda mi clase que me gustaba él, y lo peor es que me hacían burla sobre eso, todo el mundo. Incluso mis amigas y el propio Chris. Al principio acepté las burlas como una broma; era una chica demasiado ingenua. También se empezaron a meter conmigo por mis ojos, ya que por ese entonces no llevaba lentillas. Me llamaban rara, monstruo y todos los nombres que te puedas imaginar. Y después de un par de semanas ya estaba empezando a hartarme. Decidí no decírselo a nadie, porque me daba miedo perder a la poca gente que tenía de nuevo a mi lado por un ataque de ira. Me mordí la lengua, y callé. Estuve una buena temporada sin sonreir, porque todo me afectaba. No solo tenía problemas en la escuela, también en casa. De un día para el otro, Chris se me acercó y me abrazó, diciéndome que no estuviese triste. Cuando lo hizo, caí más enamorada de él de lo que ya estaba. Y por una buena temporada fuimos buenos amigos, o eso fue lo que yo creí. Se metía conmigo, me insultaba, me hacía la zancadilla, me tiraba del pelo y se reía de mí, incluso me hizo llorar una vez, pero yo seguía enamorada de él. Y cuando volvía a verme triste, me decía que no lo estuviese, y yo sonreía. Esto se alargó durante unos tres años, quizá más. En realidad fue hasta el curso pasado, cuando todavía estaba en el South London High. Ya había perdido el interés en Chris, y aunque no se lo dije nunca, creo que lo acabó notando. Si antes me sonrojaba cada vez que me hablaba, ya no lo hacía. Si antes sonreía cada vez que se acercaba, ya no lo hacía. Crecí, y al mismo tiempo, maduré. Y me di cuenta de que Chris era un idiota. Me di cuenta de que mis supuestas amigas ni siquiera pensaban en mí. Acabé con la teoria de que si me atropeyase un tren, ni se enterarían. A todo el mundo le importaba un cuerno. Pero seguían metiéndose conmigo. Y al final exploté. Me encaré a Chris, y le dije que era un idiota; que se podía ir al infierno, que no lo echaría de menos. Me encaré a mis 'amigas'; a todo el mundo en general. Aguanté hasta que acabó el curso y me cambié de instituto. Corté contacto con todo el mundo de mi antiguo instituto. No respondí llamadas, ignoré mensajes e incluso llegué a cambiar de acera si me cruzaba con alguno de ellos por la calle. Pero Chris; el idiota de Chris, no estaba contento. Y cuando no estaba contento, yo era la que recibía- suspiré-. Y lleva tomándola conmigo desde entonces. Se ha encaprichado conmigo.
-¿A qué te refieres?- Zayn se mordió la uña, preocupado por la respuesta.
-¿Recuerdas que te dije que se me rompió el skate?- pregunté, a lo que él asintió con la cabeza-. Fue Chris. Él lo rompió- vi como Zay apretaba los puños fuertemente.
-¿Te ha hecho algo más?- estaba un poco asustada por su tono furioso.
-Me lo encontré dos veces solamente, desde que empecé en el nuevo instituto- dije-. La primera vez me rompió el skate, y la segunda solo me tiraron al suelo. Pero dejemos el tema, por favor- supliqué.
-Espera, ¿Tiraron?- enarcó una ceja, confundido.
-Me olvidé. Chris siempre va con sus dos amigos, Chase y Trevor. Otro par de idiotas- rodé los ojos.
-Y otra pregunta- pidió ladeando la cabeza-. Dijiste que tenías problemas en casa, pero si vives sola y, bueno, quiero decir- lo interrumpí. Ya sabía lo que quería decir y el pobre se estaba haciendo un lío con las palabras.
-Cuando pasó eso; fui a vivir a casa de mi tia Elle. Pero era un infierno por culpa de su exmarido Keith quien me odiaba y por mi prima Mia, quien tengo la teoría de que también me odiaba. Hace un año que vivo aquí. Bueno, en realidad aquí vivía con mis padres pero tuve que mudarme con mi tia así que la casa quedó libre, porque nunca la vendí, ni dejé a nadie hacerlo. Y bueno volví aquí después de suplicarle un montón de veces a mi tia para que me diese permiso y lo conseguí y aquí estoy. Oh, además se divorció de Keith poco después. Por fin se dio cuenta de que ese hombre era un idiota.
-Todavía no entiendo cómo puede alguien odiarte, o siquiera no quererte- negó con la cabeza, indignado. Riendo me abracé a su pecho, mentalmente agradeciéndome a mí misma por elegir el instituto correcto.




