miércoles, 20 de noviembre de 2013

Chapter fourteen.



*Zayn Malik*

Intentaba quitarme a Ann de encima, porque con sus risitas me hacía cosquillas en el cuello, pero no se soltaba por nada. Harry y Niall se sentaron delante nuestro, riendo a más no poder.
-¿Y a vosotros que os pasa?- me uní a sus risas. La risa de Niall era definitivamente contagiosa.
-Annie no nos quiere decir quién era un chico que ha saludado, y encima se había puesto roja- contestó el rizado, acosador. Mi skater preferida apretó su abrazo contra mi cuello, riendo. Pero esta vez, si que se separó de mí cuando le aparté los brazos.
-Dime ahora mismo quién era- dije, muy serio. Vale, quizás eran un poco de celos. Pero es que ella es mi mejor amiga, ¡De nadie más!
-Sam Donovan- murmuró, con las mejillas pintadas de rojo carmesí.
-¡Yo lo conozco! Va conmigo a matemáticas. Creo que la próxima vez que lo vea ya tendré una charla importante con él- fruncí el ceño. Annie me pegó en el estómago, en un pequeño grito de negación que hizo estallar en carcajadas a Nialler y a Harry.
-No le dirás nada, Zay- me obligó, y tuve que asentir con la cabeza. No me gustaba cuando se ponía pesada-. Y encima, ¿Qué demonios le dirías?
-Que te sonrojas cuando hablas de él- canturreé felizmente, por lo que me gané otro puñetazo-. Y que tenga cuidado contigo porque eres mi mejor amiga y solo mía, mía y mía.
-¿Pero acaso te oyes? ¡Qué egoísta eres!- rió fuertemente, lo que probocó que varias miradas se posaran en ella. Tosió para disimular su risa y todos los demás siguieron a lo suyo. Justo después, el timbre sonó y a los segundos el profesor entró.

*Annie Stonem*

-Bien chicos, antes de que se me olvide, todos los grupos tenéis que escribir en estas hojas que os repartiré ahora- las agitó en el aire-, la canción que tenéis pensada para la competición de bandas; que por cierto será en mayo, pero todavía no tengo la fecha exacta- empezó a repartir las hojas a cada grupo, hasta que llegó al nuestro, que estaba al final del todo del aula-. Si todavía no tenéis alguna pensada id pensándolo ya, os dejo hasta el final de la clase. Y si ya tenéis una idea de cuál va a ser, os dejo el resto de clase para ensayar- nos sonrió y se fue a su escritorio. Cogí un bolígrafo y me acerqué las hojas, ya que estaba más que segura que estos chicos eran unos vagos y no les apetecía escribir nada. Y bueno, acerté.
-Tenemos que escribir el nombre de la banda, el nombre de todos los miembros de ésta, qué toca o hace cada uno y la canción que tenemos pensada tocar- anuncié en voz alta.
-¿Y si tocamos Torn?- preguntó Harry-. Como cuando estuvimos en mi casa, ¿Os acordáis?
-Sí- Louis asintió.
-Tengo una idea- empecé-, ¿Qué tal si en vez de tocar una canción que ya existe, componemos una nosotros?- les sonreí ampliamente.
-¿Crees que se podrá hacer eso?- preguntó Zayn, mirando distraído el profesor.
-Supongo que sí, así quizás tengamos más probabilidades de ganar- aclaré.
-Es buena idea- murmuró el rubio.
-Bien, pues ahora os váis a preguntarle esto al profesor mientras yo me ocupo de rellenar lo otro- me hicieron caso y se levantaron. Todos menos Liam. Mientras escribía en la primera hoja, notaba su mirada fija en mí, pero no le daría el gusto de saber que me ponía nerviosa, no. Es más, ni le hablaría. ¿Para qué? ¿Para recibir sus respuestas antipáticas? Paso. No sé por qué, se me vino a la cabeza Ori y Harry. Sin que me lo esperase, unos brazos me rodearon del cuello.
-Ha dicho que la idea es genial, pero que tendríamos que empezar a escribirla pero ya- me informó Zayn, alegre.
Ya estaban todos sentados otra vez, así que levanté la vista de la hoja. Pero procuré no mirar a Liam.
-Perfecto. ¿Alguien tiene idea de componer canciones? Porque esta skater no- se pusieron a reir, aunque no pretendía sonar graciosa.
-Ya se nos ocurrirá algo- aseguró Harry.
-¿Y si quedamos este fin de semana en casa de alguien?- por primera vez en todo lo que había pasado de clase, Liam habló.
-De acuerdo, ¿Quién tiene libre la casa para el fin de semana?- preguntó Lou.
-Yo creo que sí, pero tendría que preguntar y asegurarme de que mi hermana no trae a sus amigas- contestó el rizado, haciendo una mueca al pronunciar las amigas de su hermana.
-¿Y si de paso, invitamos a Ori también? Nos puede ayudar en algo, además- Harry negó con la cabeza infinitas veces, pero ya todos estábamos de acuerdo con invitarla. ¡Y encima que quería recuperarla! Yo solo le ayudo, jo.

