martes, 30 de julio de 2013

Chapter seven.



*Annie Stonem*

Yo pensaba que el taller de música lo haríamos en el mismo sitio que la clase de música, pero los chicos me condujeron hasta otra aula. Dentro había un gran círculo de sillas. Ya habían llegado un par de personas. Nos sentamos los seis seguidos, yo entre Zayn y Niall. Poco a poco la clase se fue llenando. Luego de unos minutos más, el profesor por fin llegó. Nos hizo presentarnos a los nuevos (desgraciadamente era la única que había venido nueva) y procedió a hablar. No me enteré mucho de lo que decía, hasta que llegó a una parte en la que mágicamente mis sentidos pusieron más atención.
-... Para este año había pensado en hacer una especie de competición entre bandas. Sé que ninguno de vosotros tiene ya formada una banda, pero me gustaría que aceptáseis mi propuesta, y formáseis una...- desconecté de nuevo. Zayn y yo nos miramos, sonriendo. ¿Piensas lo mismo que yo, Zay? El profesor nos dejó tiempo libre, así que los seis nos fuimos a donde estaban las guitarras para hablar más tranquilamente. Nos sentamos en círculo, de piernas cruzadas. Ya teníamos por echo que la banda era de nosotros seis, sin tan solo preguntárnoslo.
-Mh, ¿Annie?- asentí con la cabeza, para que Niall siguiera hablando-. ¿Cantas, tocas algún instrumento o no sabes hacer nada de eso?- hombre, si no supiese hacer nada no me habría apuntado aquí, listo.
-Toco la guitarra desde los nueve años- guiñé un ojo, divertida. Me miraron sorprendidos. Sí, quizás era mucho tiempo-. Y bueno, no es que cante muy bien, pero a mi ducha le gusta. ¿Y vosotros?
-Yo también tocaré la guitarra, y supongo que todos cantaremos, ¿No?- asintieron de acuerdo a lo que dijo el duende. Me crucé de brazos.
-No estoy de acuerdo. Yo tocaré única y exclusivamente la guitarra. No cantaré- negué con la cabeza-. Cantad vosotros si queréis.
Refunfuñaron un poco pero al final aceptaron. Ahora solo faltaba encontrar un nombre.

*Oriana Núñez*

Acabó el fantástico rato que pasé con Edward por culpa de la campana. Me despedí de mi amigo con un beso en la mejilla. Con las mías sonrojadas, me dirigí a toda prisa a mi taquilla. Ahora tenía lengua. Saqué todo lo que necesitaría y suponiendo que Annie iría a su taquilla, me dirigí a ésta. Por suerte, ella ya estaba ahí, hablando con el moreno. Me acerqué sigilosamente. Ann me pilló, pero no dijo nada. Se imaginaría lo que pasaba por mi cabeza. Pusé mi boca en la oreja de Zayn y chillé, con cuidado de que el chillido no fuese demasiado fuerte para dejarlo sordo. Zayn saltó del susto y se pegó una buena ostia contra su taquilla. Cayó al suelo con una mano en la frente, los ojos cerrados. Su pecho subía y bajaba rápidamente. Annie y yo no podíamos dejar de reir.
-¿Estás bien, Zay?- Ann se calmó y se agachó a su lado. Besé la cabeza del moreno, susurré un lo siento y me fui a lengua. Me sorprendí cuando vi a Edward en esa clase. Sonreí ampliamente y ocupé un asiento a su lado. Alejó la vista de su libro.
-Hola Ed- enseñé mis dientes, tímidamente, en una sonrisa. Frunció los labios.
-¿Ed?- rió. Acercó su cara a la mía. Me puse nerviosa. Saqué todo el aire contenido cuando solamente besó mi mejilla.
-¿Te molesta?- negó levemente. Nunca dejaba de sonreir, y eso me gustaba.
-No, tranquila. Pero es que siempre me llaman Edward- se encogió de hombros-. Además, es como que cuando me llaman Ed, dijiesen Ed Sheeran- rió, junto a mí-. Suena un poco tonto lo que he dicho.
-¿No te gusta Ed Sheeran?
-Sinceramente, no. Lo detesto, un poco.
-Uh, pues entonces no le caerás bien a Annie. Me parece que esa chica es una gran fan del pelirrojo.
-Me interesa más caerte bien a tí- me sonrojé. No sabía que contestarle. Por suerte el profesor irrumpió en el momento oportuno, y como no quería salir al pasillo otra vez, me callé. Edward hizo lo mismo.

*Annie Stonem*

-¿Estás bien, Zay?- pregunté cuando dejé de reir. Me agaché a su lado. Ori besó su cabeza, susurró algo que no entendí y se fue. El moreno levantó su vista, con una mano todavía en su frente.
-Me duele la cabeza- refunfuñó, como un niño pequeño.
-Normal, con el brutal golpe que te has dado contra tu taquilla- me mordí el labio para no reir. Acabé sonriendo burlonamente. Me cogió de los hombros y tiró de mí, para caer encima de su estómago. Empezó a hacerme cosquillas.
-Me saldrá un chichón- dijo entre mis carcajadas. Reí todavía más fuerte.
-Eres un asustadizo, Zay- luché para que dejara de hacerme cosquillas. Le pegué un pequeño puñetazo en el estómago. Me dio un empujón para hacerme a un lado. Se sobó el estómago, un poco adolorido.
-Vosotras dos estáis compinchadas para hacerme daño, ¿Verdad?- sacó el labio inferior hacia fuera. Moría de ternura al verlo así.
-Venga, vamos a la infermería- lo ayudé a levantarse.
-Pero perderás clases- pasó un brazo por mis hombros mientras caminábamos. Agarré la mano que caía por mi hombro derecho, entrelazando mis dedos con los suyos.
-No me importa, en parte es culpa mía lo de tu golpe con la taquilla. Yo vi a Ori mientras se acercaba- besó mi mejilla.
-No te sientas culpable. Pero sí que quiero que me ayudes a vengarme de esa tonta- gruñó.
-No es tonta, Zay- dije riendo.
-Sht, calla- puso su mano libre en mi boca-. Estoy intentando idear mi perfecta venganza.
Rodé los ojos.

*Oriana Núñez*

La campana finalmente sonó, anunciando que era la hora del almuerzo. Edward me acompañó hasta mi taquilla. Se despidió con un dulce beso en mi mejilla. Guardé mi estuche y libros, y cerré, encontrándome con una mirada verdosa frente a mis ojos. Di un respingo.
-¡Estúpido!- chillé-. ¡Me has asustado!- le pegué en el brazo. Rodó los ojos.
-¿Quién era ése?- casi escupió las palabras. Ahora yo rodé los ojos.
-No creo que te importe, Styles. Aléjate de mi camino- gruñí cuando me acorraló contra las taquillas. Abrió la boca para decir algo, pero inmediatamente la cerró, igual que los ojos. Se separó de mí.
-Te sentarás con nosotros, supongo- susurró, sin mirarme.
-Sí- es lo único que pude decir. Caminamos en silencio uno al lado del otro. No podía evitar mirarlo de reojo de vez en cuando. No entendía el repentino interés hacia Edward, ya lo había visto esta mañana cuando estábamos en el gimnasio. Después de lo que pareció una eternidad, me senté al lado de Liam en la cafetería, con una manzana. Aún faltaban por llegar Annie y Zayn. Reí internamente al recordar el tonto golpe que se dio el moreno contra la taquilla. Luego le pediría disculpas de nuevo.
-¿Y esa sonrisita, Ori?- Liam me dio un codazo flojo. Robé un poco de su almuerzo, a lo que él se quejó.
-No te lo diré- canturreé. Se cruzó de brazos.
-Yo te dije lo que pasaba cuando me lo preguntaste- entrecerró los ojos. Suavizó su expresión y acabó por hacer un puchero con los labios-. Cuéntamelo.
Suspiré divertida. Cuando se ponía en plan adorable era difícil decir que no. Me acerqué a su oído.
-¿Recuerdas el chico de la mesa del gimnasio? ¿El que me guiñó un ojo?- susurré.
-Sí, el próximo en la lista negra de Harold- rodé los ojos. Harry estaba mal de la cabeza.
-Bueno, pues se llama Edward, y es un encanto de chico- sonreí. Liam rió.
-¿Edward?- asentí. Entendía por dónde iba la cosa-. ¿Y te has fijado en el parecido que tiene con Harry?- volví a decir que sí con la cabeza, divertida. Se escapó una risita de sus labios.
-Lo sé, es mucha casualidad. Pero es prácticamente el polo opuesto a Harry.
La curva en los labios de Liam se volvió una línea recta. Sus ojos miraban la puerta de la cafetería. Giré mi cabeza al oir dos risas descontroladas. Zayn cargaba a Annie en su espalda. Reían porque le habían tirado la bandeja con el amuerzo a un chico, y huían hacia nuestra mesa. Zayn llevaba una enorme venda en la cabeza.
-¡Malik! ¿Qué te ha pasado en la cabeza?- preguntó Nialler, sorprendido. El aludido me miró mal, bajando a Annie de su espalda. Me señaló.
-¡Te mataré Oriana, más vale que empieces a correr!- sin pensarlo dos veces eché a correr. Escuché la pesada respiración de Zayn detrás de mí, así que cuando estaba a punto de chocarme con un chico, me aparté de golpe y el pobre chico fue atropeyado por Zayn. Seguí con mi camino. Llegué al pequeño jardín secreto deshabitado de alumnos y descansé tumbándome sobre la mesa. En menos de tres minutos ya estaba tirada en el suelo, con el moreno sujetando mis muñecas.
-¡Zayn! ¡Zayn!- grité-. ¡Lo siento, en serio!- temía que me hiciese daño. Sonrió. Besó mi frente.
-¿Pensabas que te haría daño, Ori?- me tendió una mano y me ayudó a levantarme del suelo. Asentí, jugando con mis manos-. Nunca te haría daño, boba.

