sábado, 25 de enero de 2014

Chapter eighteen.



*Annie Stonem*

Zayn decidió acompañarme hasta la puerta de mi casa. Tuve mucha suerte de que 'mis pesadillas' no estuvieran por ahí, como ayer. Conociendo a Zayn, sería muy probable que volviese a pegar un puñetazo a alguien, y con un poco de suerte, a Chris. Pero también, conociendo a Chris, sabía que no tardaría en devolver un puñetazo. Temía que algún día todo se acabase descubriendo, y peor, que Zayn terminase herido. De momento, prefería que Zay no supiese de la excistencia de esos tres. Ni Chris ni los otros de Zayn. Saqué las llaves de casa, y suspiré cuando el silencio de allí dentro se notó al abrir la puerta. Me giré a mirar a mi mejor amigo, que miraba despistado la casa de Garrison. Hacía más de una semana que no sabía nada de ese tonto. Toqué su brazo, y enseguida sus ojos se posaron en mí. Con un movimiento de cabeza lo invité a pasar. Asintió, sonriendo tímidamente. Nos instalamos en mi cuarto. Dejé nuestras mochilas a un lado de mi cama, y cuando me giré, pillé a Zayn mirando ensimismado el póster de Perrie Edwards. El póster que siempre me pedía que le regalase. Sin pensarlo dos veces, fui hasta allí y quité el póster de la pared.
-Pero qu- se vio interrumpido cuando le tendí la imagen. Arqueó una ceja. Reí suavemente y moví mi brazo, haciendo ondear la foto de Perrie. Agarró el papel con dos dedos, mirándome desconfiado, como si en cualquier momento pudiese acabar diciéndole que era una broma. Pero no lo era. Se lo regalaba, punto. Zayn se había jugado un castigo esta tarde por mí, al pegar a Cameron. Sentía que le debía algo-. Gracias Ann- sonrió dulcemente. Dejó el póster sobre mi escritorio. Cuando dio media vuelta, me vi envuelta por sus fuertes brazos, acabando tendida en mi cama-. Te quiero mucho bollito- susurró sobre mi mejilla. Me acomodé mejor en su pecho, mientras él se ponía a jugar con un mechón de mi pelo.
-Lo sé Zay- murmuré-. Yo también.

*Oriana Núñez*

Nada más acabar de dejar el último plato en el lavavajillas, escuché de lejos la letra de Head In The Clouds de Union J, y adiviné que alguien llevaba algo de rato esperando a que contestase la llamada. Corrí a atender, sin mirar quién era.
-¡Hasta que contestas Ori!- rió la voz de mi Styles favorita, Gemma. Me reí con ella, hacía un montón que no oía su voz-. Si no te llamo yo te acabas olvidando de mí, jo.
-Qué dices Gem, quién sería capaz de olvidarte- noté como sonreía risueña aunque no la estuviese viendo.
-Que dulce- rió divertida-. Al caso, ¿Te importa si paso por tu casa y no sé, tomamos el té mientras me cuentas que tal va tu vida?- repasé mentalmente la agenda escolar. No, no tenía deberes ni exámenes ni nada. Luz verde para Gemma.
-Perfecto. Te he extrañado rubia- la escuché reir felizmente, y una sonrisilla se formó en mis labios.
-Y yo a tí tonta. Un beso, ahora nos vemos- sin dejarme contestar, colgó. Bueno, típico de ella. Su pequeña manía de colgar sin dejar a la gente despedirse.

*Harry Styles*

-Y yo a tí tonta. Un beso, ahora nos vemos- escuché a mi hermana hablar, mientras se acercaba a la cocina. Me vio y sonrió pícara-. Hey Harry, adivina a quién voy a visitar- apoyó los codos en la mesa y ladeó la cabeza, su expresión me causaba gracia.
-A ver, has dicho tonta, así que supongo que vas a ver a una chica- razoné, y mi hermana rió.
-Vaya, yo que pensaba que solo ibas a la escuela a hacer de bonito- carcajeó. Rodé los ojos, y repetí lo que dijo en tono burlón.
-Gemma, ya no voy a la escuela, tonta. Estoy en el último curso del instituto- refunfuñé, un poco enfadado.
-Tu capacidad mental no me decía lo mismo- rió fuertemente, echando la cabeza hacia atrás. Me crucé de brazos. Cuando me miró, aprobeché para asesinarla con la mirada. Me sonrió tiernamente-. Anda, no te enfades Hazza- se puso a mi lado y me abrazó.
-Quítate Gemma- pero me apretó más fuerte contra sus brazos-. ¡Gemma!- le grité, y ella rió, todavía sin soltarse.
-Por cierto, a quien voy a ver es a Ori- me besó la mejilla y salió corriendo. Me giré sorprendido, pero ella ya estaba subiendo las escaleras de dos en dos. No llegaría a alcanzarla y reclamarle nada. Pero, en verdad, ¿Qué tendría que reclamarle? No le había contado nada sobre mi plan, aunque sí sabía que no nos hablábamos desde hace tiempo. En fin, déjalo Harry.