*Liam Payne*

Sabía que estaba siendo un idiota, lo sabía. Y hasta ahora me daba cuenta que Zayn y Annie solo eran amigos, porque incluso Niall, Harry o Louis le habían cogido un gran cariño. No tuve que creer lo que mis ojos vieron, aunque pareciese de lo más real. La cagué, pero no hay marcha atrás. Quizás sí. ¿Romper con Bethany? No me gusta jugar con el corazón de las chicas, aunque ahora mismo lo esté haciendo. No sé ni por qué finalmente acepté salir con ella. No la quiero. Ni siquiera eso. La única que ocupa mi corazón es Annie; única y exclusivamente ella. Pero claro, tuve que ser idiota. *Qué novedad*
Se la pasaron el resto de la clase riendo y haciendo bromas. No presté casi atención. Me deprimía en silencio. ¿Y si Annie se merecía alguien mejor que yo? ¿La tendría que dejar ir? ¿O luchar por ella? Definitivamente no me sentía capaz de dejarla ir. Yo también, aunque poco parezca, le había cogido cariño. Y uno de muy especial.

*Louis Tomlinson*

La hora de historia se me pasó volando, ya que me quedé dormido encima de mi libro. Ann por poco también se duerme, pero por lo visto no lo logró ya que tenía al pesado de Sean dándole patadas a la silla toda la clase. Al final se ganó un castigo por parte de la profesora. Cuando sonó el timbre, Ann me despertó haciéndome cosquillas detrás de la oreja. Fuimos a nuestras taquillas, y enroscando su brazo al mío me arrastró a la cafetería. Por lo visto moría de hambre. Cogió un pedazo de tarta de chocolate y un zumito (me pareció lo más adorable del mundo) y nos sentamos en la mesa de siempre a esperar a los demás. Comenzó a comerse la tarta a cucharadas enormes, mientras yo comía mi sandwich con cuidado de no atragantarme al reirme de ella.
-Deja de reirte de mí, Tomlinson- se quejó, con la boca llena. Ahí no aguanté más, y mi risa se descontroló por completo. Alguien me palmeó la espalda, era Harry.
-Lou, deja de reirte anda, me preocupas- ¡Acaso me estaba diciendo que tenía problemas mentales! Anda el rizos éste, ya le vale. Niall ya estaba sentado al lado de Annie, intentando robarle un trozo de su pastel, pero como veía que era imposible, le robó el zumito (de nuevo otra escena adorable). Hazza se sentó a mi lado, con su refresco y un sandwich igual al mío. Más tarde llegaron Ori, Zayn y Liam, que ocuparon los sitios vacíos que quedaban. No me había dado cuenta, pero en la mesa de al lado estaban Edward y sus amigos. Harry también se dio cuenta, pero en vez de refunfuñar, gruñir o hacer mala cara (lo que siempre hacía cuando veía a Edward), soltó una risita y avisó a Niall, quién también se fijó y avisó a Zayn. Juro que no entendía nada, y menos los otros tres. Hasta que Zayn avisó a Annie y ésta se puso colorada al momento. El moreno le susurró una cosa a la castaña, que hizo que negara con la cabeza infinitas veces, pero supongo que eso no detuvo a Zayn.
-¡Sam!- gritó moviendo los brazos a un chico castaño de la mesa de al lado. Éste se giró confundido. Zayn le indicó con la mano que viniese, y éste mismo lo hizo. Ori aprobechó para llamar a Edward, el cual se acercó con mucho gusto a abrazar a su novia.
-Mh hola- saludó tímidamente, con las mejillas sonrojadas. Al igual que Annie.
-Hola Sam, ¿Te acuerdas de mí o me has mirado raro porque pensabas que era un asesino?- preguntó Zayn de lo más normal. Pobre chico, ya debe estar traumándole de por vida. Por suerte el chico solo rió, negando.
-Me acuerdo de tí, tranquilo- sonrió, un poco más relajado-. ¿Qué ocurre?
-Solo quería dejarte algo muy claro- su semblante se volvió tan serio, que hasta a mí me dio miedo. Sam se puso tenso de nuevo. Annie fulminó con la mirada a Zayn, realmente parecía enfadada.