*Annie Stonem*

Zayn desapareció entre la multitud detrás de Ori. Cuando vi que Zay se chocaba con un pobre chico, no pude evitar reir fuertemente. Se giró un momento, sacó su lengua en mi dirección y salió de nuevo corriendo. Me senté al lado de Liam, casi no había hablado con él.
-Hola Liam- le saludé y levantó una tímida mirada hacia mí. Adoré su sonrisa. Creo que era la sonrisa más perfecta que había visto en mi vida. Mis mejillas tomaron un color rosado.
-Hola Annie, ¿Qué te está pareciendo el instituto?
-Mucho mejor que el anterior- sonreí, intentando alejar todos los malos pensamientos que acudieron a mi mente. Sin duda este instituto era muchísimo mejor que el anterior. Elegí muy bien.
-Me alegro-sonrió-. ¿Cuál era tu otro instituto?
-Está a unas cinco calles de aquí- no quería decir ni recordar como se llamaba.
-Creo que se a cuál te refieres- rascó su barbilla pensativo. Me fijé en la marca de nacimiento en su cuello. Acerqué mi cara a la suya.
-¿Eso es una marca de nacimiento, no?- toqué con el dedo la mancha en su cuello. Rió suavemente.
-Sí- levanté la mirada y me sorprendí de la poca distancia en la que estaban nuestros rostros. Noté mis mejillas arder. Las suyas también estaban ligeramente rosadas. Aparté un poco mi cara.
-Yo también tengo una- dije. Levanté mi pierna derecha y la puse sobre la mesa.
-¡Quita tus patas de la mesa!- exclamó Louis, escondiendo la sonrisita.
-No me mandes Tomlinson- le saqué la lengua. Volví mi vista a Liam, señalando a un costado de mi rodilla-. Aquí.
Acercó su cara, curioso.
-Parece un koala- rió.
-Lo sé, llevo toda mi vida diciendo eso- bajé la pierna de la mesa-. Casi todo el mundo decía que no lo parecía, cuando se lo decía, y eres la primera persona que dice que lo parece a la primera.
Durante el resto del almuerzo, Liam y yo no dejamos de hablar ni un solo segundo. Sentía que con él podía hablar de todo lo que me pasaba por la cabeza, al igual que con Zay. Cuando acabamos de almorzar, nos fuimos a buscar a Zayn y Ori. No habían aparecido desde que habían salido corriendo. Cogí la manzana de Oriana y seguí a los chicos a donde fuese que irían. Harry había dicho algo sobre un pequeño jardín secreto.
-¡Bollito! ¡Chicos!- levanté la mirada del suelo. Zayn y Ori estaban sentados sobre una mesa de piedra, a pocos metros de nosotros. Supongo que ahí se dirigían los chicos. Zay dejó de agitar la mano en el aire cuando le sonreí. Tomamos asiento en los dos bancos alrededor de la mesa. Me senté junto a Niall.
-Toma Ori, he traído tu manzana- se la entregué. La cogió y de un salto se levantó de la mesa.
-¡Contigo tenía que hablar yo! Anda, ven conmigo- se enganchó a mi brazo. Nos alejamos un poco de los chicos, sentadas en el césped cerca de un gran arbusto.

*Oriana Núñez*

Sonreí divertida ante la mirada asustada de Annie.
-No es nada malo, tranquila- asintió, suavizando su expresión-. ¿Recuerdas al chico guapo que va conmigo a teatro?
-¿El chico del gimnasio?
-Ése mismo. Se llama Edward- reprimí una risita. Enarcó una ceja, confundida.
-¿Qué tiene de gracioso?
-¿Has notado el parecido que tiene con Harry?- frunció el ceño, asintió-. Harry se llama Edward de segundo nombre.
Pasaron más de dos minutos en silencio hasta que entendió y empezó a reirse ella sola. Era peor que Zayn para pillar las cosas. Los chicos fijaron la mirada en nosotras. Rieron al ver a Ann riendo descontroladamente y rodando por el césped. Se paró a mi lado, tumbada boca arriba.
-¿Ya te has calmado?- asintió con una pequeña risita divertida. Nos levantamos del suelo, dirigiéndonos otra vez con los cinco tontos que teníamos como amigos.
-Annie, ¿Tenías complejo de pelota?- le preguntó Tommo, burlón.
-No, ¿Por qué?- preguntó inocentemente.
-Porque rodabas por el suelo hace menos de cinco minutos- todos rieron divertidos.
-¡Oh, por favor! ¡Un aplauso para el comentario tan ingenioso de Louis!- exclamé, dando una palmada. Me fulminó con la mirada, pero no tardó en estallar en carcajadas.
-Ya estaba extrañando tus comentarios, peque- me abrazó de lado.
-Y yo los tuyos Boo Bear- sonreí, correspondiéndole al abrazo.
-¡Harry!- salté del susto por el horrendo grito que dio una voz chillona. Cerré los ojos fuertemente. Ella no podía estar aquí. Me negaba rotundamente. Cuando volví a abrir los ojos, la estúpida de Emi estaba sentada en el regazo de Harry. Se quedó allí, mirándonos con una sonrisa-. ¿De qué hablábais, chicos?
Oh, que bonito. Viene aquí sin ser invitada y pretende que hagamos como si no pasase nada. Al no decir ni una palabra, pasó la vista por cada uno de nuestros rostros. Se detuvo unos segundos más en mí, haciendo una mueca. Rodé los ojos. Se detuvo de nuevo en Annie, curiosa. Con otra mueca en su rostro.
-¿Y ésa quién es?- dijo con desdén. Zayn se levantó de su asiento furioso. Nos cogió a Annie y a mí por el brazo, y nos fuimos. Liam, Niall y Louis detrás de nosotros. Yo la mar de encantada por no tener que estar cerca de ella, pero furiosa al saber que Harry se había quedado. Me equivocaba. Sentí una de sus suaves manos en mi otro brazo.
-No corráis tanto- dijo con diversión. Moví mi brazo bruscamente para que soltara su agarre. Llegamos a la cafetería de nuevo.

*Annie Stonem*

-Zay, ¿Quién era esa chica?- le pregunté al llegar otra vez a la cafetería.
-Emi Anderson- rodó los ojos-. Mejor que no te juntes con ella, Ann.
-Tampoco quería, la verdad- reí-. He conocido chicas peores que ella.
-¿Peores que Emi? Eso parece imposible- pues no, no lo es.
-Hazme caso, eran muchísimo peores- entrecerré los ojos. Me abrazó por los hombros. Besé su mejilla.
-Todavía me duele el chichón- murmuró-. Mi madre se pondrá como loca cuando vea la venda que llevo en la cabeza. Se pensará que me he vuelto a meter en una pelea- hizo una mueca.
-¿Te metías en peleas?- pregunté asombrada. A mí me parecía un chico demasiado tranquilo.
-Sí, pero la mayoría de las veces era para defender a mis amigos- se encogió de hombros-, u otras veces simplemente me sacaban de quicio.
-Vaya, no te imagino peleando- Zayn rió.
-Algún día lo verás, seguro- interrumpió Nialler-. Se pone de mala leche muy seguido.
-Eso es mentira, duende, y lo sabes- carcajeó el moreno.
-¿Y tú, Niall? ¿Alguna vez te has metido en una pelea?- pregunté. Nialler negó con la cabeza, riendo.
-No tranquila, si se meten conmigo Zayn les da una paliza, ¿Verdad?- el aludido asintió con la cabeza, divertido.
-Aww eso es muy tierno Zay- besé su mejilla, con mis brazos alrededor de su cintura.
-Ya te he dicho que defiendo a mis amigos- rió. La campana que anunciaba que acababa el almuerzo sonó. Los siete nos levantamos de nuestros asientos. Ori y Zayn se marcharon juntos a química. Como no sabía dónde quedaba la clase de física, Niall y Liam me acompañaron, ya que tenían clase en el aula de al lado. Nialler entró primero en su clase.
-¿Nos vemos luego, Liam?- lo agarré del brazo antes de que entrara.
-Sí, claro- dijo en un tono frío. Sacudió su brazo y lo solté. ¿Qué demonios le pasaba? Antes había sido muy tierno conmigo y ahora distante. Un poco aturdida, me metí en mi clase.

*Oriana Núñez*

Un poco aburridos con la explicación del profesor, Zayn y yo nos dedicamos a planificar en secreto el cumpleaños de Niall. Era en tan solo tres días y teníamos que ir pensando en algo que hacer. Cada año le habíamos preparado una fiesta.
-Este año en mi casa no puede ser- dijo el moreno.
-En la mía tampoco, mi madre ya no me dejará después de como la dejamos el año pasado- me encogí de hombros.
-Le podemos preguntar a Lou, Harry y Liam. Y a Annie; ¿También estará invitada, verdad?- hizo un puchero.
-Claro que sí, no te preocupes- reí, intentando no reir muy fuerte.
-Bueno, pues les preguntamos a ellos. Y después tenemos que ver cuándo compramos el regalo.
-Que uno de nosotros vaya a comprarle algo y luego ya pagamos entre todos cuanto ha costado- Zayn asintió con la cabeza.
-Me parece perfecto. Creo que mañana puedo ir, ¿Qué compro?
-¡Oh! Vi un peluchito de un duende en el centro comercial que era monísimo. Además era un duende rubio y con ojos azules- reí.
-Mucha casualidad- se incorporó a mi risa.
-Pero era perfecto, seguro que le encantará.
-¿Cuánto valía?
-No mucho, no recuerdo el precio. Pero lo tienes que comprar sí o sí, como que me llamo Oriana- lo amenacé con mi dedo índice. Asintió.
-Descuida, lo compraré- chasqueó la lengua.
-Y de esto nada a Niall, ¿Eh?
-Claro que no, ¿Por quién me tomas?
-Un año se te escapó lo de la fiesta, idiota- sonrió, inocentemente.
-Fue hace mucho- lo interrumpí.
-Hace dos años, Zayn.
Me sacó la lengua y volvimos a prestar atención al profesor.




Hellooooooooooou!
Aquí estoy de vuelta con el capítulo siete. ¿Qué os ha parecido? ¿Será Edward un buen chico? Y supongo que os haréis una idea de cómo se llamará la banda, ¿No? Así que no hacen falta pistas cx
Cualquier duda que tengáis no dudéis en decírmelo, o cualquier sugerencia, crítica,...
Espero que os haya gustado.
Nos vemos en el próximo capítulo.
Os quiero.

martes, 23 de julio de 2013

Chapter six.



*Oriana Núñez*

Llamaron a mi puerta veinte minutos después de la llamada de Harry. Oh no, ¿Y si era él? Me peiné mínimamente el pelo con las manos. ¿Por qué estaba tan nerviosa? ¡Solo era Harry! Y bueno, Gemma. Con ella me sentiría segura, sí. Finalmente abrí la puerta.
-¡Gemma!- exclamé. Me abrazó fuertemente. Besé su mejilla.
-¡Cuánto tiempo Ori!- me dio un vistazo rápido-. Estás muy guapa, ¿Eh? El verano te ha sentado bien- reí.
-Y a tí también- me fijé mejor en su pelo-. Espera, ¿Rubia?- miró su pelo. Retorció un mechón entre sus dedos, divertida.
-Sí, ¿Te gusta?- me moví para que entrara en mi cuarto. Cerré la puerta detrás de ella. Nos sentamos en mi cama.
-Te queda genial- me quedé pensativa un momento. ¿Le pregunto?-. Mh, Gem... ¿Y Harry? Dijo que vendría.
-A último momento llamó alguien a su móbil y dijo que fuera yo, que él tenía cosas que hacer- rodó los ojos, fastidiada. Vale, eso ya me daba a entender qué 'cosas' tenía que hacer-. Noto una chispa de desilusión en tus ojos. ¿Te gusta mi hermano?
Abrí los ojos como platos.

*Annie Stonem*

Nos cansamos de ver la película a la mitad de ésta. Me recosté en sus piernas, mientras él acariciaba mi pelo. Agarró un trozo de chocolate. Se lo comió bajo mi furiosa mirada. Era mi chocolate.
-¿Qué hay de tus padres? Cuéntame- inquirí para olvidarme del tema. ¿Qué tema? Que me había robado chocolate.
-Mi madre se llama Trisha, mi padre Yaser. Tengo tres hermanas; Doniya, Waliyha y Safaa- sonrió tiernamente-. ¿Y tus padres? ¿Cómo se llaman?
-Se llaman- tragué saliva, nerviosa. Se llamaban Zayn, se llamaban-, Clare y Bob. No tengo hermanos.
-¿Hija única, eh? ¿No te aburres?- jugó con un mechón de mi pelo.
-Pues no. Así tengo un poco más de... Libertad- me encogí de hombros.
-Oye Ann, ¿Quieres que mañana pase a buscarte y vamos juntos al instituto?- me vendría bien un poco de compañía. Sonreí ante la idea.
-Claro. Te esperaré mañana, pero sé puntual, ¿Entendido? Te recuerdo que hoy llegaste tarde, Malik- toqué la punta de su nariz con mi dedo. Me sacó la lengua.
-Pero gracias a eso nos conocimos, bollito- una gran carcajada salió de mi garganta. Me causaba gracia cuando me llamaba bollito.