*Annie Stonem*

Había dejado que Zayn me ayudase a preparar la comida, pero todo acabó en desastre. Por poco no acaba quemándome la cocina. Finalmente nos decidimos por pedir algo de comida china, que no tardó mucho en llegar. Zay se empeñó en lavar él los platos cuando acabamos de comer y no puse mucha resistencia, pero acabé ayudándolo; principalmente porque quería vigilarlo. Nos derrumbamos en el sofá quince minutos después, cuando acabamos.
-¿Te puedo decir algo, Ann?- me preguntó al cabo de un rato de silencio. Giré mi cara, pero él ni siquiera me miraba.
-Claro, dime.
-Me gustaría conocer a tus padres- murmuró. Y, esa simple frase, me cayó como un balde de agua fría. Se me aguaron los ojos, aunque no dejé que callese ninguna lágrima. Me levanté de un salto, Zayn se sobresaltó-. ¿Qué haces?- me preguntó cuando cogí su mano y tiré para que se levantara. No contesté, solo lo arrastré arriba, cogí nuestras chaquetas, mis llaves y algo de dinero para el autobús, y salimos de casa-. En serio, Ann, qué está pasando.
Cerré con llave la puerta, y metí la llave en el bolsillo de la chaqueta. Zay terminó de ponérsela, todavía esperando mi respuesta. Tragué saliva fuertemente, intentando sonar normal.
-Vamos a ver a mis padres- eché a andar por delante de él antes de que adivinase que tenía los ojos húmedos. Cogimos el autobús en la parada que quedaba delante del parque, y escogimos los asientos que quedaban detrás del todo. Nuestro destino estaba bastante lejos, y sabía que Zayn acabaría adivinando a dónde íbamos, pero aún así fingí mi sonrisa, sabiendo que al final no aguantaría mucho tiempo. Supe que Zayn estaba cada vez más confundido cuando solo quedamos nosotros y una pareja de ancianos en el autobús. Todavía quedaban unos cinco minutos para llegar, y adiviné que los ancianos iban al mismo lugar que nosotros, ya que llevaban un bonito ramo de flores.
-Oye Annie, la última parada que hará el autobús es en el ce- se interrumpió a si mismo. Me miró a los ojos, entre una mezcla de tristeza, confusión y molestia en su expresión-. Dime que no es verdad- suplicó. Aparté la mirada, y esperé a llegar a nuestro destino. Después de lo que me pareció una eternidad, el autobús se detuvo en su última parada del recorrido y los que quedábamos ahí nos bajamos. Hice el mismo recorrido de siempre, con Zayn detrás de mí siguiéndome de muy cerca, y me detuve frente a mis padres. Zay se puso a mi lado, miró delante y se quedó pálido.
-Zayn- suspiré a punto de llorar-, te presento a mis padres- me agaché para poder acariciar sus lápidas, como tantas veces había hecho.
-Annie- murmuró sorprendido. Se agachó a mi lado y justo cuando me abrazó, es cuando empecé a llorar a mares-. Lo siento mucho Ann, lo siento mucho- susurró sobre mi oído, y me apreté más contra su pecho.
-No te apartes de mí nunca, Zayn. Prométemelo- supliqué con la voz temblando por culpa del llanto. Zay no dudó ni un segundo en prometérmelo. Le di las gracias en un susurro, y besó mi frente, todavía sin soltarme.



Hola cupcakes! A que os mola mi saludo? A que sí? Anyway, lo siento si hay faltas o algo pero me daba mucho palo corregirlo, so sorry hehe. Tengo la sensación de que el capítulo es muy corto, idk. Lo siento, de nuevo. Espero que hayáis tenido una buena semana :) Muchos besos, os quiero.
P.D. Por cierto! Muchísimas gracias por las más de 1O.OOO visitas en la otra novela!! Significa muchísimo para mí. Y si alguien se pregunta cual es, aquí dejo el link: They Don't Know About Us. Gracias de nuevo. x

viernes, 17 de enero de 2014

Chapter seventeen.