LO SIEEEEENTO! Os tenía que dejar el capítulo justo así. Sí, me gusta dejaros con la intriga cx sorry :p Espero que os haya gustado el capítulo aunque sé de sobras que es muy corto pero eh, repito; tenía que dejarlo así! c': Un beso muy muy muy fuerte :)) Os quiero.

lunes, 11 de noviembre de 2013

Chapter thirteen.

Antes de que empecéis a leer el capítulo (con casi dos meses de tardanza) os quería pedir disculpas, aunque eso no soluciona nada, y lo sé. Sé que quizás ya casi nadie quiera leer la novela, pero yo no dejaré de escribirla; primero por alguien que sé que sí la lee, y segundo por un tema personal. Intentaré (aunque no es seguro y lo siento mucho muchísimo) de subir con más freqüéncia. Ah, y por todas las chicas a las que ya no han encontrado un comentario mío en sus novelas desde hace siglos, lo siento muchísisisisisisimo, no sabéis cuanto, pero ando liadísima y tengo como 926583749 novelas atrasadas y como que no hay tiempo, ugh. Este año me tengo que poner las pilas, porque si me queda una, repito curso. Veré en navidades si puedo avanzar capítulos. Deciros otra vez que lo siento mucho muchísimo y ahora sí, disfrutad de esta mierda de capítulo. Os quiero.