*Oriana Núñez*

Mierda. ¿Ahora qué le digo? Gemma siempre me ha caído muy bien, pero no sé si decírselo. Encima es su hermana, ¿Y si se lo dice? No, no creo que sea capaz. ¿Se lo digo? Suspiré profundamente. Gemma alzó una ceja, divertida. ¿Se debe de imaginar mi respuesta, no? Enseguida mis mejillas tomaron un color rosado.
-Sí- resoplé-, sí me gusta. Creo que me he enamorado- resoplé otra vez, como si fuese un fastidio decirlo. Bueno, en cierta parte lo era. Pero tendría que confiar más en Gemma.
-¿De verdad?- me miró pícara, como si guardase un secreto.
-¿Qué escondes, Gemma Styles?- alcé una ceja y la amenacé con el dedo índice. Levantó ambas manos, inocente.
-Nada- se formó una sonrisita en su rostro. Rodé los ojos. Seguro que no me lo contaba así que prefería no insistir-. Y bueno, hablemos de mi hermano.
-¿Qué?- chillé. Mis mejillas volvieron a encenderse. Gemma rió ante mi reacción.
-Has dicho que estás enamorada, y supongo que te referías de él- asentí con la cabeza-. ¿Desde cuándo lo estás?
Oh sí, recuerdo perfectamente bien desde cuándo.
-Me besó- susurré. Gemma abrió los ojos, sorprendida. Aunque no sé por qué, pero me dio la impresión de que fingía su sorpresa.
-¿Cuándo?
-Antes de acabar el curso pasado. Bueno, prácticamente el último día.
-¿Y te enamoraste de él, o te diste cuenta de que ya lo estabas?
Oh, no lo había pensado. Quizás sí me di cuenta de que estaba enamorada de él. Solo que al fin y al cabo, al principio no me daba cuenta y seguía viéndolo como mi amigo. Un amigo un poco molestoso, pero bueno, mi amigo. Suspiré.
-Me di cuenta- entrecerré los ojos. ¿A qué venían tantas preguntas?
Gemma solo sonrió y por fin dejó el tema.

*Annie Stonem*

Esperé por más de cinco minutos a que Zayn llegase. Sentada en la acera de enfrente de mi casa, miraba por la calle a todas direcciones, esperando verlo aparecer por alguna de ellas. El sonido de la puerta de la casa vecina hizo apartar un momento mi vista de la calle. El tonto de Garrison salía de su casa. Oye, si era el primo de Niall, ¿A qué escuela iba? Nunca se lo pregunté. Pasó por mi lado.
-Hey, Garrison- detuvo su paso y me dedicó una sonrisa. Se sentó a mi lado.
-¿Qué haces aquí Annie? ¿No tienes clase?
-Sí, pero espero a un amigo. Una preguntita.
-Dime.
-¿A qué instituto vas?- me miró curioso. Seguro se preguntaba a qué venía la pregunta-. Conocí a tu primo, Niall. Va al mismo instituto que yo.
-Ah- sonrió-, no voy al mismo que vosotros- fruncí el ceño.
-¿A cuál?- negó con la cabeza, divertido. Se levantó de mi lado.
-¿La señorita Stonem me quiere espiar en mi instituto?- volvió a negar con la cabeza, mientras chasqueaba la lengua-. No le voy a dar el placer, no.
Se alejó de mi vista riendo. Idiota.
-¡Annie!- exclamó la voz de un chico por la dirección contraria a la que miraba. Me giré y vi a Zayn corriendo hacia mí. Me levanté del suelo.
-¡Eres un tardón Zayn! ¡Como lleguemos tarde te mataré!- le dije fingiendo un poco mi enfado. Una idea pasó por mi cabeza.
-No me gusta esa sonrisa traviesa- murmuró de brazos cruzados. Lo ignoré y entré corriendo a casa, cogí un long y salí-. ¿Qué es eso?
-Es un long- alzó una ceja, dándome a entender que con eso no entendía nada. Reí-. Es como un skate pero más largo.
-¿Y qué vas ha hacer con eso?
-Súbete- ordené. A regañadientes me hizo caso. Lo ayudé a mantenerse ahí y luego subí delante de él. Era una idea loca, ya que nunca lo había probado pero quería llegar a tiempo-. Agárrate a mis hombros y no hagas nada más.
Giré mi cabeza levemente y vi como cerraba los ojos con fuerza. Reí tiernamente.
-Zay, abre los ojos- me obedeció-. Hazme caso, ¿Sí? No lo cierres o será peor- asintió con la cabeza. Di impulso con un pie y empezamos a desplazarnos por la acera. Cada vez iba cogiendo más velocidad. Zayn clavaba levemente sus dedos en mis hombros. En un tiempo récord llegamos al instituto y por suerte teníamos tiempo de sobra. Bajé del long y tendí la mano a Zayn para ayudarlo a bajar.
-No ha estado tan mal, ¿Verdad?- mordí mi labio, divertida.
-¿Bromeas? ¡Quiero repetirlo!- exclamó como un niño pequeño. Reí por su actitud. Saqué el horario que guardaba en el bolsillo de mis pantalones cortos. Martes, primera hora. Lengua.
-Tengo lengua- murmuré.
-Yo también- contestó burlón, dándole otro sentido a mi frase. ¡Claro, todos los humanos tenemos lengua! Le pegué en el brazo.
-Me refiero a la asignatura, tonto.
-Me parece que yo no tengo esa- rascó su barbilla, pensativo-. ¿Nos vemos después?
-Claro, búscame- besó mi mejilla.
-¡Adiós bollito!- exclamó dirigiéndose a la entrada, casi corriendo.

*Oriana Núñez*

El aula de biologia estaba ligeramente vacía. Bueno, era bastante temprano. Recorrí la clase con la mirada. Encontré, al final de ésta, a un adormilado Liam descansando la cabeza sobre la palma de su mano. Tomé asiento a su lado. Abrió levemente los ojos, sonrió.
-Buenos días, Ori- me saludó enderezándose en su asiento.
-Buenos días, Liam. ¿Mueres de sueño?- reí. Se incorporó a mi risa.
-Un poco, solo un poco- sonrió todavía adormilado. Tenía una duda rondando por mi cabeza, así que sin más demora, le pregunté.
-¿Qué hay con Annie, Payne? Ayer vi que la mirabas mucho- alcé las cejas varias veces. ¡Oh, espera! ¿Liam Payne sonrojado? Esto es nuevo.
-Es mona- dijo risueño. Lo que tú digas, pero conozco tu mirada. Reí mentalmente.
-Y te parece guapa- más que una pregunta, lo afirmé. Se sonrojó otra vez. Vaya, todo esto es nuevo. Ladeó la cabeza.
-Un poco- susurró, con una media sonrisa. Lo sujeté de los hombros y lo sacudí, divertida.
-¡Oh, vamos! ¡Liam, cuéntamelo!- me apartó las manos, riendo-. Venga, nos conocemos de siempre. Dímelo- lo convencí con un puchero.
-Vale sí, me parece guapa, mona y todo lo que tú quieras. ¿Los españoles sois tan pesados?- hice ver que su comentario me ofendía, pero en realidad, no. Me consideraba española, sí. Pero también medio inglesa por vivir tanto tiempo aquí y porque mis padres también vivieron aquí hace tiempo.
-Al próximo comentario ofensivo, te daré una torta- amenacé, cruzándome de brazos.
-¿De chocolate?- preguntó feliz. Negué con la cabeza, pegándome en la frente con la palma de mi mano. No se puede ser tan tonto-. Era broma Oriana, ya sé a qué te referías- se rió burlón.
-Más te vale que fuese una broma, ya estaba pensando que eras tonto- se llevó una mano al pecho, con los labios fruncidos.
-¿Perdona? De los tontos que tengo como amigos soy el más listo, y el de la nota más alta- se infló de orgullo. Le saqué la lengua. El timbre sonó. Segundos después la puerta de la clase se abrió y entró el profesor, ligeramente malhumorado. Quién no estaría de mal humor si nos hacen levantar tan temprano.
-Que mal humor que lleva, y ni siquiera ha empezado la clase- murmuré levemente inclinada hacia él.
-Todo el mundo sería más feliz si nos levantásemos a las doce. Debería estar prohibido levantarse antes- asentí de acuerdo a lo que dijo.
-Y oye, ¿Por qué estabas tan somnoliento?- le dije pícaramente. Estaba segura de lo que iba a responder.
-Ya lo sabes- gruñó por lo bajo.
-No, no lo sé- contesté divertida.
-Sí lo sabes.
-No lo sé.
-Sí lo sabes- repitió.
-No lo sé.
-¿Sabéis lo que yo sí sé?- nos interrumpió el profesor, con mucho más mal humor. Habíamos elevado la voz sin querer-. Que os váis al pasillo durante el resto de la clase. Ahora. Fuera.
Nos levantamos enseguida y salimos al pasillo. Nada más salir, nos tiramos al suelo muertos de la risa. Bueno, fue divertido.