*Liam Payne*

Oriana ya no parecía estar tan distante conmigo, así que me senté a su lado en la cafetería. Me sonrió y siguió comiéndose su manzana. Poco después se acercaron Lou y Harry discutiendo sobre alguna tontería, y Niall por detrás de ellos devorando un trozo de pastel. En todo el día no había visto a Annie. Y bueno, ni a Zayn, pero a él ya lo tenía muy visto.
-Anda mira, los desaparecidos- exclamó el duende mirando hacia la puerta de la cafetería. Allí estaban ellos dos. Vinieron hasta la mesa donde estábamos y se sentaron, sin coger nada de comer.
-¿Dónde estábais chicos?- les preguntó Ori. Ann levantó la cabeza y al mirarla a los ojos me quedé un poco bastante sorprendido. Y creo que no fui el único.
-Uo Annie pareces un monstruito- dijo Lou de broma, riendo. Me iba a reir tambien, pero al ver su cara de tristeza me preocupé. Zayn lo fulminó con la mirada. Louis se levantó y de cuclillas de puso al lado de Ann-. Hey ranita, lo siento, no quería ofenderte- agarró su cara con ambas manos y besó su frente.
-No importa Lou, no pasa nada- Louis volvió a besar su frente y se sentó donde estaba. Todos miramos a Zayn y Annie, supongo que buscando una explicación-. No me miréis así- rió.
-Mh Ann, tu ojo...- empezó a decir Niall.
-Sí, lo sé- sonrió de lado-. Nací así, con un ojo de cada color. Normalmente uso una lentilla pero esta mañana la única que me quedaba se me ha caído- se encogió de hombros.
-Te queda muy chulo- comentó Harry.
-Gracias Hazza- le sonrió, divertida. Yo también quería que me dedicara una de sus sonrisas. Relaja esos celos Payne, son solo amigos. Ya ves qué pasó al creer lo que no era.