Helloooo. Quizás es un capítulo un poco corto sorry .-. no tenía más ideas para este cap cx espero que os guste e intentaré subir el próximo lo antes posible. Os quieroooo (: x
P.D. ¿Qué os ha parecido lo de Annie? :o

sábado, 3 de mayo de 2014

Chapter twenty two.



*Annie Stonem*

¿Por qué tuve que aceptar irme de clase con Zayn y escaparnos a quién sabe dónde? No podía parar de preguntarme la misma pregunta una y otra vez mientras corríamos sigilosamente entre pasillos vacios. Zay era demasiado rápido, ya no podía aguantar su ritmo; pero el miedo de ser pillada me daba un pequeño empujón para seguir corriendo como alma que lleva el diablo. Al llegar a la entrada del colegio, Zayn se paró un momento, todavía cogiendo mi brazo, y miró de un lado al otro antes de echar a correr de nuevo y salir a fuera. Cuando llegamos a la mesa de piedra me tiré, literalmente, a la hierba. Estaba muerta de cansancio. Rodé sobre mi misma y en cuanto puse los ojos en los de Zayn, empezó a reirse como el loco chico que era. Sonreí, era muy tierno verlo reir de esa forma.
-Estoy muerta Zay, no puedo más- refunfuñé, sin dejar la sonrisa. No podía parecer enfadada con él.
-Lo siento, creí que venía alguien- se tumbó a mi lado, observando las nubes.
-¿Y al final venía alguien o qué?- pregunté enarcando la ceja.
-Me temo que no- volvió a carcajearse. Le pegué un puñetazo en el hombro pero eso solo incrementó su risa. Acabé riendo con él-. Oops, acaba de vibrarme el móvil- anunció, sacándolo de su bolsillo. Revisó lo que fuese que había en la pantalla y levantó medio cuerpo de golpe, quedando sentado. Imité su acto, riendo por la cara de emoción que llevaba.
-¿Qué ocurre?- empujé su hombro con el dedo, curiosa. Me puso la pantalla de su móvil delante de la cara, pero tan cerca que tuve que alejar su mano para dejarme ver qué era lo que me estaba enseñando. Abrí la boca a más no poder, miré a Zayn todavía con esa expresión, y sin previo aviso nos pusimos a gritar como un par de crias. Momento fangirl, lo siento-. Eres un maldito suertudo- chillé abrazándolo. Me abrazó de vuelta fuertemente.
-Llevo esperando este momento desde hace siglos- aseguró, dándole énfasi a la última palabra.
-Me alegro mucho por ti Zayn- le tiré de la oreja, sacándole la lengua. Y os preguntaréis, ¿Qué demonios ha pasado? Pues que al maldito suertudo de Zayn le acaban de seguir Little Mix en Twitter. Zay y yo nos declaramos grandes fans de ellas.
-Ahora tengo una duda, ¿Y si la que me ha dado el follow ha sido Perrie?- empezó a morderse las uñas-. Mi futura esposa me acaba de seguir, no puedo asimilarlo- se tumbó de nueva en la hierba, con los ojos bien abiertos.
-¿Pero y si ha sido Jade, o Jesy o- me interrumpió, incorporándose de nuevo.
-¡Shh, calla, no digas nada! Déjame soñar- rió divertido. Rodé los ojos mientras sonreía.
-Así que tu preferida es Perrie, ¿Eh?
-¿Obvio?- preguntó riendo-. Será mi futura esposa. Nos casaremos en alguna isla tropical, le dejaré decidir a ella, y tendremos tres hijos, dos chicos y una chica. Viviremos en una casa gigante y tú serás nuestra vecina. Una vieja solterona con siete gatos- le pegué un puñetazo, aún así riendo por su historia-. Era broma Annie, tú vivirás con tu marido; quién quiera que tú quieras que sea- sonrió.
-No me decido- confesé-. Estoy entre mi ángel pelirrojo o mi aussie preferido- Zayn me miró confundido, haciéndome reir-. Ed Sheeran o Ashton Irwin, tonto. Lo que pasa es que Ed siempre me ha encantado y llevo enamorada de él desde siempre pero la diferencia de edad es demasiada y Ashton también me gusta y tampoco es tanta edad de diferencia pero no es que me encante tanto como Ed- suspiré.
-Problemas en el planeta fangirl- canturreó mi mejor amigo, para después empezar a reir.
-Oh claro, como tú ya tienes toda tu vida con Perrie planeada- rodé los ojos, riendo internamente por nuestra conversación-. Pero, ¿Y si ella no se quiere casar en una isla tropical? ¿Y si en vez de dos chicos y una chica, tenéis dos chicas y un chico? ¿O todo chicos? ¿O todo chicas? ¿Y si yo no quiero ser tu vecina?- Zayn me interrumpió tapándome la boca con la mano.
-¡Basta ya! ¡Estás arruinando mi futuro!- chilló.
-Pero si todavía falta mucho- carcajeé.
-Pues déjame soñar- me sacó la lengua.
Me tumbé de nuevo en la hierba, riendo a más no poder.