*Annie Stonem*

A media explicación del profesor de lengua, escuchamos unas risas escandalosas por todo el pasillo. Miré a Niall curiosa. ¿Quién sería? Giré mi cabeza. Harry también nos miraba desde la mesa de al lado, divertido. ¿Él lo sabía?
-Conozco esas risas- rió Nialler, por lo bajo-. Me parece que son Ori y Liam.
-Los habrán sacado de clase- intervino Harry, con una sonrisa burlona.
-Eso no es divertido- susurré-. Una vez me sacaron de clase porque se me cayó un libro al suelo y me castigaron durante todo un mes limpiando cada tarde todas las pizarras del instituto. Aunque ahora tengo los brazos más fuertes gracias a eso- Niall y Harry se carcajearon fuertemente. Intenté no reir, pero la risa de Niall era muy divertida. Contagiosa.
-Styles, Stonem y Horan. Al pasillo- refunfuñó el profesor. Nos levantamos conteniendo la risa-. Stonem, llévese su cacharro también. No quiero que hayan accidentes por su culpa- ¡Es verdad! Cogí rápidamente el long y salí al pasillo junto a los dos tontos que causaron todo el problema. Cerré la puerta. Estallamos otra vez en carcajadas.
-Si te vuelven a castigar nosotros te ayudaremos a limpiarlas, tranquila- me alentó Niall, riendo.
-¡Chicos!- exclamó una voz de chica. Levantamos la vista. Empezamos a reir de nuevo. ¿Qué hacían esos dos en el suelo, como gusanos? Niall y Harry echaron a andar hacia ellos. Me subí al long y rápidamente los dejé atrás. Estará prohibido ir con un 'cacharro' como éste por el pasillo, pero ahora no hay nadie-. ¿También os han sacado fuera?
-Sí, por culpa de ellos dos- los señalé. Ya estaban cerca de nosotros. Miré disimuladamente al castaño. Me miraba tímidamente. Aparté la mirada, con una sonrisita. ¿Por qué sonrió?
-Annie, ¿Nos podemos subir?- suplicó el chico de rizos, señalando el long bajo mis pies. Me bajé de él.
-Claro, ¿Pero sabéis...?- antes de que formulase la pregunta todos negaron con la cabeza, excepto Liam. Sonreí, ligeramente sorprendida.
-Solo sé un poco. El verano pasado mi primo me enseñó- explicó tímidamente. Miraba a todas partes, menos a mí. ¿Le incomodaba?
-Bueno, ¿Quieres ser el primero?- finalmente me miró a los ojos. Sentí una extraña corriente recorrer mi espalda. Sonreí nerviosa. Asintió con la cabeza. Se subió con cuidado.
-No os riáis si me caigo- murmuró concentrado. Avanzó poco más de un metro. Harry y Niall estallaron en carcajadas, sin saber por qué. Fue hasta el final del pasillo con gran destreza y volvió. No, no se cayó. Infló las mejillas, lleno de orgullo.
-¿Quién sigue?- intenté disimular mi risa. Esbocé una media sonrisa. Todos miraron desconfiados el long-. Oh vamos, sois unos miedicas.
-¿No será peligroso, verdad?- rodé los ojos. Pues no, Harry.
-Vale, me subo con vosotros. ¿Quién sigue?- Nialler subió la mano tímidamente. Sonreí-. Ven aquí, duende- rió. Lo ayudé a subirse y luego me subí delante de él, como con Zayn esta mañana. Fuimos hasta el final del pasillo y volvimos. Frené justo delante de Harry, aguantándome de sus hombros. Niall se tiró al suelo.
-¡Por fin!- gritó. Ahogué una carcajada. Miré a Harry.
-Te toca, chico de los rizos- palmeé su mejilla. Repetimos lo mismo que con Niall. Al llegar otra vez con ellos, esta vez me aguanté en Ori. Era su turno. Le sonreí y ella me miró un poco desconfiada, pero aún así se subió. Avanzamos lentamente hasta la otra punta del pasillo, cuando un grito nos sobresaltó y acabamos las dos en el suelo. Ella encima de mi espalda. Por poco me rompo la nariz contra el duro cemento. Giré la cabeza y el dueño del grito corrió a ver si estábamos bien.

*Oriana Núñez*

-¡Oh chicas! ¡Lo siento muchísimo! ¿Estáis bien?- Zayn se agachó a nuestro lado, preocupado. Nos observó la cara con cuidado. Suspiró al comprobar que no teníamos ninguna herida. A pesar de la caída, fue divertido el pequeño paseo que hicimos. Me levanté de la espalda de Annie con cuidado. Zayn le tendió la mano y ella la aceptó, para levantarse. Niall, Harry y Liam venían hacia nosotras. Lou apareció de la nada y se puso al lado de Zayn. ¿Y ellos que hacían aquí?
-Sí, estamos bien- me sonrió Ann. Le devolví una sonrisa divertida.
-¿Qué hacéis aquí?- les preguntó Liam, a Lou y Zayn.
-Nos han sacado de clase por hablar, y supongo que a vosotros también.
-Por hablar, igual que vosotros- reí.
-Porque los tontos de Niall y Harry empezaron a reir muy fuerte, y me contagiaron la risa- se encogió de hombros.
-No nos puedes explicar cosas tan divertidas Ann- la riñó Hazza. Los dos empezaron a discutir, así que los dejamos fuera del círculo.
-¿Cuánto tiempo queda para la siguiente clase?- preguntó Louis, sentándose en el suelo. Me senté a su lado. Pasó un brazo por mis hombros.
-Unos veinte minutos- contestó Liam, mirando la hora en su reloj. Resoplé. Dejé caer la cabeza sobre el hombro de Louis.
-¿Soy cómodo?- rió.
-Mucho- cerré los ojos, sonriendo. Otra vez, Louis empezó a reir. Abrí los ojos. Lou miraba a Harry, y éste nos miraba mal. ¿Por qué? Cerré los ojos de nuevo. Seguía molesta con él. Pero no sabía con certeza una razón de por qué. Quizás... ¿Porque ayer se fue con una chica, cuando dijo que venía a mi casa? Da igual, que haga su vida. Yo haré la mía.
-Me aburro mucho- Nialler se dejó caer al suelo-. Tengo hambre.
-Como siempre duende- Zayn se sentó a su lado.
-Ha sido una casualidad que nos castigaran a todos- Liam se sentó al lado de Zayn.
-Ha sido raro que te castigaran a tí- comentó Harold, burlón. Hacía rato que él y Annie habían terminado de discutir.
-Oriana es una mala influencia para mí- negó con la cabeza. Le saqué la lengua. Volví a recostar la cabeza en el hombro de Boo Bear.
-Chicos, ¿Dónde está mi long?- nos preguntó Ann, con los brazos en jarra. Zayn se levantó de golpe.
-Yo te ayudo a buscarlo- se ofreció sonriendo. Annie subió a la espalda del moreno y salieron en busca de su long. No pude evitar mirar a Liam. Apretaba la mandíbula, con los ojos entrecerrados. Los miraba fijamente como se alejaban. Me levanté del lado de Louis. Me senté delante de Liam, riendo.
-Cálmate Payne- me miró divertido-. ¿Me lo dirás?- pregunté juntando las manos. Me refería a la conversación de antes de que nos sacaran de clase. Me hizo una seña con la mano y me senté a su lado.
-Porque pensaba en ella- susurró en mi oído. Se separó, se cruzó de brazos y resopló-. Ya lo sabes, ¿Contenta?
Besé su mejilla sonoramente.
-No te enfades, tonto- me revolvió el pelo.

*Annie Stonem*

Volvimos con los chicos después de haberlo encontrado. Como esta mañana, Zayn se subió detrás de mí, se agarró de mis hombros y nos di impulso para avanzar. El moreno no paraba de reir. Pues sí que le había gustado. Nos quedamos todos siete sentados en el suelo, hasta que sonó la campana y todos los alumnos empezaron a salir de sus respectivas clases. Me levanté del suelo con la ayuda de Zay. Saqué el horario del bolsillo de mi pantalón. ¿Taller optativo? ¿Qué era eso? Encima teníamos dos horas.
-Tenemos que ir al gimnasio a elegir los talleres que haremos- me sonrió Zayn. Así que todos fuimos en dirección al gimnasio. Habían tres mesas. En la primera había un pequeño cartel hecho a mano que ponía: martes. En la segunda ponía: miércoles. Y en la última: viernes. Supongo que serían los días que teníamos taller optativo. Los siete nos dirigimos a la primera mesa. Por suerte fuimos de los primeros en llegar. Podíamos elegir entre clase de música, teatro, taller de manualidades o informática. Oriana eligió teatro, con una enorme sonrisa. El chico de detrás de la mesa la apuntó en la lista de teatro. Nosotros seis nos apuntamos a clase de música. Pasamos a la siguiente mesa. Esta vez cambiaban un poco los talleres. Taller de cocina, historia del arte, matemáticas avanzadas o informática, de nuevo. Niall, Ori, Liam y yo nos apuntamos al taller de cocina. Louis, Zayn y Harry se decantaron por la clase de informática. Me los imaginaba todo el día metidos en las redes sociales. Bah. Seguimos y nos detuvimos en la última mesa. Detrás de ésta, un chico de más o menos nuestra edad, pelo castaño claro rizado y unos irresistibles ojos azules, nos sonrió a Ori y a mí. Me derrití debajo de esa sonrisa, pero lo disimulé enterrando una mano en mi pelo, mirando al suelo. Y como no, sonrojada.
-Aquí tenéis los talleres del viernes- nos enseñó una especie de tablón con los talleres escritos ahí. Eran prácticamente los mismos que los de la primera mesa. Música, teatro, manualidades y laboratorio de biologia. De nuevo, nos apuntamos en las mismas que antes. Oriana se sonrojó cuando el chico clavó su mirada fijamente en ella-. Yo también estoy en teatro. Espero verte allí- le guiñó un ojo. Nos fuimos de la cola ya que empezaba a llenarse de gente. Ori se colgó de mi brazo. Nos apartamos disimuladamente de los chicos.
-Era guapo- susurré divertida.
-Muy guapo- se abanicó de broma con la mano. Nos reimos tontamente.
-Al menos tú tendrás a un chico guapo contigo, yo tendré a cinco idiotas molestándome- refunfuñé.
-Oh vamos, ¿Qué hay contigo y con Zayn? Siempre os veo muy juntos- reí.
-No hay nada. Es como... Un mejor amigo para mí. Lo conozco de hace poco pero le tengo mucho cariño.
-Sí. Tú dices cariño. Yo digo amor- me guiñó el ojo. Entrecerré los ojos. Levantó los brazos, inocente.
-No hay nada, ya te lo he dicho- volvió a colgarse de mi brazo.
-Vale, vale, no me muerdas- reímos. Nos incorporamos de nuevo a los chicos ya que notaron nuestra falta de presencia.
-No soy una vampira.

*Oriana Núñez*

Nos dejaron la primera hora libre y ya cuando acabó, tuve que despedirme de los chicos y Ann. Tenía que irme a teatro. A medio camino una mano en mi brazo hizo frenarme. Giré la cabeza. Quedé ligeramente embobada mirando los azules ojos del chico de antes. Me sonrió.
-¿Oriana, cierto?- sonreí. Se acordaba de mi nombre, por haberlo apuntado en la lista de los que irían a teatro.
-Sí- me devolvió la sonrisa. Quitó la mano de mi brazo-. ¿Y tu nombre? Tu sabes el mío pero yo el tuyo no lo sé- saqué mi labio inferior hacia afuera. El chico desconocido rió tiernamente. Se sacudió los rizos castaños. Oh no, ya se parecía a Harry. Ya decía yo. Y ahora me doy cuenta de los hoyuelos en sus mejillas. Madre, son casi clavados.
-Me llamo Edward- sonrió, mostrando una vez más su hoyuelos. Mordí mi labio para evitar echarme a reir ahí mismo. Era el segundo nombre de Harry. Demasiada casualidad.
-¿De verdad?- solté una risita sin querer y rápido me tapé la boca con la mano.
-Sí- me miró divertido. Sacudí mi cabeza.
-Venga, vamos a teatro o llegaremos tarde- lo agarré del brazo y tiré de él. Corrimos hasta el aula de teatro. Siempre me había sentido como en casa ahí dentro. Había un pequeño escenario frente a unas cinco filas de butacas. Todavía recuerdo la primera obra de teatro que representé aquí. Como mis padres me sonreían desde ahí abajo. Como me aplaudían. Edward chasqueó los dedos delante de mi cara.
-Te has quedado de piedra- rió. Sonreí a medias-. ¿Te gusta el te...- fue interrumpido por mi profesora preferida. La señorita White. Era un apellido raro, sí. Al menos para mí.
-¡Chicos, por favor, acercaos!- todos los presentes obedecimos y nos acercamos al escenario, donde ella estaba sentada con las piernas colgando-. Me alegro de ver caras nuevas por aquí- sonrió amigable-, y por supuesto, de tener a mis queridos amantes del teatro conmigo de nuevo. Me presento para estas nuevas caras que hoy tenemos. Seré vuestra profesora de teatro, la señorita White. Llamadme Diana- reímos-. De momento, hoy os dejaré el resto de la clase para que os conozcáis un poco mejor entre vosotros- dicho eso, siguió diciendo lo feliz que estaba de tenernos aquí otra vez, y finalmente se disculpó con nosotros y abandonó el pequeño teatro. Edward y yo nos sentamos en unas butacas cerca del escenario. Hablamos un poco de nosotros, para conocernos mejor. Tal y como dijo Diana. Edward era un chico muy dulce, atento, divertido y sincero. Y creo que lo que más me cautivó de él, fueron sus ojos.