*Zayn Malik*

Después del almuerzo, Louis, Harry y yo nos fuimos a la sala de ordenadores donde ahora teníamos informática, pero cuando llegamos una chica de melena rizada indomable nos avisó que la profesora había faltado hoy, así que teníamos las dos horas libres. Le envié un mensaje a Ann, que me contestó enseguida. Supongo que eso significaba que tampoco tienen clase. Arrastré, literalmente, a Louis y a Harry hasta el taller de cocina, y efectivamente no había profesor. Me acerqué silenciosamente a Ori, quien me daba su espalda, pero cuando estaba a punto de pegarle un susto, el tonto de Niall dijo mi nombre y Oriana se giró.
-Hola chicos- nos saludó, mirando disimuladamente a Harry. Pero Zayn Malik se da cuenta de todo. Me senté al lado de Annie. Me saludó con un beso en la mejilla, y yo pasé un brazo por sus hombros, sonriendo. Pasaron alrededor de veinte minutos donde todo fue genial, pero en un momento que me desconecté de la conversación que había en el círculo que habíamos formado, me centré en otra, y no me gustó para nada lo que decían. Recé para que Annie no la escuchara. Noté que dejaba de sonreir, y que se largaría a llorar en cualquier momento. Se estaban pasando; estaban por cruzar el límite de mi paciencia. Pero no fue hasta que el idiota de Cameron, el típico chico popular que no le importan los sentimientos de nadie más que su popularidad; lanzó su comentario sobre Annie, cabreándome.
-No me extrañaría que sus padres no quisieran estar con ella, ¿Quién quiere estar con un monstruo?- se burló, y no faltaron las risotadas de sus perritos falderos. Sabía que a esta altura todos se habían dado cuenta de lo que decían, pero eso no quiso decir que pudiesen detenerme cuando me levanté de mi silla, tirándola al suelo, lo que provocó un gran estruendo y después, un silencio absoluto en toda la sala. Todas las miradas estaban en mí. Annie susurró mi nombre. Demasiado tarde; ya tenía a Cameron cogido por el cuello de su camiseta de niño pijo. Sonrió cínico, apreté fuertemente los dientes. Los perritos falderos de ese idiota estaban en guardia. Pero todos sabían lo que pasaba cuando alguien quería pelea, conmigo. No era bueno meterse por el medio-. ¿Qué pasa, Malik? ¿Vienes a defender a la rarita?- soltó una carcajada ronca. Louis se interpuso entre nosotros cuando me estaba planteando la idea de pegarle un puñetazo o no. La idea me tentaba, pero eso supondría un castigo.
-Déjalo Zayn, no vale la pena- murmuró Lou. Asentí y me di la vuelta. Aunque claro, Cameron tenía fama por ser, también, un provocador. No le faltó la oportunidad para enfadarme todavía más, si era posible.
-¿Qué te pasa nenaza? ¿Tienes miedo de perder?- simuló un llanto, con una falsa risa al final. Nadie despegaba los ojos de nosotros. Lo ignoré-. Eres un maldito cobarde, Malik- no pude aguantar más. Me giré, sacando humo por las orejas.
-¿Qué me has llamado?- me acerqué lentamente a él, desconcertándolo. ¿Qué se pensaba, que le pegaría un puñetazo en este mismo momento? Se le tensaron los hombros, pero no dejo de lado su sonrisa burlona.
-Cobarde- vocalizó. Con las manos en los bolsillos, se había inclinado ligeramente hacia delante. Me quedé quieto en mi lugar, fijamente mirándolo. La tensión seguía sobre él, pero lo disimuló girándose a ver a uno de sus perritos seguramente a comentar otra estupidez. Aprobechando ese momento, le pegué un puñetazo lo bastante fuerte como para tirarlo al suelo. Su amigo lo ayudó a levantarse, y cuando se estaba acercando, noté como un pequeño cuerpo se interponía entre nosotros. Cameron hizo una mueca de sorpresa, con la ceja izquierda levantada. Intenté apartar a Annie para darle a ese idiota su merecido. Ann giró sobre sí misma, cogiéndome por los brazos.
-Zayn no lo hagas, por favor- susurró tristemente. Eso me enfureció más, porque toda esa tristeza la había provocado Cameron y sus estúpidos e hirientes comentarios. Levanté la vista, el idiota tenía un corte en la mejilla, de donde bajaba una pequeña gota de sangre. Se la limpió con la manga y me fulminó con la mirada.
-Zayn, vámonos. Dicen que viene un profesor- murmuró Oriana detrás mío, y asentí, todavía con la mirada en ese tipo. Los siete nos fuimos de ahí, no sin antes escuchar como Cameron gritaba que la pelea no había acabado. Se sentía humillado por no haber podido devolverme el golpe.
-Eres un tonto amigo, podrían haberte castigado si llegaban a pillarte- me regañó Niall. Miré a Ann, ella era la que me frenó. Se lo debía a ella. Levanté su cabeza con los dedos en su barbilla, y alcancé a ver como una lágrima resbalaba por su mejilla. Dejé de caminar, lo que hizo que ella también lo hiciera.
-¿Qué te pasa bollito?- pregunté preocupado. Optó por no contestarme y me abrazó lo más fuerte que sus brazos le permitieron. Escuché un susurro parecido a un gracias, que me bastó para saber que de alguna manera u otra, ella estaba bien.


Que levante la mano quien quiere matarme por subir tan tarde *todos levantan la mano*
LO SIENTO Y MIL VECES LO SIENTO! Sé que no sirve de nada pedir disculpas, pero de verdad lo siento :c Bien, subí los dos capítulos como prometí y aunque este sea muy corto, tenía que dejarlo así soooooorry cx Espero que os haya gustado, aunque sea un pocito. Un beso enorme, os quiero.

Chapter sixteen.