*Louis Tomlinson*

Me entretení un montón hablando con Harry, así que cuando sonó el timbre, tuve que correr a mi taquilla para coger los libros. Fantástico, un inicio de semana perfecto. No hay nada mejor que llegar tarde a primera hora del primer día de la semana. Me gusta ser irónico. Con tanta prisa que llevaba no miré por dónde iba y choqué con alguien, acabando los dos en el suelo. Y por si fuera poco, ese alguien era Phoebe. Me puse colorado al momento.
-L-lo siento mu-mucho, Phoebe- tartamudeé. Me pegué mentalmente en la cabeza, no puedo ser tan tonto. Oh, vamos. Solo es una chica. Pero esa chica me traía loco. Phoebe sonrió tiernamente y negó con la cabeza. Me levanté y rápidamente le ofrecí una mano para ayudarla.
-Gracias- sonrió otra vez. Sentí desfallecer en ese mismo momento. Una vez los dos de pie, me quedé mirándola como un idiota. Apoyó una mano en mi hombro, se puso de puntillas y besó mi mejilla con una lentitud que me dejó muerto-. Nos vemos, Louis- susurró. Cuando quise darme cuenta (o cuando salí de mi trance), Phoebe ya se había ido. A ver, vamos por partes. Ha. Dicho. Mi. Nombre. ¿Puedo morir ya en paz? Y ha besado mi mejilla. Un beso. UN BESO. Yo con tanto en una sola mañana no puedo. Saqué el móvil de mi bolsillo, y al ver la hora me asusté. Me había quedado parado como una estatua unos veinte minutos. Ahora sí que tenía un castigo seguro. A no ser que no aparezca. Bien, esperaré a que suene el timbre. Vagué por el pasillo con cuidado de no hacer mucho ruido pensando en algún buen sitio al que pasar el rato. Giré una esquina y tropecé con las piernas de alguien, solo que esta vez no me caí al suelo. Las piernas pertenecían a la skater que tenía como amiga. Me senté a su lado.
-Hola Ann, ¿Qué haces aquí?
-Lo mismo te pregunto yo a tí- sonrió de lado, mirándome. Reí levemente.
-Se me ha pasado el tiempo y ya era demasiado tarde para entrar- me encongí de hombros, haciéndola reir-. Ahora sí, ¿Y tú?
-Liam también está en esa clase- murmuró echando la cabeza a un lado. Oh, ahora algunas cosas ya tenían sentido. Sonreí tiernamente.
-No te dejes vencer por un chico, Annie. Sé que Liam es mi amigo pero si no se ha querido dar cuenta de la chica tan estupenda que tenía delante de sus ojos, es culpa suya. No te pongas mal por él, ¿Sí?- me abrazó, conteniendo las lágrimas.
-Gracias tío Lou- ambos reímos.
-De nada cariño- hice una pequeña pausa, en la que Ann se secó algunas lágrimas que habían caído-. ¿Entonces te han dejado salir de clase?
-No, me escondí en el baño antes de entrar. Lo peor de todo es que tengo otra clase más con él y ni ganas tengo de verle, así que paso.
-No es por arruinarte más el día, pero en clase de música también está él- me asesinó con la mirada-. Vale, vale, lo siento. No te preocupes, nos tienes a todos nosotros también.
-Supongo que gracias- suspiró.
-Venga, anímate Annie- le di un pequeño codazo, haciéndola sonreir levemente.
-Lo intento, lo juro- susurró, suspirando de nuevo. No me gustaba ver a mi amiga así, pero no sabía que más podía hacer-. Por cierto, ¿Con qué se te ha pasado el tiempo, eh?
-Me he chocado con Phoebe, y madre mía, me ha besado la mejilla- sentí mi estómago revolotear; ¿Mariposas, verdad?-. Oh, y no te rías, pero me he quedado alrededor de veinte minutos parado como un tonto- no rió, pero le salió una sonrisilla-. Por eso se me ha pasado el tiempo- me encogí de hombros.
-Bien Louis, bien- palmeó mi brazo, divertida.