*Niall Horan*

El profesor terminó de repartirnos los ejercicios y se excusó un momento, saliendo de clase al segundo después. Miré frustrado la hoja delante de mis ojos. Me giré a mirar a Ori, quien ya había empezado a escribir números.
-No entiendo ni un pimiento- le dije con el ceño fruncido. Levantó la cabeza y sonrió dulcemente cuando hice un puchero con los labios. Las chicas nunca se resisten a este sexy irlandés.
-Si prestases más atención en clase- rió. Señaló el primer ejercicio con su lápiz-. Esto lo repasamos la semana pasada Niall, y encima lo estudiamos hace dos años.
-Ori, cariño, el problema no viene de este año; no presté atención en mates nunca- palmeé su hombro, mis labios hechos una linea mientras asentía con la cabeza. Era un desastre en mates. Negó con la cabeza, riendo de nuevo.
-Muy mal rubito, muy mal- tocó la punta de mi nariz con su dedo índice y yo puse los ojos bizcos intentando ver la punta de ésta.
-A tí se te dan más o menos bien, ¿Verdad?- pregunté esperanzado.
-Sí, más o menos- sonrió divertida.
-¿Me darías clases?- supliqué juntando las manos delante de mi cara.
-Solo si prometes prestar más atención en clase- ladeó la cabeza, sonriendo de lado. Asentí repetidas veces con la cabeza.
-Está bien, lo prometo- finalmente dije, más feliz que una perdiz.
-Oh, y si prometes también pedirle una cita a Lucy Scott- mis mejillas se tiñeron de rojo. Aprobar la materia lo vale Niall, recuérdalo.
-Ugh está bien, pero solo porque quiero aprobar mates- rodé los ojos. Muy en el fondo de verdad quería esa cita con Lucy.
-Sí sí, lo que tú digas rubito- sonrió pícaramente y volvió a su hoja de ejercicios. Observé la mía durante lo que parecieron dos años, aunque solo pasaron cinco minutos, pero ya me había rendido. No tenía idea de nada.
-Oye Ori- llamé su atención y enseguida se giró a mirarme-. ¿Cómo se lo debo pedir?- murmuré tímidamente. No solía hablar de chicas que me gustaban muy a menudo. Me pellizcó la mejilla riendo suavemente y solo le dejé hacer porque quería su ayuda.
-Solo sé tú mismo y deja las cosas fluir- oh sí, un consejo genial. ¿Pero qué demonios digo?
-¿Sabes que eso no me ayuda en nada, verdad?
-Lo suponía- rió. Vamos bien, vamos bien-. ¿Te parece si te acompaño luego y se lo pides?- solo con pensar en eso empezaron a sudarme las manos. Miré a mi amiga asustado, y ella me abrazó de lado-. No se va a acabar el mundo Nialler, no me mires así- carcajeó.
-Pero seguro me dice que no- Oriana me miró como si acabase de decir que las naranjas son azules y negó con la cabeza.
-¡Cómo puedes decir eso!- casi gritó, incrédula-. Eres un chico adorable, dulce y muy guapo y sé de un par de chicas que estás loquitas por tí así que no digas nunca más en tu vida eso- besé su mejilla sonoramente. Sus palabras me habían hecho sentir un poco mejor y más confiado para pedirle la cita a Lucy.