*Louis Tomlinson*

-... Y entonces éste es el plan de Harry- finalicé mi narración. Zayn y Annie asintieron con la cabeza prácticamente a la vez. Harry me había dado permiso para contárselo a todos ellos menos a Ori, obviamente. Y me apetecía contarlo, no sé.
-Aw que romántico, ¡Ya prodías hacérmelo a mí Zay!- bromeó Ann, codeándole. Zayn levantó una ceja, divertido.
-Sabes que me atrevo a ahora mismo ponerme de rodillas delante tuyo, así que mejor no digas nada bollito- Ann y yo soltamos una carcajada. Ni de broma me imaginaba a Zayn de rodillas delante de una chica.
-No te atreves Zayn, no mientas- lo desafió, y éste sonrió arrogante. Se puso delante de Annie justo cuando una pareja de abuelos pasaban por al lado, se arrodilló y le propuso (dramáticamente y de broma, claro está) matrimonio. La anciana detuvo a su marido a contemplar la escena. Ann muerta de la vergüenza, yo muerto de risa y Zayn sonriendo satisfecho.
-Que jovencitos más adorables- pellizcó la mejilla de Zayn cuando éste se levantó del suelo y Annie se aguantó la carcajada por la mueca que hizo el moreno-. ¿Queréis un caramelo?- abrió su bolso con una dulce sonrisa. ¿Quién no le diría que sí a un caramelo? Después de que nos diese dos caramelos de menta a cada uno, nos despedimos de ellos y seguimos el camino a casa.
-Oye Lou, ¿Cómo vas con Phoebe?- preguntó un Zayn pícaro. Me sonrojé, un poquitín, y evité su mirada divertida.
-Cuentanoslo, venga- suplicó Annie, enroscando su brazo al mío. Los dos pusieron ojos de cachorritos. Rodé los ojos; ésta sería la última vez que funcionaría.
-Tengo pensado en invitarla a salir, mañana- finalmente solté en un suspiro. Annie chilló emocionada y me abrazó.
-Pero a ver que no me queda claro, ¿Para que sea tu novia o para salir a dar una vuelta?- Ann chasqueó la lengua y lo miró indignada.
-Pues para una cita, tonto- dijo obvia.
Pobre Zayn; a mí también me costó pillar la diferencia.

*Annie Stonem*

Me arrepentí en lo más hondo de mi alma cuando le dije a Zayn que no me importaba que no pudiese acompañarme hasta casa; que no había ningún problema. Pero a pocos metros de llegar, mis tres problemas estaban plantados en la acera de cerca de mi casa. Doblé una esquina, mejor dar la vuelta que enfrentarme a ellos, y como pensé que no me habían visto seguí mi camino demasiado confiada. Hasta que sentí un fuerte tirón en el pelo, haciéndome caer al suelo. Solo me hizo falta escuchar su risa ácida para echarme a llorar en silencio sin importarme que pudiesen estar viéndome. Esto estaba yendo cada vez más lejos. No creía poder aguantar más.

*Zayn Malik*

Esperé a Annie en nuestro casillero (sí, como los teníamos al lado decidimos compartirlos) para ir juntos a literatura. Se estaba tardando demasiado y el pasillo empezaba a vaciarse, pero si ella no venía prefería quedarme vagando por el pasillo. Después de que el pasillo se quedase completamente solo y en silencio, vi una chica caminar lentamente con la cabeza agachada en mi dirección. Era Annie. Corrí hasta ella, cosa que la asustó, e intentó no mirarme por nada del mundo. Busqué su mirada, pero se mostraba rehacia a levantar la cabeza.
-¿Qué te pasa Annie?- le pregunté finalmente, y nerviosa me miró. Espera, ¿Soy yo o sus ojos han cambiado? Quiero decir, uno sigue azul pero el otro es verde-. ¿Por qué tienes un ojo verde? ¿Te has puesto una lentilla de color o algo?- reí suavemente. Negó la cabeza, apenada.
-No Zayn, justamente hoy no- murmuró cabizbaja. No entendía nada, pero absolutamente nada de lo que estaba pasando-. Nací con un ojo de cada color Zay, por eso llevo una lentilla de color azul para que nadie lo sepa.
-¿Por qué?- me atreví a preguntar. No era nada malo, a mí me parecía muy chulo.
-Porque la gente ya me ha jodido bastante la vida con esto- susurró. Tenía la sensación de que se pondría a llorar en cualquier momento, así que intenté desviar un poco el tema.
-¿Y qué te ha pasado que hoy no llevas lentilla?- hizo un amago de sonrisa al darse cuenta de que evitaba ese tema.
-Solo me quedaba una y se ha suicidado- la miré interrogante-. Que se me ha caído al suelo; bueno se ha tirado.
-Oh- sonreí-. ¿Pues sabes? Yo creo que te ves muy bonita así- se sonrojó.
-¿En serio?- sonrió ampliamente, asentí con la cabeza-. Gracias Zay, aunque no lo creas eso me ha subido un montón la mierda de ánimo que llevaba- me abrazó.
-¿Te parece si nos quedamos aquí? No me apetece llegar a clase y que nos castiguen- sugerí y ella rió. Nos sentamos con la espalda contra nuestras taquillas.
-Oye Zayn- dijo ella después de unos minutos de silencio-, ¿Estarías dispuesto a saltarte todas las clases de la mañana para estar conmigo? No quiero ir a ninguna- suspiró.
-Claro que sí, cariño- acaricié su cabello.
-Gracias- murmuró, cerrando los ojos.