Hola crazy mofos! Como prometí, aquí tenéis el capítulo.
Awww tres años ya, el tiempo pasa demasiado rápido :'c Bueno, mejor no digo nada más de eso que me pongo sentimental jaja :P
¿Qué creéis que pasará con Edward? ¿Ori se enamorará de él? ¿Qué pasará con Hazza? Uuuuh ya lo sabréis c;

Os quiero princesitas ♥


HAPPY 3 YEARS, ONE DIRECTION.

lunes, 22 de julio de 2013

Chapter five.



*Oriana Núñez*

Abrí mi taquilla para mirar en el horario mi siguiente clase, y de paso, coger los libros. Literatura. Oh, la perfecta clase para echar una siesta. Cogí los libros necesarios.
-Literatura, ¿Eh?- pegué un respingo al escuchar su grave voz detrás de mí. Que manía con asustarme. Me giré y como siempre me encontré con sus ojos esmeralda.
-Sí- sacudí los libros frente a sus ojos.
-Yo también tengo esa clase, ¿Vienes?- me tendió su mano. Me puse nerviosa de golpe, pero aún así la cogí. Una corriente eléctrica corrió por toda mi espalda. Llegamos a clase, y enseguida todas las miradas se posaron en nosotros dos, en nuestras manos, que sin darme cuenta, estaban entrelazadas. Me ruboricé, pero no separé nuestras manos. Se sentía tremendamente bien. Y a Harry parecía no importarle que nos mirasen. Nos sentamos en una mesa al final de la clase, juntos. Dejé los libros encima de la mesa. Abrí el estuche para coger un lapiz, pero se me cayó. Suspiré. Estiré mi brazo para cogerlo.
-¡Harry!- que me trague la tierra, por favor. Esa voz chillona pertenecía a Emi Anderson. La chica que besaba Harry esta mañana. Subí mi cabeza y por poco no sale una carcajada de mis labios al verla encima de las piernas de Harry, dándome la espalda. Luego ya me fijé mejor. Emi le comía la boca a Harry. Vale, momento incómodo. Y lo peor es que sentí como se me humedecían los ojos. Jo, mal momento para llorar. Recogí mis cosas y me senté unas mesas más lejos. Las ganas de sentarme con Harry se me fueron al ver a esa tipa encima de él. O más bien dicho, al verla besándolo con tanta intensidad.

*Harry Styles*

Cuando por fin la pesada de Emi se separó de mí, miré instintivamente a mi lado, donde se supone que debería estar Oriana. Pero no estaba. Ni ella ni sus cosas. Gracias Emi, la has espantado. La miré molesto. En su cara había una tonta sonrisilla inocente. Se levantó de mis piernas y ocupó el asiento de Ori. Iba a replicarle justo cuando entró el profesor, así que mejor me callé. Mi vista recorrió toda la clase, hasta encontrarla unas mesas más lejos, sola. Soy un idiota.

*Annie Stonem*

Después de arte, nos tocó la clase de música, y ahí da la casualidad de que estábamos todos juntos. Seguí a Louis y Zayn por el largo pasillo hasta pararnos en el aula del final. La puerta estaba medio desgastada. Había un letrero pintado a mano que decía: Música. Pero el aula no tenía número, como todas las otras. Entré detrás de los dos chicos y ahí ya estaban todos. Louis se fue a sentar con Harry, y yo me senté con Zayn, ya que con él tenía más confianza. Giré mi cabeza y me encontré con Oriana, revisando algo en su móbil. Agarré la mesa con las manos y tiré de ella para acercarme más a su mesa. Zayn me miró raro pero me ayudó. Al llegar a su lado, fijó su mirada divertida en mis ojos.
-¿Qué haces Ann?- sonreí tímidamente, encogiéndome de hombros.
-Te hacemos compañía, ¿Verdad Zayn?- giré la cabeza para verlo, y éste asintió.
-Verdad, bollito- Ori y él estallaron en carcajadas. Mis mejillas ya no podían estar más rojas.

*Oriana Núñez*

En toda la clase no paré de hablar con Annie y Zayn. Ann era una chica muy divertida, pero también era muy tímida. Le costó un poco coger confianza (aunque con Zayn parecía que se conociesen de toda la vida). El tiempo pasó más rápido de lo que esparaba y cuando me quise dar cuenta, ya era la hora de volver a casa. Recogí mis cosas. Annie me acompañó hasta mi taquilla, y yo a ella hasta la suya, que no recordaba muy bien dónde estaba. Allí nos encontramos con Zayn, que daba la casualidad de que tenía su taquilla al lado.
-¿Dónde estabas Ann? Estaba preocupado- se cruzó de brazos, con el labio inferior ligeramente hacia afuera. Annie lo abrazó, con una tierna risa saliendo de sus labios.
-He acompañado a Ori a su taquilla- el moreno me miró, todavía con el labio hacia afuera.
-¿Me la quieres robar?- sollozó. Le revolví el pelo y besé las mejillas de los dos.
-Claro que no Malik, nos vemos mañana- me alejé sacudiendo mi mano. Saqué el móbil que reposaba en el bolsillo de mi pantalón. Me metí en Twitter para cotillear un poco de todo.
-¿Twitter, eh? No sabía que tenías- me asustó otra vez. Maldito niño, quiere que muera de un infarto. Lo miré indiferente.
-No preguntaste- me encogí de hombros y seguí con lo mío. Harry caminaba a mi lado.
-¿Y no me sigues?- negué con la cabeza-. Yo te quiero seguir, ¿Cómo...- lo interrumpí.
-Sigo a Lou, Nialler, Liam y Zayn, búscame- dicho eso, aceleré mi paso y lo dejé ahí quieto, con la palabra en la boca.

*Annie Stonem*

-¿Dónde estabas Ann? Estaba preocupado- me preguntó con los brazos cruzados, y el labio inferior hacia afuera. Lo abracé, mientras una tierna risita salía de mis labios.
-He acompañado a Ori a su taquilla- la miró, con el labio todavía hacia afuera.
-¿Me la quieres robar?- sollozó. Le revolvió el pelo y besó nuestras mejillas.
-Claro que no Malik, nos vemos mañana- se alejó sacudiendo la mano. Abrí mi taquilla y guardé y saqué todo lo necesario. Saqué mi skate, dejándolo en el suelo. Me subí. Deposité una mano en el hombro de mi amigo, balanceándome con el skate en mis pies.
-Oye bollito, vigila no te caigas- miró preocupado lo que había debajo de mis pies. Reprimí una risa.
-¡Ya te pareces a mi tía, Zay!- ahora fue él, el que reprimió la risa.
-¿Zay?- asentí feliz.
-Tú me llamas bollito, yo te llamaré Zay- palmeé su hombro, divertida. Finalmente ladeó un poco la cabeza.
-Supongo que es justo, y tampoco es que me moleste mucho...- sonrió levemente.
-Pues ya está- me encogí de hombros. Me di impulso y con el skate avancé un trozo por el pasillo, pero me detuvo su voz.
-¡Espera Ann!- corrió hasta mí-. ¿Te acompaño hasta tu casa?- me sonrió tímidamente.
-Si quieres, vale. No tengo nada en contra- bajé del skate y con un pie lo levanté, agarrándolo con la mano.

*Oriana Núñez*

No tenía una buena razón para ponerme así con Harry, él solo venía a mí de buenas y yo lo trataba mal. Mañana ya me disculparía. Todo fue culpa de los celos, e incluso nunca me había puesto tan celosa con una chica como hoy con Emi. Ai Styles, qué has hecho en mí.
-¿Qué tal todo, Ori?- me saludó mi madre con un beso en la mejilla. Mi padre igual. Me senté en la mesa donde tenía la comida ya servida.
-Bien, he conocido a una chica, es nueva- mis padres pusieron más atención en mí.
-¿Sí? ¿Cómo se llama?- interrogó mi madre, colocando bien sus cubiertos en la mesa.
-Annie...- intenté recordar su apellido- Stonem, sí- chasqueé los dedos al acordarme.
-¿Y lo demás todo bien? ¿Cómo están los chicos?- mis padres también los conocían, digamos que nuestras familias a veces quedaban y eran bastante amigas.
-Bien, un poco más altos- reí-. Sigo superando a Niall, pero creo que ya dentro de poco me gana- mi padre soltó una risita y mi madre solo sonrió divertida.
-Ya llamaré a la madre de Harry- no escuché lo que dijo después. Empecé a atragantarme con la ensalada. No sé que demonios me pasó, pero con solo oir su nombre ya me puso nerviosa.

*Annie Stonem*

-Aquí es- nos paramos frente de mi casa, pero Zayn tenía la vista en la casa de al lado. Sacudí la mano delante de su cabeza, riendo-. ¿Qué te ocurre?
-¿Conoces a tu vecino?- me preguntó fijando otra vez su mirada en mí.
-¿Qué si lo conozco? ¡Es el estúpido Garrison Parks! He estado en su casa millones de veces- rió fuertemente por el gran chillido que pegué.
-Es el primo de Niall. La madre de Niall y la de Garrison son hermanas- entonces recordé aquel día de verano que había un chico rubio con él. Claro, de eso me sonaba tanto. Mis mejillas tomaron un color rojo intenso. Recordé, también, que ese día me descubrieron en pijama-. ¿Te gusta Garrison?- me chinchó, pellizcando mis mejillas. Aparté su mano de un manotazo. Negué con la cabeza tantas veces que perdí la cuenta.
-¡No!- volví a chillar-. ¡No vuelvas a decir eso! ¡No me gusta ese tonto que siempre me despierta con su estúpida música a todo volumen!- el moreno pasó un brazó por mis hombros, abrazándome contra su pecho.
-Lo siento bollito- rió levemente-. ¿Siempre te despierta?- asentí-. Tendré que tener una seria charla con él- negué con la cabeza, mientras le suplicaba que no lo hiciera. Moriría de la vergüenza.