*Oriana Núñez*

Por raro que parezca, el día se me pasó realmente rápido. Ya estábamos a última hora del día, en la clase de música. Hoy no había compartido ninguna clase con Edward, así que por eso se me hizo raro lo rápido que habían pasado las horas. Pero sí que compartí una clase con Harry, y la verdad es que me dejó un poco pensativa. Entré a literatura (la clase que teníamos antes de música) y divisé al rizado al final de todo, con un chico castaño del que no recordaba el nombre. Cruzamos miradas y me sonrió. Bien, una sonrisa no era; más bien fue una mueca divertida, pero para mí fue una sonrisa. No entendí a qué venía. ¿No era que pasaba olímpicamente de mí? Maldito chico raro. Me senté junto a una chica rubia de grandes ojos marrones y hablé un poco con ella, prácticamente sobre Harry Potter. Sí, la conocía y había hablado con ella a veces por eso, porque ella tambien era Potterhead. Era una chica muy maja, pero demasiado seria la mayoría de las veces. Dejé mis pensamientos a parte cuando entré en música. Zayn y Annie compartían mesa, como todos los días. En la mesa de al lado, estaba Liam. Pero había dejado el asiento que quedaba cerca de Annie libre. Rodando los ojos, yo misma ocupé ese sitio. Lo saludé con una sonrisa, no tenía muchas ganas de hablar con él. Pero sí, aún así seguía siendo mi amigo.
-Hola Ann, hola Zayn- los saludé, girándome y dándole la espalda a Liam. Supuse que no le importó, ya que siguió leyendo su libro del que no me apetecía adivinar el título.
-¡Hola Ori!- me saludó Zayn de vuelta, efusivamente. Annie empezó a reir descontroladamente; el moreno la siguió poco después. Me reí de ellos por todo el escándalo que hacían los dos juntos.
-¿No os he dicho alguna vez que no se toman drogas?- los regañé, apuntándolos con un dedo acusador, en parte bromeando. Pero por otra parte empezaba a plantearme si de verdad las habían tomado antes de entrar a clase.
-Me parece que no, ¿Tú que opinas Zay?- Ann soltó una risita divertida. Zayn negó con la cabeza, de nuevo, efusivamente.
-Oye bollito, no me has devuelto el lápiz que te dejé en francés- exclamó, cogiendo el estuche de la castaña y revolviendo su interior. Sacó un lápiz, lo examinó y lo tiró lejos al ver que no era el suyo. Éste mismo fue a parar cerca de Liam. Annie siguió riendo suavemente.
-¡Eh, Liam! ¿Puedes pasarme el lápiz, por favor?- preguntó tímidamente, pero sin dejar su risita de lado. Liam, frustrado, levantó la vista del libro.
-¿Tienes piernas, no? Pues te levantas y lo coges tú misma- y dicho eso, siguió con su lectura. Me dieron unas ganas enormes de pegarle una enorme colleja por lo enormemente estúpido que había llegado a ser. Todo a lo grande. Lo cogí yo misma y se lo di a Annie, sonriendo con disculpa por su comportamiento. Que ni yo, Zayn o ni siquiera Annie entendía. Mi amiga se encogió de hombros, pero pude notar la tristeza en sus ojos. Y la verdad es que me dolía verla así.