*Zayn Malik*

Esperé a Annie junto a nuestras taquillas y después de unos cinco minutos apareció dando saltitos hasta llegar a mi lado. Besó mi mejilla, haciéndome sonreir. Guardó su libro de física dentro de su taquilla y de allí sacó también su skate.
-¿Vienes a casa?- sonrió ápliamente. Asentí con la cabeza, sacando de mientras el móvil del bolsillo de mi pantalón.
-Sip, pero primero llamaré a mi hermana para fardar de mi follow- Ann rió a carcajadas junto a mí. Que conste que quiero mucho a mi hermana, eh.
-Pon el altavoz cuando la llames- comentó Annie a risitas. Volví a asentir con la cabeza, divertido.
-Lo haré, lo haré- aseguré. Pasé un brazo por sus hombros justo cuando cruzamos la puerta de salida. Lo primero que encontramos al salir fue a Harry, Louis y Liam muy concentrados mirando fijamente a Niall y a Ori charlando con una chica pelirroja de la que no recordaba el nombre. Oriana no paraba de reirse disimuladamente, mientras Niall y la chica estaban más rojos que un tomate. Era tan adorable ver al irlandés colorado, que daban ganas de estrecharle las mejillas durante horas y no soltarlas nunca. Nos juntamos con los chicos que miraban la escena, aunque no se dieron cuenta de nuestra presencia hasta que carraspeé.
-Hola raritos- saludó Lou alegremente, dejando de mirarlos. Lo miré indignado por haberme llamado rarito. Rodó los ojos, sonriendo-. ¡Adivina lo que tengo Ann!
-¿Una chocolatina?- preguntó emocionada. Louis gritó 'BINGO' a todo pulmón, causando que todos los estudiantes que todavía estaban fuera del colegio charlando o lo que fuese, se girasen a mirarnos. Annie se encogió, avergonzada.
-Oops, perdón; ¿He gritado muy fuerte?- no pudimos evitar reirnos por la tonta pregunta del zanahorio. Seguro que hasta lo habían oído en China.
-No Lou, tranquilo; ha sido más como un susurro- Harry palmeó su hombro, irónico. Louis se cruzó de brazos.
-Sarcasmo el mínimo Harold.
-Ay, no te enfades Boo Bear- abrazó a Louis y éste no tardo mucho en devolverle el abrazo. Mientras los dos se abrazaban, Niall y Ori se reunieron con nosotros.
-¡Adivinad qué!- comentó Oriana emocionada. Niall resopló fastidiado, pero con las mejillas todavía rojas y una sonrisilla en los labios-. Niall tendrá una cita- movió las cejas de arriba a abajo varias veces.
-¿Con la chica pelirroja con la que hablábais?- pregunté. Ori asintió con la cabeza.
-Sí, se llama Lucy- pasó un brazo por los hombros de Nialler-. Estoy muy orgullosa de tí, duende.
-Gracias, supongo- rió divertido. Tenía todavía ese adorable sonrojo en las mejillas. Ann agarró la manga de mi chaqueta y tiró de ella, así que me giré a mirarla con una sonrisilla.
-Tengo hambre- se sobó la tripa-. Vamos a casa- suplicó enroscando su brazo al mío. Acepté riendo. Antes de marchar, Lou le dio la chocolatina a Annie. Nos despedimos de todos y nos fuimos rumbo a casa de mi bollito. A medio camino, decidí llamar a mi hermana, que ya seguro había llegado a casa.
-¿Sí, Zayn?- preguntó Waliyha al descolgar el teléfono. Puse el altavoz para que Annie también pudiese escuchar.
-Hola enana, adivina qué- canturreé divertido. La escuché reir.
-No sé, dime- instó.
-Adivina qué grupo de cuatro chicas de las que somos muy fans me han seguido hoy en Twitter- mi hermana jadeó, incrédula.
-¡Eres un maldito suertudo Zayn!- chilló-. ¡No me lo puedo creer!
-Ann dijo lo mismo- reí, recordando que ella también había dicho que era un maldito suertudo esta mañana-. Por cierto, llegaré más tarde así que dile a mamá que no vendré a comer.
-Ahora se lo digo- afirmó-. ¿Estás con Annie?
-Hola Waliyha- saludó Ann dulcemente.
-¡Hola Annie! A ver cuando te pasas por casa algún día de estos; te echamos de menos- ya me podía imaginar la carita que estaba poniendo mi hermana en estos momentos.
-Aw claro que me pasaré- aseguró sonriendo.
-¡Genial!- festejó felizmente-. ¿Te quedas a comer a su casa, verdad Zaynie?
-Sip; y no vulevas a llamarme Zaynie- me quejé.
-Está bien, está bien- carcajeó-. Te quiero idiota.
-Y yo a tí, tonta- sonreí, colgando segundos después. Llegamos a casa de Annie y mientras ella abría la puerta, se nos acercó alguien por detrás.