*Oriana Núñez*

Al acabar de comer, subí a mi cuarto. Por suerte, al ser el primer día no nos habían puesto deberes. Me cambié la ropa y me puse algo más cómodo. Decidí ordenar un poco mi cuarto. Después de dos horas, acabé. Moría de sed así que bajé a la cocina a por un vaso de agua. En el salón estaba mi madre hablando con la madre de Harry. ¿Cuándo había llegado aquí? Miré por si acaso por todo el salón. No, Harry no estaba. Solté un suspiro y olvidándome de mi vaso de agua, me acerqué a ellas. Anne se levantó con una sonrisa.
-Oriana, que grande estás querida- me abrazó. Cuando se separó volvió al lado de mi madre. Me senté frente a ellas dos.
-Gracias Anne- le sonreí-. ¿Cómo está Gemma? Hace mil que no la veo.
-Bien, se ha quedado en casa con Harry. La próxima vez le diré que venga conmigo- me guiñó el ojo. No sé si se refería a Gemma o Harry, pero espero que se refiriese a Gemma.
-Vale, me gustaría verla- creo que acentué demasiado el verla, pero por suerte pasaron de alto ese detalle-. Bueno, voy a la cocina- le dije a mi madre. Me hizo un movimiento con la cabeza y siguió hablando con Anne. Me dirigí a la cocina a paso tranquilo. Bebí el vaso de agua que pedía mi garganta y volví a mi cuarto. Agarré mi móbil cuando empezó a sonar y sin mirar quién era contesté.
-¿Diga?
-Oye Belen, ¿Te apetece quedar?
-Hola a tí también Harry- oí como reía-. Y no.
-¿Por qué?- casi chilló, provocando en mí una sonrisa maligna. Solo me faltaba reir como una villana.
-Porque me has llamado Belen y porque no me apetece.
-Oye Ori, venga- alargó-. Me aburro- añadió después.
-Estoy ocupada, Styles.
-¿Con tu ligue del verano? ¿Austin?- dijo picarón. Me reí internamente. Vaya, ahora resulta que miento bastante bien.
-¿Sabes que tu madre está aquí?- cambié de tema, a lo que él se puso a reir.
-¿Sí? Pues ahora voy yo también- negué una infinidad de veces con la cabeza. Pero era inútil, ya que no me podía ver.
-¡No!
-Pero...- lo interrumpí.
-¡No Harry! N-O- dije letra por letra-. Prefiero que venga Gemma antes que tú- refunfuñé.
-Ahora vendremos los dos- y colgó. Tardé un poco más en colgar, ya que me había quedado un poco en shock. ¿Hola? ¿Desde cuándo Harry Styles tan empeñado en ir a mi casa?

*Annie Stonem*

Como él mismo me había prometido, volvió a mi casa después de comer con un par de películas para ver los dos. Acomodé los cojines en el suelo, preparé palomitas y saqué también una tableta de chocolate. Mi debilidad. Nos sentamos frente a la gran televisión y mientras esperábamos a que empezara la primera película, nos pusimos a hablar.
-Y oye Annie, ¿Tus padres?- se metió una palomita a la boca-. Todavía no los he visto.
-Estan... Eh- muy lejos-. Trabajando. No salen hasta las ocho de la noche y se marchan antes de que despierte.
-Oh, ¿No te sientes sola?- la verdad, muchísimo.
-Bueno, una se acostumbra- me encogí de hombros.
-¿Quieres que me quede antes de que lleguen?- me encantaría, pero...
-No hace falta Zay- esbozó una tierna sonrisa-, mi madre se pondrá como loca si encuentra a un chico en casa.
-Oh, vale- rió-. Como no te quiero causar problemas, ¿Te parece si me voy a las... Siete y media?
-Perfecto- giré mi cara justo cuando la película empezó.





Holitas! Aquí os dejo el capítulo cinco :) ¿Os gusta como está quedando la historia? ¿Sí? ¿No? ¿Véis una zanahoria volando? ¿VAS HAPPENIN'?
Prometo subir mañana el capítulo seis por el tercer aniversario de 1D. Aww:'(  Lloraré. 3 años ♥ Bueno, dejando mi sentimentalismo de lado, espero que os esté gustando la historia, en serio. Puede que os aburra, (o puede que no), pero me estoy esforzando para al menos, intentar que os guste un pocito.
Soooo, nada más que decir.
Os quiero. ♥

viernes, 19 de julio de 2013

Chapter four.


*Annie Stonem*

Detrás mío había un chico de piel morena, el pelo peinado con tupé y unos ojos almendrados preciosos. Sin saber por qué, me sonrojé. Caminé un poco hasta el chico y me paré delante de él.



-Disculpa- fijó su mirada en mí, y sonrió-. ¿Sabes dónde queda el aula 203?
-Claro, tengo clase en el aula de al lado- me hizo un gesto con la mano y caminamos los dos juntos-. Me llamo Zayn, por cierto. ¿Eres nueva?
-Sí, me llamo Annie- el chico me había caído muy bien. De camino a nuestras clases hablamos un poco más de cosas tribiales, hasta que Zayn frenó delante de una puerta.
-Aquí es, tu clase es la de allí- señaló la puerta de al lado-. ¿Te parece si luego nos encontramos en esas taquillas y te enseño un poco el instituto? Es hora libre- continuó con el dedo señalando las taquillas que había mencionado.
-Claro, tengo que averigüar donde queda mi taquilla- reí levemente. Me despedí de él. Caminé los pocos metros que habían hasta mi aula y toqué tres veces. Abrí ligeramente la puerta. Todos pusieron su mirada en mí, poniéndome completamente nerviosa.
-¿Señorita Stonem?- asentí. Pasé dentro del aula y me detuví frente al profesor.
-Siento el retraso, no encontraba el aula- mis mejillas enrojecieron al notar aún todas las miradas en mí.
-Que no vuelva a pasar- asentí de nuevo-. Puede sentarse donde quiera- se giró y continuó escribiendo lo que fuese que estaba escribiendo en la pizarra. Giré sobre mis talones y enseguida todas las miradas que anteriormente estaban en mí, se posaron disimuladamente en otro sitio. Encontré un sitio solitario al final de la clase. Dejé mi skate en el suelo, mi mochila en el respaldo de la silla e intenté poner atención en la clase. Pero notaba unos ojos clavados en mí, que no dejaban de mirarme. Me estaba poniendo nerviosa.

*Oriana Núñez*

Cuando el profesor estaba a punto de explicar alguna cosa aburrida más, el timbre nos salvó. Salí como una bala de la clase, pero tuve que volver a recoger mi mochila. Con tanta prisa me la había dejado. Como ahora era hora libre decidí ir a mi sitio secreto. No tan secreto, porque no era la única que lo conocía. Pero era feliz pensando que era mi secreto. Era un pequeño jardín situado detrás del edificio, con un par de bancos y una mesa de piedra. Nada del otro mundo, pero a mí me encantaba. Miré a ver si había alguien más. Al comprobar que estaba sola, subí a la mesa y me senté sobre ella de piernas cruzadas. De mi mochila saqué un libro y una manzana. Todavía tenía una hora, así que podía leer tranquila.
-Hey, Ori- me llamó una voz. Cerré los ojos frustrada. Dejé el libro a un lado.
-¿Qué buscas, Styles?- sin saber por qué, estaba molesta por lo de esta mañana.
-No te he visto en todo el verano. Y por cierto, feliz cumpleaños- cuando quería, era muy tierno-, un poco atrasado, pero no importa- sonrió mostrando sus hoyuelos.
-Supongo que gracias- le sonreí. Se acercó peligrosamente a mí, y cuando menos me lo esperaba, robó mi manzana para darle un muerdo-. ¡Eh!- chillé y le propiné un puñetazo en el brazo, causando su risa.

*Annie Stonem*

Como quedé con Zayn, al sonar el timbre me acerqué a las taquillas que él antes había mencionado. Poco después, el aula donde se supone que estaba él, se abrió y lo vi aparecer con una enorme sonrisa.
-¿Preparada para conocer un poco más este infierno?- me preguntó elevando una ceja, divertido.
-¿Infierno?- reí levemente-. A mí no me parece un infierno.
Pasó un brazo por mis hombros, riendo.
-Como se nota que llevas menos de un día aquí- con su brazo todavía en mis hombros, me condujo por todos los rincones del gran edificio. En menos de una hora, ya habíamos recorrido todo.
-Wow- exclamé después de la larga caminata. Nos sentamos debajo de un árbol, con la espalda recostada en él-. El sitio no es grande ni nada- hice que Zayn se echara a reír.
-Oye Annie- le interrumpí.
-Puedes llamarme Ann- me sonrió, le devolví el gesto.
-¿Haces skate? Antes te vi con una tabla- asentí con la cabeza.
-Sí, desde hace un par de años. Es mi medio de transporte.
-¿Sabes? Me has caído bien, bollito- rió fuertemente.
-¿Bollito?- me uní a su fuerte risa-. ¿Y eso? No hace más de dos horas que estoy aquí y ya tengo un mote- volví a reir.
-Tu cara me recuerda a un bollito.
-Oh, pues que bonito- llevé una mano a mi corazón, fingiendo estar ofendida. Zayn me abrazó de lado.
-Era broma- sonrió, dándome un beso en la mejilla.

*Oriana Núñez*

Me moví un poco y dejé un hueco en la mesa para que Harry se sentase a mi lado. Me iba a devolver la manzana, pero la rechacé y acabó comiéndosela él.
-¿Qué tal el verano? ¿Algún ligue?- me dio un codazo flojo. Mis mejillas se encendieron. Con solo recordar que en todo el verano había estado pillada de él, y ahora lo tenía mi lado preguntándome si había ligado. No, querido. No podía parar de pensar en tí, tonto-. Ui, tus mejillas me dicen que sí, ¿Cómo se llama?
-Austin- dije el primer nombre que apareció por mi mente. Harry soltó una carcajada.
-¿No será el Austin que yo conozco, no? ¿Austin West?- negué rápidamente con la cabeza. También lo conocía. Y no, él no podía ser. Aunque fuese una mentira, tengo buen gusto y tal-. ¿No? ¿Cómo es su apellido? A lo mejor lo conozco- maldita sea, ¿Ahora qué le digo?
-Styles, deja de ser un cotilla- le pegué un puñetazo en el brazo.
-Vale, vale, la señorita quiere que sea un secreto- rió pícaramente-, pero acabaré enterándome, como siempre- sí, siempre acababa sabiendo la verdad. Eso es lo que me daba más rabia. Sabrá que mentí, y quién sabe si también sabrá por qué mentí-. Me voy- besó mi mejilla. Mis mejillas enrojecieron-, nos vemos Belen- agregó con una gran carcajada. Fruncí el ceño, gruñí. Nota mental: no volver a contarle un secreto, nunca más.

*Annie Stonem*

La siguiente clase que tenía era francés, y por mi suerte Zayn también tenía esa clase. Parecerá extraño pero en el poco tiempo que llevaba conociéndolo, le había cogido un cariño enorme. Cogí los libros necesarios de mi taquilla, y me giré a ver a Zayn. Había tenido la suerte de tener mi taquilla al lado de la suya.
-¿Lista?- me preguntó, después de cerrar su taquilla. Asentí y me dejé guiar por él hasta nuestra siguiente clase. Nos sentamos casi al final, juntos. Las mesas eran de dos. Nos pasamos toda la clase riendo por nuestras tonterías. Zayn, también, me iba señalando los otros chicos que habían en la clase y me los presentaba a distancia. Tuvimos suerte de que la profesora no nos dijese nada, pero con el escándalo que hacíamos me pareció raro. El timbre sonó al acabar la hora, y Zayn me acompañó a mi siguiente clase, biologia. Él no tenía esa clase, así que tuve que sentarme sola. Pero otra vez, como esta mañana, sentí unos ojos mirarme fijamente durante un buen rato.