*Annie Stonem*

Pasé toda la clase de música totalmente distraída. Ni siquiera me enteré cuando sonó el timbre, hasta que Zayn se levantó para recoger sus cosas. Oriana me acompañó a mi taquilla, ya que tenía que dejar unos libros. Al pobre Zayn lo castigaron en francés a quedarse media hora más, así que no podía volver con él a casa. Solo me quedaba Louis. Después de guardar todo lo que quería en mi taquilla, sacar el skate y recolocarme bien la mochila sobre el hombro derecho, Ori y yo nos dirijimos a la salida. Nos acercamos a Niall, Louis y Harry, quiénes hablaban sobre un partido que habría el fin de semana. Aunque estábamos allí, siguieron hablando del partido unos minutos más, hasta que Liam y la rubia de esta mañana se acercaron. Me puse al lado de Louis disimuladamente cuando los vi acercarse. Estaba a punto de decirle si podíamos irnos ya, pero Phoebe apareció y Louis se quedó tan embobado que ni se dio cuenta del pellizco que le di en el antebrazo.
-Hola Louis, ¿Puedo hablar contigo, o estás ocupado?- sonrió dulcemente. Le eché una mirada asesina sin que se diese cuenta.
-¡Claro que no!- exclamó nervioso-. Es decir, me refiero a que... Esto yo no, yo no estoy ocupado, no- asintió con la cabeza. Phoebe lo cogió de la muñeca y lo sacó de allí riendo.
Mierda. Gracias Phoebe.
-Hola chicos- saludó Liam, sonriendo a Ori y los otros dos chicos, pasando olímpicamente de mí. Resoplé, cruzándome de brazos, y me escondí tras la espalda de Harry haciendo ver que miraba otra cosa. Pero en realidad tenía la mirada fija en el horrible vestido de la rubia. ¿Acaso se ha vestido a ciegas? Pff, ya le vendría bien un estilista, sí señor. ¿Y dónde me va con esos tacones? ¡Que esto es una escuela no un pase de modelos! Aunque de modelo tiene poco, poquísimo, la verdad.
-Hola Liam- sonrió Niall-. Bethany- hizo un movimiento de cabeza, como para saludar supongo. La chica le sonrió de vuelta, desinteresada. Genial. Me acerqué a Oriana.
-Ori, yo me voy- susurré en su oído. Me miró y sonrió, asintiendo con la cabeza.
-Ten cuidado; nos vemos mañana Annie- besó mi mejilla. Me subí en el skate y lo más rápido que pude salí de allí. Juro que ya no aguantaba más. Cuando doblé la segunda esquina, bajé del skate y lo recogí; me apetecía caminar un rato. Por lo que lentamente eché a andar hacia casa. A dos calles de llegar, giré la vista hacia el parque donde vi por última vez a mi pesadilla, y por mala suerte estaba, y acompañado. Giraron la cabeza al mismo tiempo que echaba a andar a un ritmo más rápido. Pero eso no serviría de nada, al final tendría que enfrentarme a ellos. Un horrible escalofrío me recorrió la espalda. Seguí caminando, pero cuando estaba a punto de girar una esquina cercana, una mano agarró mi brazo con fuerza. Mierda.
-¿Dónde vas, Stonem?- sentí otro gran escalofrío al escuchar su ronca carcajada, sin rastro de humor.
-¿Acaso te importa, Austin?- rodé los ojos, a la vez que sacudía mi brazo y me giraba, a enfrentarme a Chris y otras dos pesadillas más; Chase y Trevor. Dejé el skate en el suelo, me crucé de brazos.
-No te he visto por el colegio, ¿Dónde has estado bonita?- colocó un mechón de pelo detrás de mi oreja, con una sonrisa burlona.
-Ya sabes la respuesta idiota- elevé la voz, este chico me sacaba de mis casillas. Negó con la cabeza, divertido. Pasó una mano por detrás de mi cuello y me agarró del pelo, tirándolo hacia atrás.
-Te dije que no te ibas a deshacer de mí- se giró a mirar a los dos tontos que miraban interesados la escena-. De ninguno de nosotros- carcajeó. Cerré los ojos con fuerza, cada vez me tiraba más del pelo.
-Suéltame Chris- gruñí, aguantando las lágrimas.
-Creo que sabes lo que quiero a cambio, preciosa- abrí los ojos. Chris hacía morritos con esa estúpida sonrisa burlona. Le pegué un puñetazo en el estómago, me soltó del pelo para irse hacia atrás, aguantándose el lugar afectado por mi golpe con los brazos.
-Ni te acerques a mí, estúpido- los dos idiotas que se habían quedado a los lados se acercaron a mí y me agarraron de los brazos, uno cada uno, con fuerza. Chris se incorporó, mirándome con cólera en los ojos. Cogió mi skate del suelo, y con fuerza lo estrelló contra el mismo. Se partió por la mitad.
-Y esto es solo el principio- escupió rabioso. Chase y Trevor me soltaron, tirándome al suelo, junto a mi destrozado skate. Chris sacudió la mano y los tres juntos echaron a andar. Ni me molesté en mirarlos más, recogí las dos mitades del skate y con lágrimas bajando por mis mejillas y medio cuerpo temblando, caminé lo que me quedaba para llegar a mi casa. Cuando alcancé a doblar la esquina, choqué con un chico, lo cual hizo que ambos cayesemos al suelo. Me sequé las lágrimas rápidamente.
-Oh, vaya, lo siento muchísimo- el chico se levantó. Me tendió su mano y me ayudó a levantarme a mí también. Cuando logré fijarme en él, descubrí que lo había visto por algún lado; su cara me sonaba un montón.
-No importa- le sonreí sincera-. Mh, por cierto, ¿No te conozco de algo?- el chico rió dulcemente.
-¿Annie Stonem, verdad?- asentí, un poco confundida-. Estoy contigo en física- esa respuesta me despejó un poco la mente. Sí, ojos verdes, pelo castaño oscuro, mejillas sonrojadas. Era el chico que siempre se sentaba detrás de mí. Pero ni siquiera sabía su nombre. ¿Cómo podía no saber el nombre de un chico tan mono? Tonta, Annie tonta.
-Ya me acuerdo, pero- me rasqué el brazo, avergonzada- lo siento, no recuerdo tu nombre- mis mejillas tomaron un color rosado.
-No importa- se rió al notar que había dicho lo mismo que yo había dicho antes-. Soy Sam, Sam Donovan- sonrió con una tremenda sonrisa encantadora, que dirritió mi corazón.