-¡BOO!- Ann y yo nos giramos chillando del susto, y Garrison se partía el culo de la risa seguramente más por el hecho de que yo había gritado como una niña.
-¡Estúpido!- gritó Annie riendo. Se acercó a él y le dio un golpe en el hombro.
-Lo siento chicos, no me he podido resistir- carcajeó fuertemente. Ann rodó los ojos, cruzada de brazos-. Está bien, ya paro- dijo riendo flojamente-. Mamá me ha mandado a decirte que te invita a comer el domingo ya que es su cumpleaños- anunció-. Oh, y Niall también vendrá así que supongo que no te aburrirás tanto- se encogió de hombros, haciendo una graciosa mueca con los labios.
-Aw bobo, tampoco me aburro tanto contigo- Ann le pellizcó una mejilla y Garrison se quejó con un gruñido.
-Lo que tú digas Stonem- pellizcó su nariz y se marchó a su casa con las manos en los bolsillos. Annie se acercó a mi oído.
-En realidad sí que me aburro- habló un poco fuerte.
-¡Te he oído!- gritó Garrison sin girarse.
-¡Ésa era la idea!- gritó Ann de vuelta, riendo-. Me muero de hambre, ¿Te apetece una pizza para comer?- se dirigió a mí mientras entrábamos por la puerta. Suspiró al darse cuenta del silencio en el que siempre estaba su casa. Pasé un brazo por su hombro y besé su mejilla, haciéndola reir. No me gustaba que Annie viviese sola, pero ésa había sido su elección y aunque ya lo hablamos una vez, no pensaba cambiar de idea.
-Una pizza será genial- sonreí. Ann dio una palmadita de alegria.
-¡Estupendo!- exclamó felizmente-. Si no te importa voy a quitarme el j- se interrumpió a sí misma, tontamente-. Oh mierda, el jersey de Liam- se sonrojó-; no se lo he devuelto.
-No creo que le vaya ha importar mucho- reí-. Ya se lo devolverás otro día Ann, no te preocupes por eso.
-¿Seguro?- se mordió el labio mirando el jersey que todavía tenía puesto. Rodó los ojos y se lo sacó mientras subía las escaleras. Pocos minutos después bajó con una coleta en el pelo y las mangas de su camiseta subidas hasta los codos-. Listo, solo tenemos que meter la pizza en el horno y a comer se ha dicho- sacó una pizza congelada para los dos, y mientras ella lo preparaba todo y la metía en el horno, yo puse la mesa. Al acabar me senté a ver un poco de televisión hasta que Annie me llamó para comer.
-¿Se te ha quemado un poco, no?- comenté divertido nada más ver la pizza medio chamuscada que había en la mesa. Annie asintió, carcajeándose fuertemente.
-No es la primera vez que me pasa. Pero te juro que está igual de rica- aseguró, todavía riendo.
-Eso lo decidirá mi estómago, querida Ann- corté la pizza en cuatro porciones y llevé una a mi boca. Bueno, sí que estaba buena. No deliciosa, pero comestible. Cuando nos acabamos la pizza, ayudé a Annie a lavar los platos, vasos y cubiertos que habíamos utilizado y nos sentamos en el sofá con un helado grande de chocolate y dos cucharas viendo una película que echaban por la televisión. A media película me cansé de lo aburrida que era, así que decidí sacar el tema que hacía rato quería hablar con Annie-. Oye Ann- zarandeé su brazo, haciendo que casi un pedazo de helado que había en su cuchara cayese al suelo.
-Zayn- refunfuñó y riendo le dije que lo sentía-. Bah, déjalo. ¿Qué querías?
-¿Me explicarías qué pasó en el South London High?- Annie dejó el helado en la mesa que había delante de nosotros. Soltó un suspiro tembloroso.
-Está bien, pero prométeme una cosa- se mordió el labio, jugando con sus manos inquietas.
-Lo que sea.
-No harás nada.
-¿Qué?- pregunté confundido.
-Cuando te lo explique lo entederás, pero prométemelo, por favor.
-Lo prometo- asentí con la cabeza, pero crucé los dedos detrás de mi espalda, por si acaso.



Hola! Esta vez no he tardado mucho en subir, eh? Bueno, supongo que estar en mi pueblo sin wifi y nada más que hacer ayuda a que escriba más so yep. Todavía estoy por ahí y volveré mañana a Barcelona pero estoy en un bar donde hay wifi así que aquí tenéis el capítulo, que quizás es un poco corto pero lo tenía que dejar así, sorry. Espero que os guste. Os quiero! x