*Niall Horan*

No sé por qué, pero mágicamente siempre acababa de cambiarme para la clase de gimnasia al mismo tiempo que Ori y Ann, pero esta vez solo vi salir a Oriana del vestuario de chicas. Se encogió de hombros dándome a entender que ella tampoco sabía dónde estaba Annie. Me acerqué a ella, y juntos fuimos a sentarnos a esperar a que la entrenadora diese ordenes. De mientras esperábamos, nos pusimos a charlar.
-Oye duende, nunca me has contado quién te gusta, pillín- me codeó, divertida, y mis mejillas se pintaron de rojo.
-Tú a mi tampoco- contraataqué.
-¿Te suena un chico llamado Edward, que casualmente es mi novio?- levantó una ceja. Bien, no se me daba bien contraatacar-. Dímelo rubito, dímeloooo- suplicó moviéndome el brazo varias veces. Resoplé.
-Pero solo porque te pones pesada- sonrió angelicalmente, haciéndome reir-. Se llama Lucy.
-¿Lucy Scott?- sonrió pícara-. ¿La pelirroja con pecas y ojos castaños?
-Esa misma- murmuré sonrojado. Me cogió de las mejillas y le aparté las manos de un manotazo, riendo.
-Ay que mono eres, duende- me revoloteó el pelo y acto seguido salió corriendo, riendo a carcajadas. Me puse a perseguirla, pero no pude alcanzarla ya que se escondió en el vestuario de chicas, y como que yo allí no entraría.

*Harry Styles*

-Venga Harold, por favor, yo te estoy ayudando con lo de Ori. Solo te pido que me acompañes- hizo su adorable pucherito con los labios. Aunque me derritió el corazón, seguí negando con la cabeza-. ¿Y tú te haces llamar mi mejor amigo?- se hizo el indignado. Rodé los ojos.
-Está bien, te acompañaré- resoplé, y Lou sonrió a más no poder-. Pero que quede claro que no te voy a ayudar a pedírselo, solo voy a ir y nada más.
-Sí, sí, tranquilo. Lo tengo todo planeado- más le gustaría. Conociéndolo, acabaría con la mente en blanco y sonriendo estúpidamente; y claro, luego su héroe, claramente yo, tendrá que ir a salvarlo del aprieto.
-Pues venga, vamos- Louis sonrió una vez más, y ambos nos pusimos a caminar hacia la cafetería. Encontramos a Phoebe hablando con sus amigas un poco antes de entrar en la ésta. Lou le tocó el brazo suavemente, y ella se giró a verlo con una gran sonrisa.
-¡Hola Lou!- besó su mejilla. Vale gracias, yo ni existo. Y luego está la morena junto a Phoebe que no para de desnudarme con la mirada. ¡Un poco de dignidad, chica!
-Hola Phoebe- sonrió como tonto-. Venía a pedirte una cosa- se mordió el labio nervioso. Ya empezamos.
-¿Sí? ¿Qué cosa?- preguntó emocionada. La morena me lanzó un beso y estuve a punto de ponerme a reir. No se puede ir tan regalada por la vida.
-¿Te gustaría salir conmigo este viernes?- se sonrojó.
-Aw claro que sí Lou- miró a sus amigas, realmente se veía emocionada. Cogió el brazo de Louis, levantó la manga de su jersey y con un rotulador apuntó un número de teléfono-. Llámame- le dijo antes de entrar con su grupillo a la cafetería. Lou se giró con la boca exageradamente abierta a mirarme, todavía con el brazo estirado.
-¿Esto es real? Pellízcame- murmuró. Pero en vez de eso le pegué una bofetada. Y bueno, sí que despertó de su ensoñación-. ¡Te he pedido un pellizco inútil!- se sobó la mejilla.
-Lo siento Lou- reí, y éste me miró mal.
-Da igual- negó con la cabeza-. Pero es que aún no me lo creo Hazza.
-Pues créetelo Tommo- lo cogí del brazo y lo arrastré camino a mi taquilla-. Ahora escribiré otra nota y tú ya sabes qué hacer- le guiñé un ojo. Agarré un trozo de una libreta cualquiera, un boli y escribí otra frase que me rondaba por la cabeza.

''Though I try to get you out of my head, the truth is I got lost without you - E''.