*Harry Styles*

Cuando entré a clase de lengua, la primera clase de la mañana del martes, estaba más vacío de lo normal. Quiero decir, no es que yo fuese de los que siempre llegan muy pronto al instituto, soy más de llegar dos minutos antes de que suene el timbre, pero esa mañana llegué extrañamente puntual. Niall y Annie estaban al fondo del aula, charlando; me acerqué a ellos.
-Hola duende, hola skater- sonreí dándole un beso en la frente a Ann. Era imposible no cogerle cariño a esa chica.
-Hola rizos- contestó el rubito. Cogí una silla y me senté frente a su mesa. Annie me sonrió, pero noté que no era la misma sonrisa alegre de siempre. Me preocupé.
-Annie, ¿Estás bien?- le acaricié la mejilla. Miró a Niall, luego a mí, y negó con la cabeza-. ¿Qué te pasa?
-No es nada importante, de verdad- susurró, triste. Niall y yo nos miramos. Ésta no era la Annie que nosotros conocíamos y queríamos. Pero aún así, preferimos dejar el tema. Si ella no quería hablar, no la molestaríamos. Nialler le pasó un brazo por los hombros y la acercó a él, Ann sonrió.
Los minutos fueron pasando, hasta que el dichoso profesor se dignó a aparecer. Pasé gran parte de la clase distraído (como normalmente me la pasaba). Después de una hora de tortura, el timbre que nos libraba de escuchar más al muermo del profesor sonó. Como ahora nos tocaba taller optativo, esperé a Niall y Annie y nos fuimos los tres juntos. Por el camino nos encontramos a Ori, que seguramente iba a teatro. Le dediqué una tierna sonrisa, que ella devolvió, un poco tímida. Cuando la perdimos de vista, Niall me clavó el codo en las costillas, mirándome sorprendido. Annie reía.
-¿Qué ha sido eso?- preguntó el irlandés, separando las palabras exageradamente. Ann volvió a reir, tapándose la boca con las manos.
-Me he dado cuenta de que ignorándola no consigo nada- me encogí de hombros.
-Querrás decir que te has dado cuenta de que te mueres por ella y que ignorándola la podrías perder- aclaró Annie, enroscando un brazo al de Niall y el otro al mío, ya que estaba en medio de nosotros dos.
-Puede ser- dije, a lo que se echaron a reir-. Ahí lo dejo.
-Hola Annie- saludó un chico de ojos verdes y mejillas sonrojadas. No sé si por ella, o si siempre las tenía así.
-Hola Sam- le sonrió Ann, también con las mejillas sonrojadas. Oh vale, ya sé como va esto. El tal Sam le sonrió otra vez mientras se marchaba. El rubio y yo giramos la cabeza práticamente a la vez para ver a nuestra amiga, intentando esconderse entre su propio pelo.
-¿Quién era ése?- le pregunté, divertido. Se deshizo de nuestros brazos y avanzó unos pasos más, riendo-. ¿No nos lo vas a decir?- me puse detrás de ella, haciéndole cosquillas en los costados. Por mala suerte llegamos a clase y ella entró rápidamente, todavía riendo. Se abrazó a Zayn, escondiendo la cabeza en su cuello.