*Oriana Núñez*

Las siguientes horas pasaron mínimamente rápido. No tenía demasiada hambre, así que solo cogí un refresco y una manzana, y busqué sitio en la cafetería. Unas manos me agarraron por la cintura suavemente, asustándome.
-¿Te sientas con nosotros?- su grave voz me hizo estremecer. Me giré para encontrarme con los ojos esmeraldas de Harold.
-Si no os molesta, vale- me encogí de hombros. No me importaba sentarme con ellos, los conocía de toda la vida. Caminé lentamente detrás de Harry hasta el final de la cafetería, donde siempre se sentaban a almorzar. Saludé a todos con un abrazo.
-Tenemos que esperar a Zayn, dijo que nos presentaría a alguien- comentó el duende.
-Ya decía yo que faltaba alguien aquí- comenté bromeando, sacando una carcajada a todos los que estaban a mi alrededor en esa mesa.
-¡Llegué!- exclamó una voz a nuestras espaldas. Me giré sabiendo que ese era Malik. A su lado había una chica muy bonita. Tenía el pelo castaño que le llegaba más o menos a la altura del pecho, los ojos azules y una tímida sonrisa-. Hey, hola Ori- exclamó otra vez, regalándome un abrazo-. Os presento a Annie- señaló a la chica a su lado-, es nueva- noté las mejillas de la chica un tanto sonrojadas. Zayn se giró hacia ella-. Ellos son Harry, Oriana, Niall, Louis y Liam- nos fue señalando uno a uno mientras nos presentaba.
-Y él es Zayn- Louis lo señaló. Annie sacó una risilla de sus labios.

*Annie Stonem*

Me senté entre Zayn y el chico castaño de ojos azules. ¿Louis, no? Creo que ese era su nombre. Todos hablaban animados y en serio me daba la sensación de que allí sobraba. Pero bueno, lo único que podía hacer era mirar mi entretenido almuerzo, mientras lo zampaba lentamente. Zayn agarró mi mano por debajo de la mesa. Miré sus ojos, un poco sorprendida por eso.
-¿Qué te pasa, Ann?- susurró-. ¿No te caen bien?- negué con la cabeza.
-No es eso, me caen bien, es que...- me acerqué a su oído con timidez, me daba vergüenza decirlo-. Siento que sobro, no sé- me encogí de hombros. La gran carcajada que soltó Zayn atrajo todas la miradas de sus amigos. Mis mejillas ya no podían estar más rojas. Di un fuerte pisotón a mi nuevo amigo por debajo de la mesa, y éste gritó por el dolor.
-Zayn, amigo, ¿Te encuentras bien?- le preguntó el chico de rizos, aguantando una risotada. Ése me parece que era Harry, ¿No? Zayn asintió con la cabeza.
-Bueno Annie, cuéntanos algo de tí- miré al chico rubio, Niall.
-Pues... Me llamo Annie- los chicos y esa chica rieron. Ahora que me fijo, la chica tenía el pelo castaño oscuro, casi tan largo como yo, y los ojos también castaños. La verdad no parecía inglesa a primera vista-. No, ahora en serio. Toco la guitarra. Hago skate. Soy la mayor fan de Ed Sheeran y me encanta el chocolate. Lo simple que tenéis que saber.
-Oye, no me habías dicho que tocabas la guitarra- me reprochó el moreno, cruzándose de brazos.
-Pues ahora ya lo sabes- le sonreí. Me devolvió el gesto.

*Oriana Núñez*

-Contadme algo sobre vosotros, que lo único que sé son vuestros nombres- dijo Annie, hacia nosotros. El primero en hablar fue el rubito.
-Me llamo Niall Horan- Louis lo interrumpió.
-Es verdad, ¿Cuál es tu apellido?
-Stonem.
-Bueno duende, sigue- rió Lou.
-Me llaman Nialler, soy irlandés, me gusta mucho la comida y si puediese me casaría con ella- Annie sacó una carcajada-. Ah, y mi restaurante favorito es Nando's.
-A mí me llaman Ann- dijo la chica.
-Me toca- habló el chico de rizos, a mi lado-. Mi nombre es Harry Styles, me llaman Hazza, me gustan los gatos, los tacos y mh... Dicen que beso muy bien- alzó las cejas varias veces, mirando a la chica pícaramente. Rodé los ojos.
-Si ésa era una forma de seducirme, solo te diré que no ha funcionado, Hazza- vale, aplauso mental para la chica.
-Uuuuh, te han pillado Harold- rió Zayn, contagiándonos la risa a todos, menos al aludido.
-Había que intentar- se encogió de hombros.
-Vale, mi turno. Soy Louis Tomlinson. O Lou, o Boo Bear- Ann rió levemente-. Me gustan las zanahorias, tengo cuatro hermanas pequeñas y me gusta hacer bromas.
Miré a Liam, y como suponía que de momento no hablaría, me presenté.
-Me llamo Oriana Núñez. O mejor conocida como Ori. Soy española, pero con seis años vine con mis padres a vivir a Londres. Soy muy fan de Harry Potter. Y mh... No como carne- me miró sorprendida, causando mi risa. Acabó también riendo.
-¿Y tú?- le preguntó a Liam, tímidamente. Éste sonrió.
-Soy Liam Payne, o Leeyum. Odio las cucharas- Annie rió-. No, no es broma- le dijo sonriendo-. Tengo dos hermanas mayores. Y sé hacer Beatboxing.
-¡Ahora yo!- exclamó el moreno, divertido.
-Si te hace ilusión- la chica le sonrió, rodando los ojos.
-Soy el guapo Zayn Malik- Ann ahogó una carcajada-. A veces me llaman DJ Malik, porque, ya sabes, soy el alma de la fiesta- ja, más quisieras-. Me encantan los espejos- Annie le interrumpió.
-A ver, Zayn, ya me lo has explicado todo antes- rió-. Puedes ahorrarte todo el discurso.
-Jo, que mala eres- hizo ver que lloraba, y ella lo abrazó, aguantando la carcajada.

*Annie Stonem*

-Después hay dos clases más, ¿Qué tienes después del almuerzo?- me preguntó Oriana, luego de darle un mordisco a su casi terminada manzana. Saqué el horario que llevaba doblado en el bolsillo y miré.
-Arte- leí.
-¡Yo tengo esa clase!- exclamó el chico a mi lado, Zayn.
-Y yo igual, así que estaremos los tres juntos- le sonreí a Louis. Para ser el primer día, ya había encontrado a este grupito de amigos. Así que siempre en alguna clase tendría que coincidir con alguno de ellos. Mejor para mí, así no estaría tan sola.




Wiiiiiiii aquí lo tenéis:) No os podéis quejar, eh jajaj dos capítulos seguidos! Y por fin han salido los chicos. Y ahora la pregunta del millón: ¿Qué os han parecido estos cuatro capítulos?
No tenía pensado poner fotos, de momento, pero encontré la foto de Zayn y me enamoré ♥ Y bueno, ahí sale más joven (jajajaja no, no le estoy llamando viejo!) Ya me entendéis. Juju :) Pero por si acaso me explico, en la novela representa que no son famosos, y todos tienen la misma edad. Quizás os aburre un pocito la historia pero intentaré hacer lo mejor que pueda para no aburriros. Aunque los primeros caps son aburridillos -.-
Nah, no me enrollo más. Como he dicho en el otro capítulo, espero que os guste!
Os quiero princesitas ♥

Chapter three.


*Annie Stonem*

Como me solía pasar siempre, desperté cinco minutos antes de que el despertador sonase a las siete en punto. Me metí a la ducha. Salí poco después con una toalla abrazando mi cuerpo y otra en el pelo. Fui directa al armario. Y siempre estaba con el mismo problema: ¿Qué me pongo? Tras estar diez minutos mirando la ropa sin moverme de mi posición, agarré una camiseta gris con unas letras en ella, unos pantalones cortos y unas converse negras. Bajé a preparar el desayuno justo cuando acabé de guardar todo en mi mochila. Y a pocos minutos de las ocho, cogí mi skate, la mochila y partí rumbo a mi nuevo instituto.

*Oriana Núñez*

Por tercera vez en la mañana, sonó el despertador con su típica melodia horrorosa. Y por tercera vez, lo apagué; pero ahora con el ánimo de levantarme. Fui directamente a la ducha, donde salí cinco minutos después envuelta en una toalla. Cogí la ropa que escogí ayer al azar, y me cambié rápidamente. Una camiseta blanca con dibujos, unos tejanos cortos en color gris y mis converse blancas. Bajé a la cocina con la mochila en la mano, y la dejé al lado de mi silla.
-Buenos días Ori- me saludó mi madre con un beso en la mejilla. Me metí una tostada en la boca.
-Buenos días- contesté cuando me la acabé. Me comí otra más, bebí mi zumo de naranja y agarré la mochila al vuelo. Si no salía ya no llegaría. Me despedí de mi madre y eché a andar hacia el instituto. Siempre he preferido andar.

*Annie Stonem*

Bajé de mi skate al llegar al instituto. Todas las miradas de los curiosos se posaron en mí. Mis mejillas tomaron un bonito color carmesí, por lo que agaché la mirada. Recogí mi skate del suelo, coloqué bien mi mochila en mi hombro y a paso rápido me dirigí hasta la oficina de la directora. Toqué tres veces a la puerta. Una voz femenina me indicó que pasara.
-Buenos días directora- saludé. La directora hizo sentarme en una de las sillas que había delante de su escritorio y empezó a darme una corta charla sobre las normas del instituto, los días festivos y otras cosas que por más que quisiera prestar atención, no pude. Me entregó mi horario de clases y otros papeles más. Salí de su oficina y en ese momento escuché sonar el timbre que anunciaba el inicio de las clases. Miré mi horario, matemáticas. Aula 203. ¿Y eso dónde está? Eché un vistazo al largo pasillo. No había nadie. Empecé a caminar vagamente por el pasillo, mirando a todos lados por si veía mi clase. Hasta que escuché pasos apresurados detrás mío y me giré.

*Oriana Núñez*

Por suerte caminé lo bastante rápido y no llegué tarde. Di un largo suspiro y me recosté en un árbol a descansar. Cerré mínimamente los ojos. Los volví a abrir para mirar alrededor mío, cuando fijé mi vista en la puerta del instituto. Di un aplauso mentalmente. Lo que yo decía. No le importó lo más mínimo nuestro beso. Si no, ¿Por qué ahora se está besando con... Emi Anderson? ¿En serio, con ella? Bah, es su vida. Ya haré yo la mía. Caminé con paso decidido hasta mi primera clase del día, historia. Se hará larga la mañana. Me senté en uno de las asientos del final, justo al lado de la ventana. El profesor llegó cinco minutos más tarde, junto a los que siempre llegaban atrasados. Empezó la clase explicándonos lo que haríamos durante el curso, excursiones, bla bla bla. Desconecté a media charla.





Tendréis ganas de matarme por el capítulo tan corto, peeeeeeeero a las doce o así, subiré el capítulo cuatro :) Sí, a veces hasta soy buena chica juju
Espero que os guste :)
Besos princesitas ♥

jueves, 18 de julio de 2013

Chapter two.

*Annie Stonem*
El estúpido de Garrison volvió a poner la música a toda leche a primera hora de la mañana. Me levanté con más mal humor del normal. Ni un día tranquilo de verano puedo dormir plácidamente. Abrí mi ventana, y desde allí observé a mi vecino hablando con un chico rubio.
-¡Garrison!- grité para llamar su atención-. ¡Apaga la música! ¡La gente normal quiere dormir!
-¡Entonces no sé por qué hablas, rarita!- se carcajeó-. ¡Por cierto, bonito pijama!
Él, junto al chico rubio, empezaron a reir como si les fuese la vida en ello. Me fijé en el compañero de mi tonto vecino durante unos leves segundos. Tenía unos bellísimos ojos azules, y una adorable risa. Cuando salí de mi trance, gruñí cerrando la ventana de golpe.

*Oriana Núñez*

Odiaba cuando mi madre me obligaba a levantarme temprano. ¿Qué se creía? ¿Que no tenía suficiente con más de medio año levantándome tempranísimo para ir al instituto? Bueno, ya da igual. Encendí mi ordenador a causa de no tener nada más que hacer, y me metí a Twitter. Respondí algunas de las menciones de compañeros de clase, entre otros, hasta que mi madre me llamó.
-¿Decías?- dije llegando al salón de casa. Me miró por un segundo y volvió a lo suyo.
-Papá y yo vamos a salir un momento, volveremos tarde- besó mi mejilla.
-Vale- le sonreí-. Por cierto, ¿Por casualidad hay palomitas?- se me había ocurrido un plan perfecto.
-Sí- dijo no muy convencida-. ¡Nada de fiestas, señorita!- me avisó, apuntándome con el dedo como una amenaza. Llevé una mano a mi pecho, ofendida.
-¡Cómo se te ocurre pensar eso de mí! ¿Una fiesta?- negué con la cabeza repetidas veces. Mi padre, que en ese momento bajaba las escaleras, se paró a mi lado y besó mi mejilla.
-Nos vemos luego- me despedí de ellos. Cuando escuché la puerta cerrarse corrí rápidamente a la cocina.
-Una fiesta no... Algo mejor- susurré para mí misma. Tenía pensado ver todas las pelis de Harry Potter seguidas, sin parar. Abrí el armario donde se supone que normalmente estaban las palomitas-. ¡No hay!- exclamé triste. Jo, me ha mentido.

*Annie Stonem*

Finalmente Garrison me dejó tener una mañana tranquila. Con la música de mi querido Ed sonando a través de mis auriculares, me puse a limpiar mínimamente la casa. Siempre procuraba ser lo más limpia posible, para después no tener que limpiar mucho. Terminé justo a tiempo para ponerme a preparar la comida. Y como siempre, comí en silencio. Por la tarde, a nada mejor que hacer, cogí la guitarra de su estuche y subí a mi cuarto a tocar una de las muchas canciones que amaba. The A Team. Me podía pasar todo el día tocando, que nunca me cansaba. Era como una droga para mí.
El sonido de mi teléfono me interrumpió a media canción. Lo cogí, sin mirar la pantalla. Primer error del día.
-¿Diga?- contesté, dejando la guitarra encima de mi cama.
-¡Ann! ¡Cuanto me alegra oir tu voz!- pues a mí la tuya no, zorra.
-Hola Sophie- intenté parecer alegre.
-¿Te gustaría venir un rato conmigo y con las chicas al centro?- no.
-Lo siento, quedé con mi tía.
-Oh, bueno, pues otro día será- más te gustaría.
-Lo intentaré. ¡Adiós!
-Adiós, Ann. ¡Nos vemos!- nunca más. Colgué.
Como me alegra haber tenido la idea de cambiarme de instituto. A veces, hasta tengo buenas ideas.

*Oriana Núñez*

Fui arrastrada del coche de mi padre hasta la entrada del centro comercial. Mi madre se había empeñado en que comprásemos el material escolar ya. El verano se había pasado volando y en menos de dos semanas, ya volvería a encontrarme con las mismas caras aburridas de siempre.
-Pero mamá- me quejé por quinta vez-. El estuche del año pasado ya me sirve, no hace falta comprar otro.
-Cállate y escoge uno- me dio un empujoncito hacia la estantería donde reposaban los miles de estuches de colores y formas distintas. Señalé el primero que me llamó la atención y mi madre lo añadió al carrito de la compra. Con cada cosa que mi madre me hacia elegir, señalaba el que más me llamaba la atención y ella lo metía al carrito. Antes de ir a pagar, me giré a mi madre con mi típica sonrisa para convencerla de algo.
-Ya que estamos comprando cosas para el nuevo curso- pasé un brazo por sus hombros-, también voy a necesitar ropa nueva, ¿No te parece?
-¿No tienes suficiente con la que ya tienes?
-No- negué divertida.
-Venga, vamos- suspiró. Agarré su brazo y la llevé prácticamente corriendo a la sección de moda para jóvenes.

*Annie Stonem*

Cogí un poco de dinero y fui al centro comercial en skate. Necesitaba algo de material nuevo para el curso que venía. Decidí ir ya aunque todavía quedaban dos semanas para empezar, pero así no habría mucha gente. Con el skate en mano, atravesé la puerta de entrada del centro comercial y me dirigí directamente a una papelería. Compré unas cuantas libretas, me harían falta. Pillé también bolis nuevos, que siempre se me acaban gastando. Lo otro me servía lo del año pasado. Decidí renovar un poco mi armario. Como me sobraba bastante dinero, entré en la tienda de ropa más cercana a probarme toda la ropa que encontraba en mi camino. Salí dos horas después con tres bolsas llenas al tope. Se me hizo un poco difícil después, para volver a casa pero me las arreglé como pude. A pocos metros de llegar, vi como Garrison y su madre salían de su casa. Me paré a saludarlos, su madre siempre fue muy buena conmigo.
-Buenos días señora Parks- le sonreí-. Hola Garrison.
-Hola cariño- me saludó con un beso en la mejilla-. ¿De dónde vienes?- preguntó al notar todas las bolsas que llevaba.
-De comprar- Garrison rodó los ojos, como si no fuera obvio.
-Bueno cielo, luego nos vemos- miró a su hijo y después fijó su mirada de nuevo en mí-. ¿Te apetece venir a cenar a casa esta noche con nosotros?
-Mamá, esta noche había quedado, ¿Recuerdas?- habló Garrison. Su madre asintió.
-Lo sé, pero igualmente me gustaría que Annie viniese a cenar, ¿Quieres?
-No sé, no quiero molestar- dejé las bolsas en el suelo, ya empezaban a pesar mucho.
-No vas a molestar, de verdad- al final acepté. Una noche con compañía no me haría daño.

*Oriana Núñez*

Me pasé todo el verano sin pensar mucho en él, y ahora, a pocas horas de que empiece el primer día de clase, me viene un fuerte recuerdo suyo a mi mente. Maldito niño, por qué tuviste que besarme. Estoy más que segura que para él no significó nada, conociéndolo lo sé. Eso duele. Saber eso duele. Porque puede que me haya enamorado de él. Puede no, lo estoy. Pero tendré que olvidarme de cualquier esperanza de estar con él. Como dije, conociéndolo, sé que no le basta con estar solo con una. Solo las quiere para una noche salvaje y luego si tienes suerte puede que recuerde tu nombre. Y quizás eso funciona con algunas, pero conmigo no. Bueno, él si recuerda mi nombre. Para no recordarlo, lo conozco desde pequeños.
Apagué la luz de mi mesita. Moría del sueño. Y mañana tendría que levantarme temprano de nuevo, para empezar una nueva rutina. Suerte que preparé todo antes, así mañana podré dormir diez minutos más. Si es que no me quedo dormida del todo. Venga Ori, a dormir.




Hola chicas! Siento haber tardado en subir y que encima el cap sea un pocito caca:( No tengo ahora mismo un Internet muy bueno así que cuando llegue a Barcelona (mañana), me pondré a leer como loca todos los capítulos que todavía no he leído (son bastantes .-.) y ya comentaré! Y también subiré el cap tres de esta novela (o mañana o el sábado, depende de si me da tiempo o no).
¿Qué os está pareciendo hasta ahora? ¿Os gusta? :)
Besooooooooooos!

miércoles, 10 de julio de 2013

Chapter one.


Moví mis pies al ritmo de la melodía que salía por los altavoces estratégicamente colocados por mi habitación. Los estúpidos deberes de verano me estaban matando, y solo había pasado una semana desde que acabamos el penúltimo curso. Mis dedos fueron enviados inconscientemente a mis labios, tocándolos levemente. Quién diría que ese estúpido me robaría un maldito beso. Y quién diría que me acabaría enamorando lentamente de él, por un simple roce de labios.


***

Salí del colegio después de hacer la prueba de nivel para la matriculación del próximo año. No aguantaba más tiempo en mi antiguo instituto. Así que decidí cambiar un poco de aires. En un sitio donde nadie me conociese, y pudiese ser la chica nueva en paz. Con mi skate bajo los pies, llegué a casa en menos de lo que esperaba. Mientras me preparaba la comida, escuchaba la suave voz del adorable pelirrojo cantar. Comí submergida en un silencio que de vez en cuando era roto por el sonido que emitía el vaso al chocar accidentalmente contra mi plato.

***
 
Los días de verano pasaban. En un abrir y cerrar de ojos, había llegado mi cumpleaños. Toda mi familia estaba reunida en mi jardín, intentando disfrutar de la fiesta que mi madre había organizado contra mi voluntad. Ni siquiera invité a nadie. Mi madre invitó a quien vino, y yo era la única de mi edad. La pequeña Cristina tiró de mi pantalón y alzó los brazos hacia arriba. Negué suavemente con la cabeza, poniéndome de cuclillas frente a la niña.
-Tu prima no tiene bien la espalda, lo siento cariño- incluso había llegado al punto de mentirle a una niña pequeña.
Poco a poco, gran parte de mis familiares tuvieron que irse. Todavía tenían dos horas de vuelo de vuelta a España.
-¡Oriana! ¡Ayúdame a recoger este desastre!
-¡Voy mamá!- resoplé.

***

Por suerte, unas semanas después del exámen llegó una carta a casa. Aprobé. Había entrado en el instituto. También enviaron toda la información que necesitaba saber a cerca del nuevo curso. El último curso antes de ir a la Universidad. Esa misma tarde recibí una llamada de mi tía. Perfecto, ella y su mimada hija se van de vacaciones lejos de Londres. Es irónico. Ahora estaré más sola que nunca. Empecé a escuchar la fuerte música de mi vecino, que llegaba a mis oídos con facilidad. Bueno, sola del todo no estaré. Tendré a mi vecino y a nuestras típicas peleas nocturnas y diurnas.
-¡Baja tu estúpida música Garrison!
-¡Ni lo sueñes Annie!




Hiiiiii! ¿Qué os parece este primer capítulo? ¿Os gusta? ¿No? Acepto críticas .-.
Por si os habéis hecho un lio, solo narran dos chicas. La primera es la misma que la tercera, y la segunda es la misma que la cuarta :)
Espero que os guste muchísimo, aunque el principio es un pocito soso:( Y sí, en esta novela salen los chicos, pero tendréis que esperar hasta el capítulo 4 (más o menos)
Os quiero!